🌹 1er Susurro

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Tan desganado y resignado como cualquier persona de su edad que fuese tratado como el peso residual de una familia en la que nadie quiere apoyarte realmente, el joven Kim terminó por empacar sus pertenencias en su fiel compañera, irónicamente la única que le seguía a donde fuese trasladado, su vieja maleta de equipaje heredada se su difunto padre, forrada en un gamuza roja algo desteñida por el tiempo y uso, contaba con el suficiente espacio para que el menor empacara toda su vida desde que aquel martirio de tour dio inició.

Se había ilusionado nuevamente creyendo esta vez encontró el lugar al que podía pertenecer, seis meses enteros se malinterpretaban como la estadía definitiva para un chico huérfano de apenas 16 años, los meses más largos donde vivió junto a una persona que no eran sus padres, al contrario estaba en casa de su tía, la hermana menor de su madre, que de alguna forma le hizo sentirse dentro de un hogar nuevamente, era una mujer encantadora, dulce y cariñosa, igual que su hermana, más con el pequeño detalle de que estaba hecha para vivir el mundo, a diferencia de la madre de Taehyung quien disfrutaba más de formar una hermosa familia. Jenna rocíen recibía una oferta de trabajo que la llevaría directo a Japón, y a pesar de haberse encariñado con su sobrino hasta el punto de considerar adoptarle, el tramite requería de muchos meses, con los cuales no contaba, pues su vuelo salía en un par de horas.

-Tae-Tae tesoro... ¿Ya estás listo? - Dudó su tía desde el marco de la puerta observando como el chico cerraba el equipaje.

El menor quería gritar desesperadamente "¡No! No lo estoy, quiero ir contigo, llévame, no me hagas hacerlo de nuevo" pero conocía su situación, y su amada tía no podía llevárselo así como así, no terminarían de cruzar la terminal del aeropuerto cuando ya tendría a los sujetos encargados de la trata de menores acusándola de no ser la representante del menor. Por eso mismo el chico reprimió sus deseos y en cambio le dio un asentimiento de cabeza.

-¿Llevas todo lo que necesitas? - Pregunto ella caminando fuera sosteniéndolo por los hombros.

El menor asintió sin mucho interés, deteniéndose al nivel de la sala contemplado las enormes sábanas blancas cubriendo todo dando un aspecto fantasmagórico para su fantasiosa cabeza. La imagen no fue de su agrado, más otra vez ocultó lo que pensaba, apretando el agarre sobre el mango de su maleta, mientras Jenna llevaba la mochila donde llevaba otras pocas pertenencias, incluidos sus papeles, y el acta que dictaminaba quien sería su siguiente cuidador temporal.

Al encontrarse a las afueras de la casa, un hipido lastimero le hizo buscar a la mayor con la vista, encontrándola derramando lagrimas que arruinaban su bonito maquillaje, mientras llevaba una mano a sus labios quieran frenar sus emocionales sollozos, deseando no influenciar en el ánimo de su pequeño sobrino.

-Q-quisiera llevarte conmigo Tae-Tae - Confesó atrapando al contrario en un fuerte abrazo - Prometo volver por ti ¿Sí? Tú solo espera por mi, po-por favor - Las lagrimas corrían libremente mojando la camiseta del menor debido al abrazo.

Con un nudo en la garganta el pelirrojo se dedicó a asentir limpiando el bonito rostro que tanto le recordaba al de su madre, agradecía esas esperanzadoras palabras, pero él ya no quería ilusionarse con nada.

Un sonoro carraspeó consiguió sobresaltarles rompiendo con el abrazó, Jenna aprovechó de limpiarse el rostro antes de averiguar quien era aquel hombre, para confirmar sus sospechas, debido al elegante modelo antiguo de automóvil perfectamente conservado en la entrada de su hogar, era negro con llantas cromadas, tan extravagante como su primer poseedor, el cual no había escatimado en adornar aquel vehículo con el escudo que representaba su apellido, una letra K gótica se ubicaba al borde inicial de capo indicando que pertenecía a un Kim.

-Señorita Jenna - Saludó el desconocido con una reverencia - Señorito Taehyung - Repitió la reverencia - Tengo ordenes del Señor Kim de venir a por el jovencito - Informó con su peculiar rostro falto de emociones - Soy Kang, el chofer del señor Kim.

Jenna quería negarse, pero sabía que era algo absurdo, ella no podía cuidar definitivamente de su sobrino, al menos no por ahora, y a pesar de no gustarle el aspecto frío del supuesto chofer, no le quedaba de otra, anoche mismo conversó con el primo lejano del menor anunciando que enviaría a alguien por el pequeño pelirrojo.

-Pórtate bien cariño, Namjoon no es una mala persona, estarás en buenas manos - Pronunció a medida que arreglaba el cabello y ropas del chico con manos temblorosas - Llámame en cuanto hayas llegado, y recuerda... Volveré por ti - Repitió su promesa dejando un beso en la frente del contrario.

Taegyung se subió al vehículo en los asientos traseros, esperando a que el chofer guardara su equipaje en el cajón de atrás, observando con anhelo y angustia la figura delicada de la mujer que lloraba y sonreía, mientras se alhajaba cada vez más.

Entonces contra el cristal susurro un "No te creo tía"

El Guardián De Los Susurros - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora