RESPIRO (XICHENG)

SUSURROS

Jiang Cheng se sentía tan tranquilo, hacia un par de días que aquellas voces no se hacían presentes en sus sueños.

La voz de Xichen era su droga favorita en estos días, sus brazos, sus ojos, su nariz, sus suaves y dulces labios...

*Empresa Nie*

- Hola

- Hola Jiang Wanyin - esa voz

- ¿Hay algún problema señor Jin? - intentó hacer que su voz no sonara tan rota

- Quería ver si podemos hablar, respecto al trabajo claro...

- ¿Qué día señor Jin?

- No me digas "señor" A-Cheng, no somos tan diferentes

- Entonces Jin Guang Yao, ¿cuándo?

- Si estás libre hoy en la tarde estaría perfecto.

- De acuerdo, nos vemos entonces

Colgó la llamada y se sentó en la cama.

Era una mañana muy linda, el sol brillaba con suavidad y no hacía frío.

Jiang Cheng se levantó de la cama y caminó al baño, Xichen había salido en busca de algo para desayunar, claro se fue con la advertencia de que pidiera ayuda para endulzar el café.

Jiang Cheng abrió la llave del agua y comenzó a desnudarse, el agua estaba tibia y se sentía tan relajado.

De un momento a otro su espalda comenzó a doler como el maldito infierno, le ardía horriblemente.

Cerró la llave del agua y secó con cuidado su espalda, salió del baño y tomó el teléfono del cuarto, era claro qué había pasado y tenía una idea de quién había sido.

....

Jiang Cheng entraba con la frente en alto a la empresa Nie, ahora sentía que podía hacer todo ya que tenía a Lan Xichen de su lado.

Xichen le había dado una de las mejores mañanas de su vida, un delicioso desayuno, un silencio que en minutos se volvió risas y después una larga explicación de que el día en la empresa Nie iría muy bien.

Subió al ascensor y llegó al piso, la secretaria le dijo que esperara un poco y eso estaba haciendo hasta que recibió una llamada.

*A-Huan*

- ¿Ya llegaste?

- Si, te marco cuando termine la junta

- ¿Todo bien?

- Si si, solo estoy preocupado, un poco quizás, pero no es nada

- Wanyin, ¿quieres que vaya por ti? Puedes pasar la junta para otro día

- No, no seas dramático es solo que agh olvídalo, te marco después

- Wanyin...

Colgó la llamada y soltó un suspiro, le gustaba ese lado de Xichen, era algo nuevo y a la vez excitante.

- Ya puede pasar joven Jiang - dijo la secretaria

- Gracias - se inclinó y entró en la oficina

- Hola Jiang Cheng... - esa voz, esa maldita voz que parecía reventarle los oídos cada vez que la escuchaba

- Jin Guang Yao...

- Supongo que no sabes para qué te cite hoy ¿correcto? - su maldita voz burlona

- Supongo que por trabajo ¿me equivoco? - contestó tranquilo

- Algo así - dijo mientras sacaba un folder de un cajón