El contrato (TRADUCCIÓN)

Capitulo 2

Tratando de no temblar, Hermione se dirigió hacia las puertas de Hogwarts. Guardó todos sus artículos necesarios en su baúl y lo encogió para caber en su bolsillo. Ella no tomó las cosas que realmente valoraba. Si algo salía mal, y con Voldemort como esposo, algo iba a salir mal, no quería que Voldemort los tuviera. Harry le había prometido cuidar bien de sus cosas hasta que regresara. Solo eran cosas pequeñas, un álbum con fotos de sus padres, su viejo osito de peluche (dejó de dormir con él hace diez años, pero la hizo sentirse segura al saber que lo tenía a su alcance), algunas de las joyas de su abuela y la mayoría de sus libros. Las únicas cosas que compró con ella fueron ropa, armas y sus libros menos valiosos. No es que pensara que Voldemort la dejaría quedarse con las armas, pero preferiría venir preparada que no. Ella podría luchar con cuchillos. Remus Lupin le había enseñado cómo hacerlo el verano pasado, y Hermione había seguido practicando los movimientos simples en su tiempo libre. No es que tuviera ninguna posibilidad contra un verdadero maestro (lo que Kingsley Shackleblot había demostrado después de una pelea rápida), pero si sorprendía a alguien, tenía una oportunidad.

Después de repasar los movimientos del cuchillo y los hechizos más efectivos en su cabeza, se sentían lista para Aparecerse. Cerró los ojos y pensó en el lugar que Dumbledore le mostró en un mapa. Sintió la sensación de moverse rápido por el espacio y cuando abrió los ojos, estaba parada en una carretera desierta cerca de un pequeño pueblo. Su corazón latía rápidamente cuando comenzó a caminar hacia el cementerio. Estaba oscuro, pero ella siguió el camino y pronto vio las primeras lápidas. El cementerio parecía estar vacío, pero cuando ella estaba parada en el medio, escuchó movimientos detrás de ella. Se dio la vuelta y vio nada menos que a Lucius Malfoy acercándose a ella. Tenía una sonrisa burlona en su rostro aristocrático.

"Bueno, bueno, ¿no es la nueva señora? ¿Estás sola?" preguntó el mago rubio.

Hermione no pudo emitir ningún sonido. Sentía la garganta como un desierto. Ella solo asintió.

"Bien. Tu esposo no pudo estar aquí hoy, pero me dio órdenes de llevarte a su residencia temporal". Malfoy dio un paso hacia ella. Hermione trató de no estremecerse cuando él la agarró del brazo. Sonrió con una sonrisa desagradable antes de Aparecer.

Cuando Hermione abrió los ojos, se encontró dentro de una pequeña habitación iluminada por un fuego casi desprovista de decoración. Las paredes eran de color gris y no había ventanas. Sólo una pequeña mesa que parecía muy inestable estaba en medio de la habitación.

"Por favor, ponga todas sus pertenencias sobre la mesa", exigió Malfoy, "y su varita".

Vacilando, Hermione puso su baúl sobre la mesa. Aparte de eso, solo tenía la ropa que llevaba y el collar que le dio Dumbledore. Dejar sus cosas la cansaba. No la tranquilizó para nada que tuviera que dejar su varita allí también. Trató de decirse a sí misma que Voldemort simplemente tenía que protegerla ... ¿O estaba obligado a protegerla después de que consumaron su matrimonio? Ella se estremeció.

Malfoy transformó el baúl a su tamaño normal y lo abrió.

"¿Armas?" Malfoy pareció sorprendido. "Todos asumimos que intentarías matar al Señor Oscuro pero ... ¿no es esto un poco obvio?"

Hermione encontró su voz. "Yo ... Esos son solo para practicar. No soy muy buena."

"Ya veo ..." Malfoy se dio la vuelta y la miró con más atención. "Quítate la bata".

"¿Q-qué?"

"Ahora".

Hermione abrió su bata y la arrojó sobre su baúl. Llevaba vaqueros azules y una sencilla camiseta blanca debajo. Los labios de Malfoy se curvaron cuando vio su ropa muggle. Se inclinó y le puso una mano en el tobillo. Hermione hizo una mueca cuando encontró el cuchillo escondido. Realmente no había planeado usarlo, pero siempre escondía un cuchillo allí desde el verano anterior. Lupin le había dicho que uno nunca podría estar lo suficientemente preparado.