Especial: Predestinados

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─ ¿Seguro que quieres hacer ésto? ─ Hoseok estaba en el aeropuerto, en su mano derecha estaba una maleta y en su izquierda su celular.

Su madre Omega lo miraba con ojos llenos de lágrimas pues su hijo había decidido hacer un largo viaje a tan corta edad. Apenas había terminado la universidad.

─ Mamá. ─ Se quejó Hoseok. ─ Ya hablamos de ésto, no hay nada para mí aquí.

─ Pero, ¿Grecia? ─ Preguntó la mujer conteniendo otro sollozo.

Hoseok era un Alfa que acababa de graduarse de artes, era algo reconocido por diferentes obras que había creado a lo largo de su vida, sin embargo él nunca se sintió completo. Hubo un tiempo en el que creyó que lo que necesitaba era reconocimiento, por esto luchó por conseguirlo pero ese vacío no desapareció.

Tuvo parejas, algunas relaciones incluso fueron algo largas, pero siempre terminaba. Hoseok estaba cansado, su vida se había vuelto una rutina. Entonces su amigo Yoongi le habló sobre recorrer el mundo.

Como artista, eso podría ser una gran experiencia, por lo que tomó la idea y, después de ahorrar por un tiempo, comentó los planes con su familia. Todos estuvieron de acuerdo, pues sabían que Hoseok no era feliz como todos quisieran.

Pero su madre ahora se encontraba llorando, pues extrañaría el extraño aroma amaderado y algo dulce de su cachorro Alfa.

Hoseok la abrazó, pues el la amaba también, ella lo había apoyado siempre en todas sus locuras.

A pesar de no querer despedirse, el vuelo saldría pronto, por lo que el Alfa rápidamente besó a su madre en la mejilla y se despidió de su padre Beta. Éste lo miraba con orgullo y confianza, pues sabía que el pelirrojo era un gran Alfa, siempre había sido así.

Sabía que su chico no cometería errores, al contrario, lograría encontrar aquello que tanto buscaba.

Después de eso Hoseok se giró y se encaminó hacia el avión.

Luego de eso todo fue aburrimiento. Hoseok vió películas y escuchó música por el tiempo que aquel viaje duró. Eran varías horas desde Corea hasta Grecia.

Su corazón se aceleró un poco cuando el piloto dijo que el descenso del avión estaba comenzando y pronto colocó pies en tierras griegas.

Hoseok se estiró y comenzó su salida del aeropuerto. Miró al horizonte y se dijo a sí mismo que el tiempo en Grecia sería productivo. Él se enfocaría en su arte...

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Ese enfoque duró pocos días pues ahora Hoseok se encontraba en una gran fiesta en Atenas. Bailaba entre varios lobos que también pensaban en distraerse y desestresarse, bebiendo alcohol, esperando que con la cantidad correcta en su sangre pudiera perderse y despertar al día siguiente sabiendo que había tenido una grandiosa noche.

Así comenzó a ir de fiesta en fiesta, honrando su nombre de artista, poniendo como excusa que necesitaba liberar su mente para poder crear.

Pronto se dió cuenta que sólo perdía el tiempo. Justamente cuando se levantó en la cama con otro Alfa. Hoseok bufó y se apresuró a escapar de aquel departamento.

Divagó por las calles nocturnas de Atenas en dirección al aparthotel donde se estaba quedando.

No entendía por qué no lograba encontrar lo que tanto buscaba.

Levantó su vista al cielo, encontrándose con una enorme luna sobre el cielo de Grecia.

─ Luna... ─ Susurró. ─ Ayudame, por qué me siento tan vacío.

Ojos Imperfectos |HopeKook| ◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora