RESPIRO (XICHENG)

PASADO

Jiang Cheng no sabía que era lo que sentía, su pecho estaba pesado y su cabeza daba demasiadas vueltas, sabía que no era el alcohol pues solo llevaba 2 tragos, pero se sentía muy muy mal.

Caminaba sin rumbo por la gran y oscura ciudad, ya que aquel lugar era conocido por tener pocas luces en la calle y no muchos autos.

Miraba su celular cada tanto y sus lágrimas no dejaban de caer, su respiración estaba entrecortada y su boca seca.

Mandó al diablo sus mareos y náuseas para continuar dando tragos a la botella, era buen alcohol, amargo en la boca, pero dulce en el corazón.

Jiang Cheng no sentía el frío de la calle, solo podía sentir como su cuerpo comenzaba a sudar frío y sus manos temblaban con fuerza.

Aquellas 2 ideas seguían frescas en su mente, ambas eran contrarias la una de la otra, pero por algún motivo ambas sonaban jodidamente espectaculares.

La primera idea era volver a su departamento en busca de su arma y darse un tiro, ya no quería recordar ni pensar en nada....

La otra era llamar a Xichen y pedirle ayuda, no sabía cómo, pero aquellos días durmiendo juntos eran la gloria para Jiang Cheng, no habían tenido sexo y apenas se habían besado, pero sentir el corazón de Xichen en su oreja o su respiración en la frente era algo excitante y maravilloso.

Se dejó caer cuando un hombre lo empujó en la calle, en fin, ni siquiera se había disculpado y él necesitaba un par de segundos para pensar.

Se dio cuenta que no había abierto una última carpeta, qué más daba, su vida estaba jodida si aquello se revelaba.

Su dedo tembloroso se dirigió a la carpeta sin abrir en las fotos de Wei Ying, si era lo que él creía, estaba más que jodido, estaba malditamente muerto.

Hizo "clic" y definitivamente eran las fotos que no quería ver...

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Los Jiang debían ir a un viaje de negocios y dejarían a sus hijos 2 años solos, no solo por trabajo, sino que aprovecharían para tomar unas vacaciones de ellos.

Esos 2 años parecieron una eternidad para los chicos, una eternidad que amenazaba con arruinar sus vidas para siempre.

Los 3 estudiaban en la universidad "sin noche", los 3 se destacaban en sus áreas de estudio seguidos de los hermanos Wen.

Sin saber cómo o cuándo, Jiang Yanli se volvió novia de Wen Chao, según ella él era un chico prometedor, algo atrevido, pero bastante agradable en privacidad.

Por su parte, Wei Ying se volvió novio de Wen Xu, según él, este novio suyo era "genial" y lo hacía hacer cosas que eran divertidas...

Y bueno, Jiang Cheng estaba... bajo el escritorio de Wen Ruo han muy seguido, debía darles un buen promedio a sus padres, así que estaba dispuesto a ser tomado como un objeto cada tanto.

Sin darse cuenta, los Wen llevaron a los chicos a la desgracia, o más bien, la peor etapa de sus vidas...

Wen Chao supo manipular a Yanli para conseguir aquellas fotos tan íntimas, Wen Ruo han usaba a Jiang Cheng cada que quería y a veces lo grababa sin que se diera cuenta para después usar aquellos vídeos en el mercado negro y Wen Xu llevó a Wei Ying al mal camino, alcohol, orgías y drogas...

Ninguno de los hermanos notó que todo era filmado, a excepción de Yanli ya que ella era la que enviaba esas fotos, pero lo que menos esperaban era que los Wen usarían todo aquello a su favor.

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Jiang Cheng recordaba cómo mientras él lloraba por el dolor que Wen Ruo han le provocaba a sus entrañas, entró Wei Ying desesperado pidiendo ser internado en una clínica, pues no quería ser aquel joven ni un día más.

Y aquella noche en la que su hermana le pidió entre lágrimas que convenciera a Wen Chao de borrar aquellas fotos y vídeos, cosa que, según él, había logrado.

Esos 2 años hubo demasiadas fotos y vídeos de los hermanos Jiang en manos de los Wen y Jiang Cheng no esperaba que aquello estuviera nuevamente en sus manos....

- Muérete

- Esto te va a doler Jiang Cheng... Ahhh, Fengmiang...

- Tu hermanita es muy linda...

- A-Cheng, ayúdame por favor, llama a la clínica, llévame y no me dejes salir hasta que esté limpio, te lo ruego...

- A-Cheng, tengo miedo, tiene...mis... fotos...

Sin haberse percatado, se había acabado las 2 botellas y se sentía algo más tranquilo, tomó su celular, estaba más seguro que nunca de lo que iba a hacer.

- A-Huan...

- ¿Wanyin? ¿Dónde estás? Son las 2 de la madrugada, por Dios ¿dónde...? - su voz estaba llena de angustia y ternura al mismo tiempo, pero Jiang Cheng no lo dejó continuar

- A-Huan, por favor ven y haz que se callen, te lo ruego... - comenzó a llorar con fuerza

- Wanyin, ¿dónde estás? - su voz era completamente distinta, había una gran preocupación en ella - envíame tu dirección e iré a donde estés, por favor - su voz lograba tranquilizar a Jiang Cheng de una forma inexplicable

Se dejó llevar tanto por el sonido de la respiración de Xichen que se quedó dormido en la banqueta, el teléfono seguía pegado a su oreja y aunque Xichen le preguntaba una y otra vez "¿dónde estás?", Jiang Cheng se sentía sereno y en paz...

En su mente aquellas voces nuevamente no se escuchaban, su corazón estaba tranquilo, su mente también y por primera vez su alma...

Por alguna razón recordó aquel día en el departamento y cómo la voz de Xichen hizo que las pastillas comenzaran a funcionar...

Pero... recordó cómo esa misma voz lo despertó en el hospital, si, había sido absurda su forma de hablar, pero también fue algo único, pues no era común que un Lan le leyera un libro a cualquiera, mucho menos que hiciera voces absurdas.

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Abrió sus ojos, todo estaba oscuro, no podía moverse ya que un par de fuertes brazos lo sostenían.

Se movió con rudeza hacia atrás, lo que alertó a aquel hombre e hizo que afianzara su agarre.

Jiang Cheng se sentía en paz, se sentía tranquilo y protegido, ahí fue donde notó que, o más bien, quien lo sostenía.

- A-Huan...

- No me dejes, no otra vez Wanyin, no me des esos sustos, sentí que lo perdía todo, te has vuelto mi mundo en pocos días, si bien ya eras alguien importante para mi, ahora eres mi mundo entero... - su voz era segura y dulce, sus brazos se volvieron más firmes en la cadera de Jiang Cheng

- A-Huan - Jiang Cheng se dejó abrazar y minutos después estaban frente a frente, sin decir ni hacer nada, solo escuchando cómo sus respiraciones se volvían una y sus latidos se mezclaban en una dulce sinfonía.

- Mío - dijo Xichen dejando un puro y dulce beso en la frente de Jiang Cheng, en ese momento no pensaba en nada ni nadie...

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- Gracias por aquella información mi querido amigo....

- Es un placer araña Violeta...

"Ahora sí recuperaré mi empresa" pensó con una cruel sonrisa Madame Yu.