Hombres lobo

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Terminó de cargar el agua y cargó con el pesado recipiente, su casa no quedaba tan lejos.

Midoriya, su vecino, le sonrió.

—¿También te enviaron al pozo a ésta hora? -Preguntó mientras colocaba correctamente el recipiente antes de bajar con suavidad la cadena del pozo.

Kaminari asintió.

—Así es, incluso cuando está anocheciendo mi padre me pide esto, un día de éstos terminaré perdido.

El peliverde tembló ligeramente.

—Tú... ¿Has oído lo que pasa en éste bosque no es así? -Preguntó un tanto nervioso.

Denki sintió como se le erizaban los vellos del brazo.

—¿Hablas de los h-hombres lobo?¿Que s-secuestran gente? E-es sólo una leyenda tonta... -Murmuró con poca confianza. —Si quieres me quedo contigo hasta que termines.

Izuku sonrió agradecido, a él realmente le asustaban ese tipo de cosas.

La noche cayó en un abrir y cerrar se ojos y cuando la luna llena resplandeció con fuerza Midoriya sostuvo con fuerza sus recipientes.

—Terminé, mejor vamos a cas... -Un aullido se oyó a los lejos.

Ambos jóvenes quedaron estáticos.

—Lo mejor sería que nos apuremos... -Mencionó el rubio mientras comenzaba a caminar con rapidez.

El aullido volvió a escucharse, más cerca.

Pronto se escuchó otro justo detrás de ellos.

Los dos jóvenes aceleraron el paso, pero pronto se vieron rodeados por los lobos.

Pero lo llamativo eran sus extraños colores.

Uno era de un rojo sangre, el pelaje del otro era de un rubio cenizo, esos dos se quedaron quietos, mirándolos fijamente.

Había otros dos, uno morado y otro cuyo pelaje se encontraba dividido perfectamente a la mitad, una mitad roja y la otra blanca, esos dos comenzaron a acercarse peligrosamente a ellos.

—Izuku, tranquilo, no intentes correr o será peor. -Advirtió Kaminari.

El peliverde asintió despacio y estiró su mano para entrelazarla con la de su amigo.

—No se ven... Peligrosos. -Mencionó el de ojos esmeralda sin apartar la mirada de aquel lobo bicolor, que continuaba acercándose a él. —¿Qué crees que quieran? No parecen querer comernos o tal vez lo hagan luego.

Denki apretó la mano de su amigo con fuerza.

—Izuku, no digas esas cosas que me pones nervioso. -Le susurró.

El lobo morado continuó acercándose a él, Kaminari observó fijamente los ojos de ese extraño lobo y sintió como su corazón se iba acelerando.

¿Qué le estaba pasando?¿Por qué pensaba que aquellos ojos se veían tan... Humanos?

Una nube cubrió la luna y quedaron a oscuras por unos segundos, en el cual los dos jóvenes tomaron sus manos con fuerza.

Cuando la luna volvió a ser visible Denki e Izuku soltaron una exclamación.

Frente a ellos ya no había cuatro lobos, sino cuatro apuestos jóvenes.

Un pelirrojo con grandes colmillos y un rubio de ojos rubí que se encontraba cruzado de brazos.

Pero la atención de los jóvenes se centró en aquellos que tenían frente a sí.

Denki observaba perplejo al pelimorado frente a él, sus cabellos se encontraban totalmente alborotados, adornados con plumas y su oreja izquierda se encontraba repleta de aretes de un dorado brillante, eran de oro, también llevaba brazaletes a juego, su vestimenta era escaza, su torso desnudo enseñaba los diferentes tatuajes coloridos que en el se pintaban, unos cortos pantalones de cuero y sus pies descalzos.

Sunshine [ShinKami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora