Nuestra historia se remonta tras la muerte del rey de los demonios, Piccolo Daimaho; Gokú creyó que al matarlo no habría otro mal que amenazara con la existencia humana pero el destino tiene planes inesperados, aquel demonio preparó su garganta sintiendo cómo el huevo de gran tamaño salía por su boca, lo expulsó lo más lejos que pudo con el propósito de que nadie lo viese y con el paso del tiempo retomase sus planes de venganza.
Aquel día, la pequeña princesa Milk salió a recoger flores cerca del castillo de su padre, el gran OxSatán, la noticia de que Goku había acabado con el malvado demonio llegó a aquel pueblo y ella se encontraba recolectando flores para entregárselas en señal de agradecimiento.
Si, a ella le gustaba bastante Goku y siempre se imaginaba casada con él en unos años, además nada haría más feliz a su padre que verse casada con el hombre que salvó al mundo de aquel demonio.
Tras haber hecho un buen ramo de flores, Milk no pudo evitar lanzarlo al cielo al oír caer caer algo muy cerca de ella, y, a pesar del esfuerzo que hizo la pequeña en aquel regalo, no dudó ni un segundo en correr asustada en busca de su padre para pedirle ayuda. Al llegar con el gran Ox Satán, la niña le contó lo que había ocurrido, como de repente la tierra se estremeció ante un impacto cerca del río donde solía jugar y oler las flores. El gran rey se levantó consternado y corrió asustado junto a su hija en busca de aquello que había caído del cielo en su propiedad.
Al llegar a aquel punto se sorprendieron al ver que se trataba de un huevo, y no un huevo cualquiera, era un huevo de color verdoso y bastante grande, no podría ser de una gallina o un lagarto.
- Quizás una mamá dinosaurio perdió a su hijo, pobrecilla - pensó Milk con tristeza, era una pequeña muy inocente.
Ox Satán examinó el huevo con detenimiento, mientras su hija lo miraba con entusiasmo. En su cabeza ella no quería que ese pobre ser que se encontraba en el interior de aquel huevo creciera solo y desamparado, por lo que decidió hablar con su padre al respecto.
-¡Papá, papá! ¿Puedo quedármelo? Se ha quedado solo sin sus padres, yo creo que podríamos cuidarlo mientras crece.
- No estoy muy seguro, pero no me puedo negar a lo que quiere mi pequeña, no creo que sea algo peligroso, es solo un huevo. - Dijo Ox Satán y cogieron el huevo para llevarlo a su aldea.
Milk se encargó de él aquel día, todo el tiempo preguntándose que clase de ser podría tener ahí dentro, podría ser un Terodáctilo, ó una serpiente, ó un dragón, podía ser tantas cosas!...
Pero lo que menos imaginaba era lo que había realmente dentro. Tras una hora contemplando aquel huevo, de repente empezó a romperse poco a poco, Milk curiosa se acercó poco a poco y miró de cerca el nacimiento de la criatura que se encontraba en su interior, no era ni un reptil, ni una serpiente, se trataba de un pequeño niño color verde esmeralda con dos pequeñas antenas colgando de su cabeza, la princesa extrañada pero a la vez intrigada por aquel pequeño, se acercó lentamente al huevo y lo cogió entre sus brazos. Emocionada, corrió de nuevo en busca de su padre.
Continuará...
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Espero les haya gustado este capitulo del fanfic, como muchos saben tengo otro fanfic de Piccolo y Milk el cuál aún sigo escribiendo, sin embargo en este podré actualizarlo antes, y los que aman lo lemon les aviso que en este relato se hará presente antes de lo previsto y en muchas ocasiones, por favor no se olviden de votar y dejar sus comentarios 🙏
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Amor Imposible
FanfictionTodos conocemos Dragon Ball, sin embargo, qué pasaría si tras la muerte de Piccolo Daimaho una pequeña princesa llamada Milk ( Chichi) encontrara aquel huevo del cual nació Piccolo Mayunia? La pequeña Milk cuidará del namekiano y mientras ambos crec...