El contrato (TRADUCCIÓN)

Capitulo 24

Incluso si Voldemort le había prometido matarla, Reya Radcliff fue lo suficientemente valiente como para acercarse a él y decirle lo que había sucedido. Después de que él dejó Brasil, Hermione transportó a Severus a un hospital mágico. Luego, regresó con Reya y esperó la mañana. Una vez que Reya se convirtió de nuevo en humana, los dos se marcharon del hotel y se fueron. Como ninguno de los dos era buscado, habían decidido llevar el transatlántico Floo de regreso a Inglaterra.

Antes de eso, se detuvieron a desayunar en un pequeño restaurante muggle al lado del Ministerio de Brasil. Cuando salieron del restaurante, un par de hombres encapuchados agarraron a Hermione y se fueron con ella en un auto muggle. Reya había lanzado hechizos tras ellos y había sido arrestada por el Ministerio de Brasil. Le tomó una semana encontrar a alguien que entendiera lo que estaba diciendo. Después de eso, fue liberada y los Aurores brasileños habían comenzado a buscar a Hermione. Sin resultados.

Voldemort no mató al hombre lobo, pero sí la torturó por permitir que secuestraran a Hermione.

Cuando Reya logró salir de la oficina, cojeando y sollozando, Voldemort se reclinó en su silla. Esta sería una buena lección para Hermione. Él era el único que podía protegerla. Si lo dejaba, se metería en problemas. Los secuestradores probablemente le enviarían pronto una carta con sus demandas. No necesitaba preocuparse todavía. Si supieran algo sobre comercio, la mantendrían con vida. No creía que fueran magos desesperados (estaba seguro de que eran magos, de lo contrario Hermione era lo suficientemente fuerte como para asustarlos incluso sin una varita) que solo querían dinero. Probablemente también sabían con quién estaba casada y querían algo. Esta no era la primera vez que sucedía algo así. Al comienzo de su carrera, su "amigo" fue secuestrado. Voldemort había dejado morir al tonto. No tenía amigos.

Sin embargo, no dejaría morir a Hermione. Después de todo, ella era la madre de su hijo. No confiaba en que los elfos domésticos trataran a Dmitri para siempre.

Con ese pensamiento, volvió a sus informes. La carta llegaría muy pronto.

Hermione no tenía idea de dónde estaba o quién la había secuestrado. La encerraron en un dormitorio pequeño con solo una cama y una silla y le sirvieron la comida tres veces al día. Siempre era un elfo doméstico quien le llevaba la comida y nunca decía una palabra. No pasó mucho tiempo antes de que Hermione adivinara que era una especie de rehén político. Si los secuestradores fueran meros criminales, no la tratarían bien. Todos los días, el elfo doméstico le traía algún tipo de novela muggle. Fue muy agradable ya que le dio algo en lo que concentrarse. Ella también hizo ejercicio.

Sin embargo, cuando no supo nada de nadie después de una semana, comenzó a preocuparse. ¿No debería alguien venir y preguntarle qué sabía sobre Voldemort? ¿No debería venir Voldemort a rescatar a la madre de su hijo? ¿Seguía enojado con ella por no haber venido con él? ¿Había despedido a Dmitri tal como lo había amenazado?

Cuando no podía concentrarse en otra cosa, sus pensamientos viajaron a su hijo. Se sintió culpable por estar lejos de él. Intentó no pensar en él a menudo, porque siempre la hacía llorar. ¿Cómo se las arregló sin ella? Solo tenía dos meses y su padre no era el mejor. Hermione no creía que Voldemort maltrataría a su hijo, pero ya sabía que no le importaba descuidarlo. ¿Qué pasa si Voldemort tiene una idea brillante y se olvida de su hijo? ¿Y si Dmitri tuviera que estar solo durante días? Los elfos domésticos probablemente se ocuparon de él, pero no era lo mismo. ¡Ella era su madre! Todavía podía sentir cuándo necesitaba ser alimentado. Sus pechos estaban llenos de leche todo el tiempo. ¿Y si no pudiera alimentarlo cuando regresara? Su leche podría secarse si su cuerpo pensara que ya no es necesario. ¡Eso no pudo suceder! ¡Tenía solo dos meses! ¡Necesitaba su leche!