🌹4to Susurro

15 5 0
                                    

Después de su explosión de desinhibición frente a un recién conocido, pidiéndole que le llevase hasta la cocina de la mansión, cayó en cuenta en medio del trayecto que quizás su confianzas al pedirle aquello a Min Yoongi fue algo, efectivamente, poco premeditado, ya que desconocía sí realmente el contrario estaba a gusto con ello, o sí tenía otras cosas por hacer, y ¿Si pensaba que era un tonto por no querer ir solo hasta la cocina? Pero él no deseaba tener que pelear con aquella obstinada mujer para que le fuese de verdadera ayuda más allá de querer husmear entre sus pertenencias, ojalá que nadie quisiera hacer el papel de buen anfitrión y le diera por ordenar sus cosas, ya que valoraba en extremo su escasa privacidad, o al menos la que le podría brindar proteger lo poco que podía conservar.

-Oye, consideró que Namjoon exageró un poco al asignarte una mucama para ti solo - Trató de hacer conversación el hombre de tez pálida - Eres un chico muy joven, apuesto que disfrutas demasiado de tu privacidad - Acertó recordando como escondía con tanto recelo aquella vieja maleta - Si gustas, le puedes decir a tu primo que no necesitas tanta "ayuda" para acostumbrarte a la nueva vida - Sugirió mientras bajaban los escalones que les llevarían hasta la planta inferior directo al salón principal el cual el chico ya había conocido al entrar, sin embargo se desviaron atravesando la estancia por el lado contrario, cruzando un marco amplió que a simple vista era oculto por las mismas escaleras, llegando así hasta lo que parecía el comedor.

-¿Nueva vida? - Cuestionó el chico confundido entre lo poco que había escuchado del mayor y todo lo que procesaba su cerebro que recibía demasiada información por parte de sus órganos visuales.

Otra vez Taehyung contaba la cantidad de espejos antes de entrar en el salón-comedor, realmente era un lugar bastante amplio, con una araña de cristal idéntica a la del salón principal colgando del alto techo raso, aunque esta vez los enormes ventanales eran enmarcados por felpudas cortinas de un profundo azul marino gamuzado y brillante, con detalles en color plata, siendo el primer color el predominante en la decoración esta vez, podía percibir mucho azul, justo en el centro de la pared de enfrente una enorme obra de arte pintada en tonos fríos capturó por completo la atención del chico y su escaza visión critica de las artes plásticas. Ignorando por completo el resto de la decoración, incluso la misma chimenea ubicada debajo del enorme cuadro en oleo, las exageradas figuras de plata y candelabros no eran de su interés.

-Imposible dejarlo pasar desapercibido ¿eh? - Dudó el mayor yendo junto al chico que abstraído se había desviado del camino para contemplar embelesado la pintura.

-¿Es el pueblo? - Interrogó el pelirrojo observando de reojo a Yoongi.

-Una visión fría de este diría yo, pero sí, acertaste - Concedió asintiendo con la cabeza analizando las expresiones sorprendidas del chico - Es un cuadro de hace treinta años, la vista es desde una colina, una de las muchas - Admitió comenzando a explicar ciertos detalles de la perspectiva visual donde fue replicada la vista.

-¿La mansión está tan arriba? - Los ojos de pelirrojo se abrieron como platos comprobando que en efecto, dentro del cuadro se encontraba la mansión sobre una colina lejana al pueblo.

-Pues como lo ves allí mismo, estamos tan arriba - Respondió burlesco.

-Yah...

-¿Seguimos?

Taehyung asintió repentinamente desganado, había pensado que podía ir seguido al pueblo y conocer el lugar, reconociendo que a pesar de lo misterioso que le resultaba todo hasta el momento merodear por los alrededores del poblado sería una buena forma de usar su tiempo libre, el cual era todo su tiempo. Probablemente le llevaría horas llegar a pie desde su ubicación actual hasta donde quería ir a curiosear, y ahora que lo pensaba no tenía ni idea siquiera si Namjoon le dejaría dejar la casita por su cuenta.

-¿Hueles eso? Son galletas de miel, coco y también debe haber hecho de chocolate - Anunció el mayor empujando una puerta doble oscura internándose junto al menor a la tan ansiada cocina - ¿Te gustan las galletas, no? - Indagó moviendo sus cejas de arriba a bajo tentando al chico.

Nuevamente Taehyung se quedó sin palabras al contemplar la cocina, que completamente diferente al resto de la casa era moderna y minimalista en toda su expansión, electrodomésticos que asumía el menor eran carísimos, con la única similitud junto al comedor de que predominaba el color azul en los azulejos y el salpicadero del fregadero.

-¡Min lambucio Yoongi! ¡No te comas esas galletas que no son tuyas! - Una voz femenina vino primero y luego un manotazo firme defendiendo la bandeja de galletas.

-¡Sully Noona! - Chilló sobando su mano más no soltando la mercancía - ¡Son como 50 galletas! ¿Qué buscas? ¿Producirle diabetes o qué? - Reprochó.

-Bueno yo no conozco los gustos del chico - Se defendió la mujer - Y... ¡Oh my Dios! -Exclamó la mujer dejando de darle la espalda al menor, dando un brusco giro demasiado animado para el gusto del mencionado - ¿Eres el primo de Namjoon oppa? - Dudó con una sonrisa.

Sully no era como el chico se esperaba, era joven, de piel muy blanca como la de Yoongi, ojos rasgados y felinos y un fuerte labial rojo, con su largo y negro cabello atado en una pulcra crineja que iba desde la raíz hasta las puntas, no era muy alta pero superaba al pelirrojo por centímetros.

Taehyung dejó salir una tímida sonrisa al escuchar el apodo que le tenía la contraria a su primo, más tan cohibido como se sentía seguía situado muy cerca de la entrada de la cocina, lejos de los de los trabajadores.

-Mira que eres lindo - Admitió la mujer acercándose - Te daría un abrazo pero no creo que lo disfrutes por ahora - Reconoció extendiendo su femenina mano - Soy Min Sully la cheff del "señor" Kim - Hizo una mueca aburrida ante la obligada presentación profesional que había exigido su jefe - Pero también puedes llamarme Noona, Sully, Cheff, lo que gustes - Ofreció con esa sonrisa que aterró al menor pero no por las razones correctas.

En ese instante tuvo miedo, por que allí frente suyo reconoció una sonrisa cálida genuina, esa que le mostraba constantemente su tía Jenna, o su primera amiga después de la muerte de sus padres, que le hacían querer confiar al instante y buscar el cariño que solo una hermana afectuosa podía ofrecer.

-Kim Taehyung - Respondió bajando la mirada y soltando la mano.

Ante la actitud alicaída del menor Sully pregunto con la mirada a Yoongi pero este solo se encogió de hombros sin tener una respuesta.

-Sabes, las galletas que el tonto de mi hermano robó hace unos minutos, realmente son todas tuyas - Ofreció guiando al tímido chico hasta la isla de la cocina donde se encontraba la bandeja -¿Pruebas?

-No te encariñes... - Se pidió a sí mismo con un leve susurro que los demás no escucharon.

-Gracias... Sully... Noona - Habló tímidamente bajo la atenta mirada de la cheff.

El Guardián De Los Susurros - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora