🌹2do Susurro

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El menor se sorprendió de inmediato cuando el automóvil paso de vista el letrero que indicaba la entrada de MistHills, hasta hace menos de un kilometro atrás el sol brillaba resplandeciente acompañado de una fresca brisa la cual pudo sentir al bajar la ventana y sacar la mano por esta jugando y sintiendo las corrientes de la brisa manipular la dirección de su mano. Más fue necesario que diera fin a su pequeña distracción cuando el chofer le indico que cerrara la ventana que parecía estar por llover, una vez adentrados en el territorio el cambio fue tan drástico que Taehyung no pudo evitar quedar intimidado por el clima, frío, nublado húmedo.

Para él que siempre había disfrutado de la calidez del sol de verano, saberse atrapado por las densas nubes que ocultaban casi por completo aquella cálida luminosidad, le recordaron que nuevamente no había sido elección suya el llegar a este sitio. Ya podía imaginarse como serían las calles durante la noche - obviamente helada - como una especie de pueblo fantasma escasamente iluminado desbordando cada esquina con la espesa niebla, asumiendo que no por nada recibía aquel nombre.

- MistHills... - Susurró

Abstraído con sus pensamientos comenzó a trazar círculos bastante pequeños sobre el cristal de la ventana del vehículo, aprovechando el empañado cristal debido a la calefacción que Kang encendió hace pocos minutos. Eran ojos, deseaba interpretar como debía sentirse respecto a su nuevo y muy temporal "hogar". Más cuando estaba por trazar la línea curva que sería la boca de su personajes, el auto se sacudió de manera rustica al caer un de las ruedas sobre un hueco accidental en el asfalto, sacudiendo por inercia la mano del joven arruinando su obra.

-Oh, vaya, ¿se encuentra bien joven Kim? - Dudó el chofer echándole un vistazo a su pasajero a través de espejo retrovisor.

Taehyung asintió sin decir palabras, no queriendo otorgarle la oportunidad al contrario de iniciar una simple conversación, no podía permitirse creerse amigo de alguien más para después tener que dejarlo, ya se había encariñado con una chica mayor a él que hacía de niñera en la casa de uno de los tantos familiares que le hubieron ofrecido residencia temporal. Y la verdad dolía mucho dejar a quienes aprecias sin poder poner objeciones de por medio.

Indiferente del aspecto frío y calculador que mostrase el señor Kang, para el menor hacer amigos (Sin importar la edad) nunca había sido un problema, hasta que... sus padres dejaron este mundo.

Los minutos restantes transcurrieron en completo silencio, solo apreciándose el sonido de las llantas sobre el camino, hasta pasar a través de un enorme enrejado decorado con la misma letra K en estilo gótico que que presumía el decorado en el capo del automóvil.

-Hemos llegado joven Kim - Anunció el chofer apagando el vehículo.

Extrañado y confundido el menor analizó su entorno con ojo critico, no recordaba cruzado ni una sola calle del supuesto pueblo.

-¿Cuándo atravesamos el pueblo que no lo noté? - Dudó abriendo su propia puerta antes que le fuera a ayudar.

-Para llegar a la Mansión Kim no es necesario entrar al pueblo joven - Aclaró Kang sosteniendo la puerta a pesar de la evasiva del menor - Solo es necesario llegar hasta el limite del territorio y después de eso tomar el desvío en la carretera para llegar - Continuó informando notando la contrariada expresión del chico.

-Estamos aislados - Comentó como una apreciación propia.

Una media sonrisa un tanto espeluznante por parte de Kang bastó para corroborar el pensamiento de Taehyung - No diría aislados, las tierras del señor Kim están geográficamente ubicadas dentro de MistHills, pero sí lo suficientemente lejos del gentío pueblerino - Completo con cierto desprecio que incomodo a contario.

-Yo cargaré mi equipaje - Exigió el pelirrojo adelantase al mayor tomando el aza de su maleta para bordear el automóvil con paso apresurado yendo en dirección a la entrada principal.

La enorme puerta de madera oscura tallada con aquel egocéntrico símbolo familiar fue abierta incluso antes de que pudiera tocarla.

-Buenas Tardes señorito Kim, el Señor Kim le espera en su biblioteca - Saludó una mucama con una enorme sonrisa que pasó como falsa - Permítame le muestro donde queda - Ofreció.

Taehyung comenzaba a lamentarse haber caído en aquel lugar incluso antes de conocer su propia habitación, tantas miradas que ocultaban secretos y pensares, observándole y escudriñándole constantemente durante su estadía, era algo con lo que no pensó que debería vivir. Igualmente negado a soltar su valija en manos de un extraño, esquivo el intento de la mucama de hacerse con ella, dando una negativa con la cabeza aferrándose a sus escasas pertenencias. La mujer pareció ofenderse pero no mencionó nada al respecto, en cambio solo se conformó como guiarlo hasta donde su jefe le había ordenado llevase al chico.

Durante el trayecto el menor quedó asombrado e intimidado por la magnifica mansión, con techos tan altos como para soportar enormes arañas de cristal que iluminaban lo que él asumió era el salón principal, decorado con muebles de estilo victoriano en colores vino con detalles en madera demasiado elaborados para su simplista gusto, larguísimas cortinas gruesas del mismo tono sangriento oscurecido enmarcaban cada gigantesco y ostentoso ventanal . El piso era de mármol negro laboriosamente pulido, reflejando su propia figura haciendo que se cuestionara el tiempo y dedicación que conllevaría dejarlo en aquel estado tan perfeccionista. Encontrando en contraste con la antiquísima decoración ciertos detalles lujosos que indicaban una era más moderna para una mansión como aquella.

Otro detalle que llamó su atención fue la regularidad de superficies reflectantes, no solo espejos si se consideraba que hasta el piso mostraba su reflejo, había contando por lo menos seis de ellos, quizás solo eran una herramienta para alimentar el enorme ego del poseedor de aquella mansión, o sólo se trataba de elementos fundamentales en la decoración, no podía decir, la verdad el diseño de interiores poco le importaba.

Deteniendo su andar detrás de la mucama, detallando la perfección simétrica que mostraba el moño a su espalda que formaba parte del uniforme blanco y negro que portaba, impecable cabe destacar.

-Adelante - Se escucha provenir la orden desde el interior, una voz firme, ciertamente intimidante para un simple chico.

En su cabeza, ya podía imaginarse la clase de hombre que tenía que ser su primo lejano, dado que era el dueño de la nada humilde mansión Kim, que heredada o no, dejaba suficiente información para el menor.

-Pasa muchacho - Repitió la voz, consiguiendo que el aludido tragase grueso, además recibiendo un pequeño empujón por parte de la mujer.

Armándose de valor empujo la puerta y se adentró, demás está decir que la biblioteca era igual de pomposa que el resto del lugar, encontrando igualmente decorados antiguos victorianos con ciertos detalles modernos, por supuesto predominaba el olor a libros viejos, humo de tabaco y un dulce aroma a canela. Con el claro nerviosismo llevó más cerca suyo su equipaje de color rojo desgastado, como si fuera un escudo.

-Buenas Tardes primo Kim - Saludó con educación agradecido de no haber tartamudeado - Gracias por recibirme...


El Guardián De Los Susurros - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora