La seccion 7

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No tardaron en comenzar a oír ruidos metálicos que resonaban en las paredes. El sudor frío corría por sus sienes cada vez que se oía aquello. Los corredores iban en cabeza, abriendo paso y asegurándose de que a la vuelta de la esquina no apareciese un lacerador. Habían dejado en la parte de atrás a Chuck con la chica, de modo que no pudieran alcanzarles y pudieran retroceder si encontraban algo más a delante. Conforme iba pasando el tiempo, y cuanto más avanzaban se oían más respiraciones agitadas. Tenían que llegar ya a la puerta, no iban a aguantar mucho más a ese ritmo.

Newt comenzó a sentir pinchazos en la pierna cuando llevaban casi media hora corriendo. Pensó que iba a poder seguir el ritmo, pero poco a poco lo bajó, quedándose atrás con los otros dos chicos. A Teresa no pareció gustarle verle ahí, por lo que trató de ir por delante de ella a pesar del dolor.

-¡Queda poco chicos! -gritó Minho, que encabezaba la marcha.

La tranquilidad sólo duró unos minutos. Cuando entraron en la sección 7, encontraron un pasillo nuevo abierto. Era allí, estaba claro. Tenían que entrar lo más rápido posible. Pero el suelo estaba lleno de esa mucosidad que emanaba de los laceradores.

-Nos están vigilando. Nos han estado mirando mientras veníamos...
-Si es así... tenemos que entrar ya por esa puerta, Minho-le respondió Thomas.
-¡CUIDADO!

El grito venía de atrás. Habían agarrado a un chico que Thomas no conocía demasiado bien con uno de sus brazos metálicos. La reacción de los clarianos había sido tardía, de modo que no habían podido agarrarle.
-Vienen por detrás... .......Teresa...-se preocupó por ella. No sabía que Newt iba detrás también.
-¡Vamos! ¡Corran!!

Entonces por las paredes del pasillo comenzaron a subir aquellos monstruosos bichos. Había por lo menos cinco. Algunos de los mayores usaron sus lanzas para hacerles retroceder en su escalada, pero únicamente derribaron a uno. En pocos segundos, estuvieron rodeados. Había uno a cada lado, y dos detrás. No podían correr, debían luchar.

No hizo falta decir nada para que los clarianos empuñaran sus armas contra las máquinas. Pero comenzaron a caer uno por uno. Eran demasiado fuertes.
Thomas se encargó de una que les comenzó a obstaculizar en paso, Minho y Fritanga le ayudaron. Pero no podían. Hizo falta la ayuda de otro chico, pero lamentablemente, el lacerador notó que era más inexperto, y se lanzó a por él. Los gritos inundaban el ambiente, así como esos horribles sonidos metálicos. Las máquinas ahora también gritaban, pero el sonido de cuerpos desmembrados y de desgarros era el que más destacaba.

La pelea continuó. Con la ayuda de otros, tiraron a dos más por el precipicio. Pero seguían quedando dos, uno a la derecha, y otro a la izquierda.
-¡CORRED! ¡Tenéis que entrar ahí! Esta compuesto de compartimentos, conforme vayamos pasándolos, se irán cerrando. Podemos machacar ahí a esos bichos.

Las ordenes de Minho fueron claras. Empezaron a correr hacia dentro, desesperados y desarmados. Como había dicho, los diferentes compartimientos empezaron a moverse, cada cual más rápido que el anterior. "¡Corred!" se oía continuamente.

Fue entonces cuando sucedió lo que temía Thomas. Teresa fue agarrada por el pie, un lacerador la había cogido. Los chicos corrían de tal manera que no podía retroceder para ayudarla. Chuck había conseguido escapar, pero gritaba el nombre de la chica y pedía ayuda. La pared hizo su efecto, y chafó al lacerador que tiraba de ella. Pero eso hizo que la arrojara al precipicio.

Se quedó enganchada al bordillo con las uñas. Thomas gritó su nombre, pero no podía llegar a esta ella. Pidió ayuda, y sus ojos comenzaron a llorar.

Newt se fijo en Thomas, y se dio la vuelta para observar lo que ocurría. Teresa se había quedado atrás, y se iba a caer por aquel precipicio. Se giró de nuevo hacia Thomas, que luchaba a contra corriente sin ningun éxito para llegar a hasta ella. Si retrocedían, la siguiente pared les dejaría atrapados.

En la mente de Newt pasaron demasiadas cosas en apenas segundos. Si ahora Teresa se caía, se acabaría el problema de no poder estar con Thomas. Pero él la quería. No sabía que hacer. Él era quien estaba más cerca de la chica, ya que por su cojera se quedaba rezagado. Era la novia de Thomas... la persona a la que realmente quería. Newt no podría permitirse vivir sabiendo que la podría haber salvado. Tenía que hacerlo por Tommy.

Se dio la vuelta ante la sorpresa de Chuck, quien gritó su nombre, haciendo que varios chicos se girasen. Pero no retrocedió. Iba corriendo hacia ella, que se agarraba de manera desesperada al muro. Newt llegó hasta ella y extendió la mano para ayudarla a subir.
-¡Agárrate a mí! - le gritó. La chica dudó, no entendía por qué le ayudaba si le había arrebatado a su pareja.
-Tú... tú me odias...-le dijo ella.
-¿Qué te parece si discutimos lo mucho que nos odiamos cuando no vayamos a morir? ¡Sube de una miertera vez!

La chica se agarró a su mano, a regañadientes. No le costó demasiado subirla, era muy ligera y además la adrenalina ayudaba. Comenzaron a correr hacia el grupo, que ya había llegado al final del pasillo. Las compuertas iban cerrándose segundos después de pasarlas, y cada vez bajaban más rápido. A pesar de la cojera, corría mucho más que Teresa. Ella no lo conseguiría. Cuando sólo quedaba una compuerta, la agarró de la camiseta y la tiró con todas sus fuerzas hacia delante, haciendo que saliera casi disparada hacia los clarianos. Fue Thomas quien la cogió, aunque cayendo con ella al suelo por la fuerza del golpe.

Al hacer eso, Newt perdió el equilibrio y calló al suelo. Trató de levantarse, pero resbaló a causa del agua y la humedad del suelo. Pudo ver como la pared de hormigón de medio metro de ancho caía sobre él. Iba a partirlo por la mitad en cuestión de segundos. Cerró los ojos con fuerza esperando que el el golpe no le provocara dolor
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. Chic@s tengo una página en Facebook llamada newtcrank si a alguien le interesa acepto administradoras solo manden un mensaje a la página y listo 😉 siempre se aceptarán nuevas

Correr o morir, lo no contadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora