RESPIRO (XICHENG)

VOZ

*Madre, no contestar*

- Hola madre, estoy...

- ¡No te estoy preguntando dónde estás, y menos cómo, lo que quiero saber es ¿por qué demonios no has visto a los hermanos NIE? ¿Para qué te envié ahí?

¡Seguro te estás haciendo el idiota, tu hermano me dijo que el primer Jade Lan estaba contigo! - gritaba la Señora Yu

- No, él acaba de...

- ¿Ves? Ni siquiera el hombre más paciente del mundo quiere estar contigo porque eres un inútil, bueno para nada e irresponsable, aunque eso es decir poco - interrumpió la señora Yu

- Madre, debo colgar - dijo amable Jiang Cheng y cortó la llamada, no quería escuchar la voz de su madre, no ahora.

Las lágrimas bajaron por su rostro, hacia 2 días lo acababan de dar de alta, sus piernas aún le pesaban, tenía horribles migrañas, insomnio, falta de apetito y mareos, el doctor le dijo que sería como estar "embarazado" ya que aquel medicamento era muy fuerte.

Lan Xichen había salido por unas cosas que les faltaban, ambos decidieron quedarse en el hotel y después irían al departamento a recoger todo.

Las palabras de su madre resonaban con fuerza en su cabeza, era cierto, era un inútil, un poco hombre y un niño, todos los que lo conocían solían decirle así.

Sus ex's, le decían que era un loco insoportable, un bicho raro que en vez de dar amor, busca solo recibirlo, un egoísta, un estúpido idiota...

El sonido de la puerta lo sacó de sus pensamientos y corrió al baño a lavar su rostro, no quería que Xichen lo viera llorar, aquel día en el hospital se prometió a sí mismo que no lloraría de nuevo frente a Xichen.

Aquel hombre era perfecto, así que él no debía molestarlo con sus estupideces, prefería mostrarle buena cara, ya que no solo estaba en juego su orgullo, sino que también estaba en juego la imagen que estaba mostrando.

- ¿Wanyin, todo bien? - preguntó preocupado Xichen

- Sisi - dijo desde el otro lado de la puerta, la había cerrado con llave ya que no se sentía seguro de contener su llanto en ese momento

- ¿Por qué insistes en mentirme? - dijo con una voz suave Xichen, recargando su mano en la puerta, a la altura de donde se encontraba la frente de Jiang Cheng del otro lado de ésta.

- ¿Puedo hacerte una pregunta estúpida? - preguntó temeroso

- Estúpido es preguntarme si me puedes hacer una pregunta Wanyin - dijo suave

- ¿Crees que soy un niño, egoísta, débil, inútil e idiota? - dijo con voz rota

- Jamás pensaría eso de ti Wanyin - dijo tranquilo Xichen

- Pero... ¿lo has pensado? - preguntó temeroso

- Nunca, creo que eres un hombre valiente, fuerte, y no solo en el aspecto físico, sino también psicológico, creo que eres un hombre maravilloso, creciste rodeado de personas que no lo supieron apreciar, que solo juzgaron tus defectos, o daban opiniones negativas, las mismas que te han hecho dudar de ti mismo. - dijo seguro - Eres increíble Wanyin - suspiró suavemente aquellas palabras.

- ¿Enserio crees todos lo que acabas de decir? - dijo temeroso Jiang Cheng

- Nunca te mentiría, lo juro - dijo intentando abrir la puerta - ¿puedes abrir? Quiero ver a la persona con la que estoy hablando, sino, comenzaré a creer que esta puerta habla. - dijo riendo

- De acuerdo - abrió la puerta

- Jiang Cheng, Jiang Wanyin, A-Cheng, - dijo tomando su mano - a partir de hoy te mostraré el otro lado de ti, aquello que te has mantenido oculto a ti mismo, te hablaré con cariño, todo el cariño que nadie te dio, te haré feliz, por cada noche que has sufrido, sacaré una sonrisa de tu rostro por cada lágrima que has llorado, lo juro - dijo Xichen acariciando suavemente su mejilla

- Eres un loco - dijo sollozando Jiang Cheng

- Pero ahora soy tu loco Wanyin - dijo dando un beso en la frente del contrario.

- Te amo... - soltó Jiang Cheng

- ¿Qué? - preguntó alegre y sorprendido Xichen

- Nada, ¿qué cenaremos? - dijo intentando soltar sus manos del agarre de Xichen

- Tú me hiciste repetirlo varias veces en el hospital, - dijo haciendo un puchero con sus labios - por favor dilo - suplicó

- De acuerdo, solo hoy... - frunció el ceño - Te amo - soltó molesto

- Así no vale, eso sonó obligado - Xichen entre cerró los ojos algo disgustado

- Estoy siendo obligado ¿sabes? - gruñó

- Molesto te vez lindo - dijo sonriendo

- Aish, vamos, quiero comer - dijo rodando los ojos

Ambos caminaron hacía la sala de la suite, sacaron la cena de las bolsas que Xichen había traído y se sentaron en el sillón a comer.

*Madre, no contestar*

Jiang Cheng tomó el teléfono entre sus manos queriendo ocultar el nombre y se levantó para ir am cuarto y evitar que Xichen escuchara

- ¿Qué pasa? - dijo sumiso

- ¡A ver pedazo de idiota, ¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA COLGARME DE ESE MODO?! - gritó Madame Yu

- Lo siento madre, pero la conversación había terminado - dijo nervioso

- ¡Pedazo de mierda, la conversación no termina hasta que yo lo decida! - gritaba Madame Yu

- De acuerdo Madre... - dijo sumiso

- ¡Como veo que te estás tomando el trabajo como unas vacaciones, enviaré a Jin Zixuan a hacer lo que tú no has podido hacer imbécil! - gritó con fuerza

- No, madre, yo... - Madame Yu cortó la llamada

Lo que le faltaba, aquel maldito pavo Real metiéndose en sus negocios, tomó su abrigo y guardó su celular en el bolsillo del pantalón, caminó hacia la puerta del cuarto.

Ahí enfrente suyo estaba Xichen con un rostro serio, como jamás lo había visto, pálido y con la mirada fija en él.

- ¿Xichen? - preguntó asustado

- Lo siento, sé que no debí escuchar la conversación, pero... - Xichen temblaba y su rostro serio ahora mostraba tristeza - ...tu madre... ¿siempre te ha tratado así? - preguntó nervioso ante la posible respuesta

- Sí, creo que ya me acostumbré - dijo despreocupado

Xichen lo tomó del brazo izquierdo y lo jaló hacía su pecho, lo rodeó con sus brazos y comenzó a sollozar.

- Lo siento, en verdad lo siento, debí haberlo notado antes, debí estar para ti desde un inicio, debí tomar tu mano y correr cada que iba a tu casa, debí abrazarte con más fuerza cada vez que te vi... lo siento, lo siento - lloraba con fuerza Xichen

- No es tu culpa - Jiang Cheng se aferró al pecho del contrario - así es ella y ahora podemos correr juntos ¿estás de acuerdo? - preguntó alegre

- Si, prometo correr contigo cada vez que necesites escapar, lo juro - dijo apretando con fuerza a Jiang Cheng

- Bueno, ahora podemos correr a la oficina de los Nie para evitar que el pavo Real me quite mi trabajo ¿te parece? - preguntó riendo Jiang Cheng

- Si, pero, solo un minuto más así ¿quieres? - dijo Xichen

- De acuerdo, pero no te diré 'te amo' - dijo Jiang Cheng

- No arruines el momento Wanyin, solo quédate en silencio - dijo aferrándose a aquel momento.