(4) Run Away with Me (Adrinette/Ladynoir) AU +18

*.◦ °◦✯◦°◦ Capítulo 27 ◦ °◦✯◦°◦.*

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Si pudiera regresar en el tiempo, regresaría al día en el que llegaron a España. Marinette había empezado a portarse extraña desde aquel entonces. Si pudiera regresar a ese día, cambiaría las cosas. Obligaría a Marinette a hablar y a tomar acción antes de que fuera tarde, antes de que llegaran a esto en donde se encontró a sí mismo perdiéndola.

«La única persona a la que verdaderamente amaba lo había dejado y aún se negaba a creer que era cierto. »

—Lo siento tanto.

No estaba escuchando a la persona que estaba hablándole. No estaba al tanto de dónde estaban o quiénes estaban con ellos.

—Hicimos todo lo que pudimos. —La voz siguió, pero todo lo que pudo pensar era en la última sonrisa que Marinette le había dado antes de darle la espalda y salir de la habitación para regresar ahora, solo un corto tiempo después, y encontrar que Marinette se había ido antes de su llegada.

—Era una enfermedad extraña. Empezó con un colapso en el hueso craneal de la señorita Dupain-Cheng...

Se sintió tan vacío como si él también hubiera sido removido de su lugar.

—No había cura. Después de perder la visión... —siguió el doctor, pero Adrien ya sabía todo eso. Él había estado ahí cuando Marinette había abierto los ojos y no había podido ver más.

Había tratado de consolar a Marinette todo el tiempo, desesperadamente sosteniendo su mano y queriendo creer que si lo hacía, entonces ella no sería alejada de él. Pero esta vez no había podido ser capaz de decirle a Marinette qué hacer. Él no tenía ese tipo de poder sobre ella y esta vez no se había salido con la suya. Marinette no había cedido.

—Nuevamente, lamento su pérdida. —Agregó el doctor, pero todo lo que Adrien podía mirar, era la bata blanca que el hombre usaba. Una mano fue a su bolsillo y le extendió algo que reconoció de inmediato. —Ella estaba usando esto. Creo que le pertenece a usted.

«Esto no me pertenece. Eso le pertenecía a Marinette. »

Las joyas fueron dejadas en su palma derecha, la misma mano que había estado sosteniendo la de Marinette todo este tiempo. Aún sin decir palabra alguna, Adrien miró el anillo y el brazalete, los cuales lucían extraños en su palma y no en la mano que deberían estar.

—Lamento que su lazo se haya roto. —Dijo Ivan después de unos momentos de silencio. —Puedes decirle adiós si gustas, pero no creo que pueda esconderte aquí mucho tiempo. Si no regresas a la salvedad pronto, alguien te reconocerá y la policía vendrá a arrestarte.

A él no le importaba.

«Si no podía estar al lado de Marinette, ya no le importaba dónde estaba. »

El doctor se excusó yendo hacia una enfermera de tamaño pequeño y dreadlocks, antes de tomarse de las manos. Todos alrededor de él al parecer hicieron lo mismo, caminando lado a lado.

«¿Por qué ellos nunca habían podido? ¿Por qué, aun cuando él había querido? »

Adrien cerró el puño sobre los objetos en su mano, aunque era más que unos simples objetos para él. Era más que solo pertenecerle a Marinette. Era el símbolo de su lazo. Él ya no era dueño de Marinette, pero si pudiera traerla a la vida, se aseguraría que Marinette estuviera a su lado.

«Debió haberse aferrado más a Marinette... »

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