"Cuidando al pequeño Billy" (Billdipp)

Epílogo

- "Así, Bill y Dipper vivieron una linda historia de amor y locura, con una hermosa pequeña y dos lindos jóvenes tan especiales. " -el libro se cerró, dejando ver a una Mabel contenta. Dejo este sobre la alfombra donde estaban sentados.

- "Y dos lindas tías" -gritó Charlotte, levantando sus brazos.

- Yo también estuve ahí -bufó Scarlett, la niña al lado suyo se sentía ofendida al no nombrarla al final.

- "Y una hermosa sobrina" -corrigió Billy para luego abrazar a la jovencita de cabellos castaño con puntas azules.

Se escucharon paso venir hacía donde estaban, para luego escuchar un reproche.

- Mabel, ¿denuevo contándoles esa historia? -rodó los ojos Dipper.

- Ah, ya llegaron -miró a su hermano- Pero si a los chicos les encanta -hizo un puchero.

- Pero hay partes que no deberías contar -avanzó avergonzado- Peor si la mayor parte es de mi punto de vista, no debí contarte nada -

- Si si si, ya fue -rodó los ojos sin darle importancia.

Dipper le dio una mirada desaprobación.

- Omití muchas partes, así que no te preocupes. Soy conciente de que Scarlett y Charlotte son muy pequeñas aún. -

No les iba a contar a las pequeñas como la pareja tenían Hard, tampoco les iba a contar de aquel accidente del coma de Bill, Billy aún no sabía y no tenían planeado decirselo.

Y mucho menos les contaría de Bill y su inseguridad con la intención de retener a Dipper con Charlotte, aunque ese malentendido fue arreglado. Nope, eso sería algo que si salía a la luz, sería en otro momento y no en este.

Tampoco contaría el incidente del secuestro de Scarlett, eso tampoco les correspondería de hablar y es un recuerdo un poco fuerte del cual sacar tema.

- Esta bien... -suspiró. Sabía que Mabel era consciente.

- ¿Cómo les fue? -preguntó Mabel, el viaje había sido de unas cuantas horas.

Mientras los hermanos hablaban, los 4 jovenes empezaron a jugar.

La gran alfombra de la habitación era cómoda por lo cual incluso acostarse en ella era divertido.

- Bien -respondió Bill quien recién llegaba- Ambos fueron niños, Tom estuvo llorando todo el rato. -soltó una risa.

- ¡Que tierno! -gritó Mabel- ¿Tienen foto de los bebés? -

Bill le mostró la foto, dejando ver a un bebé envuelto en una manta, su cabello era color salmón como el de Tom, mientras el otro pequeño tenía el cabello castaño.

Ambos pequeños tenían sus ojitos cerrados, por lo cual, no dejaban ver el color de estos.

Dejando de lado a Mabel y Bill, Dipper se dirigió a los chicos.

- Scarlett se quedará aqui hoy, Will vendrá a buscarla mañana -avisó.

- ¡Yupii! ¡Pijamada! -gritaron todos.

- Tía Mabel, ¿Nos contarás denuevo la historia? -

- Si eso quieren -mostró el libro-, ¡eso haré! -

- Yo también quiero oírla -habló Paz, entrando a la habitación.

- Y yo, aunque sería genial oírla de la boca de Pino -sugirió Bill, sentándose en la alfombra.

- Oh no, ni lo sueñes -advirtió.

- Entonces ven a oírla -lo sentó en sus piernas, mientras dejaba reposar su mentón en el hombro del castaño.

Mabel esperó a que todos se sentarán y acomodaran en la alfombra, Scarlett y Charlotte quedaron acostadas, apoyando su cabeza en las manos.