Capítulo 12

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Alivio.

Eso es lo que Hoseok sintió cuando tres días después Yoongi despertó.

─ ¡Agh! ¡Hubiera preferido morir! ─ Gritó un malhumorado Omega, su aroma a caramelo quemado llenando el lugar y sus mejillas completamente rojas.

─ No digas eso. ─ Regañó el padre Omega.

─ ¡Que asco!

Esa había sido la reacción del Omega al darse cuenta que para que soportara hasta que llegaran los paramédicos varios Alfas habían lamido sus heridas. Yoongi fingió arqueadas haciendo que Hoseok riera suavemente con pequeñas lágrimas en sus ojos. El Omega lo observó, supo de alguna forma que las cosas probablemente no habían sido fáciles para su compañero si se encontraba en ese estado.

Hubo silencio en la habitación del Omega cuando el ambiente se volvió algo pesado, pues Yoongi no dejaba de observar a su compañero pelirrojo.

─ Escapo... ¿No es así? ─ Preguntó Yoongi.

Hoseok asintió lentamente.

─ ¿Y Jungkook? ─ Preguntó ahora Yoongi sorprendiendo un poco al pelirrojo. ─ El mencionó a Jungkook, quería a Jungkook.

El pelirrojo mordió su labio interior, tomó una bocanada de aire.

─ Mejor nos salimos un rato.─ Dijo el padre Omega a su otro familiar y salieron dejándolos solos.

Yoongi esperó a que su familia saliera.

─ ¿Se llevó a Jungkook? ─ Preguntó sin poder creerlo.

─ No... ─ Respondió Hoseok. ─ Pero casi lo mata.

Yoongi abrió sus ojos y observó asustado a su compañero.

─ ¿Dónde está? ─ Preguntó Yoongi.

─ En éste mismo hospital. ─ Respondió Hoseok.

─ ¿Sólo? ¿Haz ido a verlo?

El Alfa pelirrojo negó con la cabeza.

─ Él... está sólo Hoseok. ─ Le dijo Yoongi.

─ No lo está. ─ Le dijo el pelirrojo. ─ Está el equipo de la sede... ellos...

Yoongi lo observó con algo de resentimiento.

─ ¿No podías separarte de él y ahora no irás a ver cómo está? Estúpidos Alfas, todos son iguales. ─ Mencionó el Omega ahora mirándolo ofendido.

─ Yo... no es eso... es que...

─ Mierda, cállate, quiero dormir. ─ Yoongi se volvió a recostar en su cama.

En realidad si estaba cansado.

Hoseok cerró sus ojos con fuerza mientras maldecía en voz baja a su compañero. Así como el alivio vino, así se fue. Sabía que Yoongi tenía razón. Jungkook estaría sólo, nadie en la sede podría cuidarlo como un familiar cuida a otro: desvelándose, sin irse del hospital, sentado a la par de la cama de hospital, etc...

Respiró profundo, sus pies ya lo estaban llevando hacia el lugar que había estado evitando en esos tres días. Llegó frente a la puerta de la habitación, lo sabía simplemente por el número y el nombre en el registro a la de ésta. No podía sentir el aroma de Jungkook, tragó saliva y abrió suavemente la puerta.

La luz estaba apagada y la habitación estaba sola, se había preparado inconscientemente para sentir el golpe del aroma del pequeño Alfa, sin embargo eso no sucedió. Si no fuera por el sonido de las máquinas de hospital habría jurado que allí no había ningún paciente. Entró caminando suavemente y cerró la puerta tras él. Su corazón palpitaba rápidamente y sentía el nudo en la garganta formándose.

Ojos Imperfectos |HopeKook| ◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora