Maybe it's love [Valdangelo]

Capítulo 12: Medidas

Ya ha pasado una semana desde el ataque al campamento y lo ocurrido con Nico, el hijo de Hades no puede acostumbrarse al hecho de no tener una pierna, pero con ayuda de Will a conseguido andar con muletas.

Hablando del hijo de Apolo, el chico se encuentra con él, ese día decidió ir a llevarle la comida, por lo que se quedó a su lado para asegurarse de que coma como se debe.

—¿Ya no te duele? —pregunta el rubio refiriéndose a la pierna amputada.

—No, aunque a veces siento comezón —explica el hijo de Hades mirando tal zona.

Y es que en más de una ocasión llegó a sentir un horrible dolor en esa zona apesar de que no había nada, Will le explicó que eso debía se debía a que su cerebro aún no se acostumbra al hecho de no tener esa parte de su cuerpo.

—Entiendo —Will suelta un suspiro.

—Solace, no te sientas culpable por esto —Nico lo mira seriamente y con los brazos cruzados.

—Es que... Siento que pude haber hecho más —Will baja la mirada, la sola idea de pensar en esa probabilidad.. No

—Hiciste lo que pudiste, no te atormentes —el hijo de Hades le toma la mano.

Will levanta la mirada y mira al chico, Nico no lo culpa por la decisión que había tomado, sabe que hizo todo lo que pudo.

Esta claro que no se acostumbrará fácilmente a toda esa situación, pero lo hará o lo intentará.

La puerta de la cabaña se abre dejando ver al hijo de Hefesto, Nico no puede evitar sonreir, su compañía y malos chistes siempre lo hacen sentir bien.

El chico termina de ingresar y puede notar que trae varias cosas, puede reconocer que son algunas de las herramientas que Leo suele usar, quiere preguntar para que son, pero prefiere no hacerlo.

Leo se acerca a él y le da un beso en la mejilla.

—Mira, te traje una cajita feliz —el hijo de Hefesto se acerca a él y le entreg la cajita.

—Gracias —los ojos de Nico brillan al abrir la cajita, le encanta las hamburguesas y lo mejor son las figuras que suelen venir en esta.

Toma la hamburguesa y come tranquilamente, mira al rizado comenzar a tomarle medidas su pie, su pantorrilla y pierna, mientras las anotaba en una libreta.

—¿Por qué haces eso? —cuestiona mientras sigue comiendo de su hamburguesa.

—Ya lo sabrás, sombritas —Leo le sonríe y continua con su trabajo.

Nico se puede hacer una idea de lo que el chico está planeando hacer, pero esperará a saberlo.