Sus planes eran simples, tomar aquel vuelo y nunca volver...
Pero el universo parecía querer reírse de él una y otra vez, su pasado había vuelto para torturarlo nuevamente, pero ahora no estaba solo...
Lo único importante, su plan nunca fue volver a...
Jiang Cheng estaba en el suelo llorando, tenía menos de 10 minutos para que Lan Xichen llegara, tenía 2 opciones en ese momento, la pistola que había conseguido o las pastillas que tardarían unos minutos pero eran efectivas.
Los últimos correos de Xichen se repetían en su cabeza "te amo como no tienes una idea Jiang Cheng", no era momento de dudar, la decisión estaba tomada, tomó el arma y la colocó en su boca, sus manos temblaban, su dedo ya estaba en el gatillo, "A-Cheng"... La voz de Xichen sonaba tan clara y fuerte dentro de su cabeza.
- Cualquier muerte ocasionada por uno mismo es ridícula - la voz de Lan Zhan se oía clara en su cabeza.
Pasaron unos minutos y Jiang Cheng había puesto la pistola en diferentes lados de su cabeza, pero las manos le temblaban y comenzó a sudar frío. Arrojó la pistola sobre la cama y tomó la caja de pastillas, las abrió y se las trago en puños de 3, se sentó en la cama y no sentía ningún cambio, creyó que quizás por los nervios tardarían un poco, así que se relajó un poco, cerró los ojos y se dejó caer sobre la cama.
- Lo más seguro es que digas que me amas por lástima, claro, quizás te doy tanta lástima por las estupideces que escribí en la carta. - decía Jiang Cheng cubriendo su rostro con sus manos - Jaja, claro que Lan Xichen no me ama, ese hombre perfecto jamás me amará - la risa de Jiang Cheng estaba llena de miedo, de enojo y de tristeza. - además ya tiene pareja, un hombre dulce y alegre que siempre estará a su lado, claro que nunca se fijaría en mí, eso sería una idiotez. - las lágrimas de Jiang Cheng no caían de sus ojos, permanecían ahí como suave y delicado rocío en la flor...
TOC, TOC, TOC...
Tres golpes firmes se escucharon en la puerta, Jiang Cheng no quería preguntar, no quería levantarse, no quería abrir.
- Wanyin... abre la puerta por favor - la voz de Xichen mostraba que llevaba un buen tiempo llorando.
Jiang Cheng sintió miedo, pero a la vez se sintió muy feliz de escuchar aquella voz que lo hacía sentir seguro en tan solo segundos.
- Wanyin, necesitamos hablar, hay cosas que no sabes, por favor abre la puerta. - la voz de Xichen parecía estar rogando, se había recargado en la puerta y no planeaba esperar demasiado tiempo. - Wanyin, por favor, no quiero romper esta bonita puerta... - Xichen quiso reír, pero sus lágrimas comenzaron a caer amargamente por sus mejillas - Oh solo dime que estas bien y me voy, solo eso, por favor.
Jiang Cheng comenzó a sentirse adormilado, quizás solo necesitaba escuchar aquella voz para poder irse tranquilo, "si era eso", se repetía Jiang Cheng mientras comenzaba a dejarse vencer por el cansancio.
- Adiós A-Huan... - susurró para sí mismo Jiang Cheng y dejó que el sueño se apoderara de su ser.
5 minutos de silencio, un silencio que parecía eterno, un silencio que explicaba a la perfección que aquel hombre sobre la cama se estaba despidiendo de la vida cruel y dolorosa que le había tocado vivir.
Con toda su fuerza Xichen logró abrir la puerta, a pesar de que era un departamento en una zona "común", era bastante grande, así que Xichen tuvo que buscar unos momentos a su Jiang Cheng.
Y ahí estaba, aquel hermoso hombre que lo hacía sentir cientos de emociones al mismo tiempo, aquel hombre de hermosos ojos, de suaves labios, de hermosa voz, en el suelo, parecía dormir, pero un frasco tirado a unos metros de él, le daban a entender que no estaba durmiendo.
"Si tomo el arma y yo también acabo con mi vida pareceremos Romeo y Julieta" pensó por un momento Xichen.
- Pero que estupidez, hay cosas que todavía no se han dicho, cosas que todavía no se han hecho, cosas que todavía no se han vivido... - dijo Xichen tomando a Jiang Cheng en sus brazos.
- No puedes irte, no aún.
Xichen se sentía impotente por no poder hacer nada por salvar a él hombre que amaba, su cerebro estaba bloqueado por el shock.
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- Lan Zhan - dijo Wei Ying entre nervioso y curioso
- dime - dijo tranquilo Lan Zhan
- Me duele el pecho, como si algo malo fuera a pasar... - dijo Wei Ying tomando la mano de Lan Zhan y colocándola sobre su pecho
- Todo estará bien, mi hermano ya se está encargando de ello. - dijo Lan Zhan depositando un suave y delicado beso en la frente de Wei Ying
- De acuerdo Lan Zhan - dijo Wei Ying dejándose hacer
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Xichen llamó a una ambulancia bastante alterado, ofendió sin querer al joven que le había contestado.
En cuanto la ambulancia llegó, Xichen tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, y Jiang Cheng estaba bastante pálido.
- Wanyin, por favor, no me dejes... Te amo... - dijo Xichen subiéndose a la ambulancia.