RESPIRO (XICHENG)

GOLPES

- Wanyin...

- Solo disparate en la cabeza algún día

- No eres nada ni nadie

- Nadie te quiere ni te querrá nunca

- Morirás solo

- Solo matate y acaba con tu miserable vida, basura Cheng

- Eres el peor error que pude cometer en la vida, te debí abortar a tiempo

- De nada te sirven las malditas clases privadas, no le llegas a los talones a Wei Ying.

- Si quieres que te ayude a pasar el año deberás abrir las piernas para mi Jiang Cheng.... - Jamás debes decirle de esto a nadie....

- ¿Estás bien?

- A-Cheng, dime ¿por qué tiemblas cada vez que alguien se te acerca?

- Serás mío cada vez que yo te llame Jiang Cheng...

- Deberías de matarte Jiang Cheng, no debes ser llamado mi hijo cuando un maldito niño callejero es mucho mejor que tú.

......

Jiang Cheng abrió los ojos, esas pesadillas, las voces que escuchaba, su pecho le ardía y sus ojos lloraban llenos de dolor.

No lo toleraba, se sentía la maldita mayor basura del mundo, todo su ser estaba cansado, sus lágrimas se volvían cada vez más amargas y espesas.

Tomó la almohada a su lado y la abrazó con fuerza, mordió la almohada intentando ahogar sus gritos, se sentía tan solo, tan miserable, tan vacío...

Se sentó en el suelo y abrazó sus piernas a su pecho, sus lágrimas caían y caían, su respiración era inestable, mordía sus labios hasta hacerlos sangrar, se sentía tan pequeño, tan inútil...

No podía más, su pecho pesaba de un modo inexplicable, su garganta se cerró en un enorme nudo que amenazaba con no irse nunca.

La puerta se abrió, escuchó suaves pisadas, no podía enfocar bien la vista por culpa de las lágrimas, sin saber cómo, ahora se encontraba en su cama siendo acurrucado por alguien, alguien que olía bien, muy bien.

.....

Abrió sus ojos nuevamente, sentía su cuerpo muy pesado, se sentía exhausto, sentía que había corrido un maratón.

Un delicioso aroma llegó a su nariz, su estómago rugió con fuerza, "¿de dónde venía ese delicioso aroma?", pensaba Jiang Cheng.

- Buenos días Wanyin, ¿estás bien? - una dulce y cálida voz llegó a sus oídos.

- ¿Xichen? - preguntó enderezado su torso

- Sé que no es de mi incumbencia, pero enserio quiero saber ¿qué pasó anoche? ¿Puedes dejarme saber? - preguntó Xichen colocando la charola de comida en la cama y sentándose a su lado.

- ¿Anoche? ¿Qué pasó anoche? - preguntó desorientado Jiang Cheng

- A que estuviste llorando en el suelo, diciendo que querías morirte y no dejaste que te cuidara, bueno, hasta que te dormiste - explicó con cuidado

- No recuerdo eso... - dijo bajando la cabeza con una mirada confundida

- Está bien, quizás fue una crisis de ansiedad, el doctor dijo que pasarían - dijo Xichen tomando el jugo y poniéndolo en la mesita de noche.

Jiang Cheng vio su celular, la batería ya estaba cargada así que lo desconectó y revisó la hora.

*Madre, no contestar* (15 llamadas perdidas)

- Mierda - maldijo Jiang Cheng y remarcó el número

- ¿Pasó algo? - preguntó preocupado Xichen

Alguien respondió la llamada

- Jiang Cheng, tu madre no puede contestar ahora, ven rápido a la habitación 613 - dijo rápidamente Wen Qing y colgó

- Mierda, mierda, mierda - repetía Jiang Cheng mientras se levantaba y alistaba algo de ropa para bañarse

- ¿Qué pasa? ¿Algo está mal? - preguntó Xichen acomodando la mesita en la cama

- Todo está jodidamente mal, carajo están aquí, debo bañarme y subir, tu te quedas aquí - dijo sin voltear a verlo en ningún momento.

.....

Estaba listo, físicamente hablando, se había bañado y arreglado, salió del cuarto y subió al ascensor, solo era un piso más arriba y un par de pasos.

Su corazón latía al millón, ahí lo vio, el número "613", tocó la puerta, pero no obtuvo respuesta, decidió tocar nuevamente, un golpe seco llegó a sus oídos, con desesperación insistió en golpear la puerta.

Su madre estaba de pie frente a él, su mano estaba roja y su rostro estaba lleno de enojo, no sabía qué hacer.

- Entra imbécil - dijo llena de coraje

Ahí la vio, la razón del sonido de hacía unos momentos, Wen Qing estaba en el suelo tocando su mejilla con su mano y una lágrima caía por su rostro.

- ¿Qué pasa aquí? - giró para ver a su madre, recibió un golpe que hizo que su rostro casi girara

- Maldito imbécil, llegaste tarde con los Nie, - una nueva cachetada - trajiste a Lan Xichen, - otra - dejaste a tu prometida con una carta que decía que terminaría el compromiso, - otra - y nos hiciste venir hasta aquí - una última.

- Lo siento, no pensé que vendría hasta aquí madre - bajó la cabeza, su mejilla ardía con fuerza y sus ojos picaban

- Si, romper el matrimonio quizás te ayude a entender tu lugar - dijo Madame Yu

Jiang Cheng alzó la vista, ya no le hablaba a él, sino a la chica que yacía en el suelo temblorosa

- Una Wen, - escupió en su rostro - debería conocer su lugar y no dejar que su prometido se vaya - la tomó del mentón y apretó con fuerza - eres una maldita ba...

- ¡Detente! - dijo con fuerza Jiang Cheng - si el compromiso se rompe, no es porque tú lo decidas, sino porque nosotros no queremos - dijo serio

- Ahora resulta que los patos les tiran a las escopetas, Jajaja - se burló Madame Yu

- Madre, yo no me casaré con Wen Qing, no por quién sea, sino porque no quiero ser forzado a algo que no deseo - dijo enderezado

- Retírate - ordenó Madame Yu a Wen Qing - bien, si rompes el compromiso deberás pagar por ello - dijo Madame Yu sacando un cinturón grueso de su bolso.

....

Wen Qing corrió hacia el ascensor y al entrar comenzó a llorar, la puerta se abrió, estaba segura de no haber bajado más de un piso.

- Disculpe señorita, ¿está usted bien? - preguntó Xichen al ver a la chica en ese estado.

- Usted es Zewu-Jun ¿cierto? - preguntó alzando un poco la vista

- Si...

- Suba a la habitación 613, alguien lo necesita ahí - dijo desesperada.

.....

- 16, 17, 18, 19 - el sonido de la carne siendo azotada era espantoso, la espalda de Jiang Cheng era un desastre y mordía sus labios para no gritar

- Ma....dre... - decía entre agonizantes gemidos

- ¡CÁLLATE, PARARE HASTA QUE ME CANSE! - gritó con fuerza

Tocaron a la puerta con fuerza, casi desesperación y después ésta fue abierta de par en par.

- ¡DETÉNGASE, ESO ES INHUMANO! - gritó Xichen con angustia

- ¡Inhumano es que mi hijo no cumpla con lo que se le ordena! - gruñó Madame Yu, azotando nuevamente la piel de Jiang Cheng

- La familia Lan dejará de apoyar su empresa si no suelta ese cinturón ahora - dijo seguro Xichen

- Veo que conseguiste quien te defienda - susurró Madame Yu en el oído de Jiang Cheng mientras lo empujaba hacia adelante.