Alicia respiraba agitadamente, sabía que eso le acortaba el tiempo de oxígeno dentro de su propia tumba, pero era imposible calmarse.
Las lágrimas caían por sus mejillas algo sucias por la tierra, mientras que la desesperación la invadía cada vez más. Intentaba decirse a sí misma que se salvaría, que Sebastian iría en su ayuda, pero no se lo creía. Iba a morir así.
Durante unos instantes intentó calmarse refugiándose en su mente, buscando cobijo con sus monstruos mentales que había intentado evitar toda su vida. Pero no los encontró, Alicia estaba sola.
El pánico y la desesperación llegaron a su punto límite dentro de ella. En ese momento su mente y alma se fracturaron por completo, empujándola a hacer lo único que podía.
En el estrecho espacio que tenía disponible movió como pudo sus piernas y brazos hacia arriba, estampandose en el techo del ataúd. Juntando las pocas fuerzas que tenía comenzó a empujar y empujar hacia arriba, hacia la superficie buscando oxígeno.
El corazón de Sebastian estaba destrozado, cada vez que leía el nombre de su mejor amiga tallado en aquella piedra de concreto no podía evitar llorar.
Había sido muy abrupta y repentina su muerte; los del hospital psiquiátrico dijeron que se había suicidado la noche en que la ingresaron, por eso su velorio había sido a cajón cerrado y fue bastante rápido. Pero eso no importaba, después de todo Alicia no tenía tantos amigos ni familiares.
Ya durante el sepelio el número de invitados se había reducido a solo diez personas contando al padre, los sepultureros y su novia quien permanecía firme a su lado sosteniéndolo del brazo.
Cuando todo terminó él le pidió a Dominica que lo dejara un momento a solas, él necesitaba arreglar las cosas entre ellos, pedirle disculpas por haberla encerrado. Jamás habría tomado esa decisión de saber en aquel momento las consecuencias, el solo intento ayudarla pero en el proceso había acabado con su vida.
Bas camino y cayó de rodillas sobre la tierra recién colocada, frente a la tumba de su amiga. Quería decir tantas cosas, tenía tantas emociones anudadas en su pecho, pero el nudo en su garganta le impidió soltarlas. Solo cuando logró reunir valor para enfrentar la realidad pudo decir algo.
-Lo siento.-Dijo Bas, con su voz áspera.
"Lo siento" La culpa y el dolor reflejados en aquellas palabras.
Sebastian lloró ante aquella tumba durante largos minutos, hasta que sintió la mano de su novia en el hombro.
-Vamos Sebastian, tenemos que ir a buscar ropa de Alicia para su perrita.-Dijo Dominica en un intento por recordarle que él tenía asuntos pendientes con su amiga, tenía que cuidar y proteger a su mascota con el cachorro.
-La extraña, al igual que yo.-Dijo Bas incorporandoce y tomando la mano de Dominica.
Ella no contestó, solo sujetó su mano con fuerza mientras se alejaban caminando del lugar; dejando a sus espaldas la tumba de Alicia.
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Psicosis © [En Edición]
HorrorUna mujer con trastornos mentales psicoticos es testigo de un homicidio.¿Pero sera real lo que vio o fue una vivida alucinacion? Todos ocultan secretos, pero solo uno es el mas perturbador. Esta historia contiene escenas fuertes de terror y suspenso...