Capítulo IV

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—¿Ya llegó correspondencia para mí?

La pregunta del de cabellos negros en su mayoría, sobresaltó al guardia Seitarou, haciendo que gritara.

—¡N-número 15! ¡No debes escaparte de tu celda!— intentó de reprenderlo.

—¡No vino solo!— la exclamación por parte de Uno, ganó que volviera a asustarse el joven hombre.

—¡O-oigan! ¡Vuelvan de inmediato! ¡E-es una orden!— hizo su mejor intento de implantar autoridad.

—Oye, te hice una pregunta— dijo un poco molesto el de los grilletes.

El apellidado Tanabata suspiró rendido. Después de todo, no era Hajime para poder controlarlos.

—Acaba de llegar la correspondencia para el ala 13 de esta semana. Sólo debo de ponerme a revisar...— mencionó ligeramente cansado, acariciando su nuca a la vez en que cerraba sus ojos. Pero los abrió de golpe al escuchar como los reclusos se tiraban a rebuscar en la pila de sobres —¡O-oigan! ¡No hagan eso!— exclamó.

A ello, ocasionó que los cuatro se detuvieran y voltearan a verlo amenazante, haciendo que se asustara más que antes, a tal punto de ir a sentarse en un rincón y abrazar sus rodillas.

—¿Y cómo sabremos que es la que buscamos?— preguntó Rock, viendo algunas cuantas cartas.

—Quizás diga mi nombre, ya que se lo dije— respondió Jyugo, resbuscando.

Tenían para un buen rato allí.

La puerta se abrió, mostrando a otro guardía de ese sector; Yamato Godai, leyendo algo. Levantó la vista, notando a los prisioneros en aquella sala que se suponía que no debían estar.

—¡S-señor Yamato!

El llamado por parte del joven guardia, hizo que volteara en esa dirección.

—¡Reclusos! ¡Regresen de inmediato a su celda!

A lo que dijo, provocó que voltearan a verlo un tanto molestos. ¿Acaso no los veían ocupados para nada?

—¡Ja ja ja ja!— rio, sin perder el ánimo que lo caracterizaba —¡Entonces están emocionados en entrenar! ¡Me parece genial!

Su comentario finalmente ocasionó que tuvieran una reacción distinta. Esta vez, giraron a él, viéndolo con un pánico que estaba más que claro. Entrenar con Yamato Godai, era el mismo infierno.

Se pusieron rápidamente de pie, dando excusas al azar para ir retirándose de ahí y evitar el ejercicio. Pero antes de que salieran, posó una de sus manos sobre el número 15, sobresaltándolo y haciendo que se congelara al instante.

—Toma, esto es para ti— le hizo entrega de la carta que estaba leyendo. Y era para él.

—Al menos devuelvela guardada— respondió molesto el adolescente, arrebatándola de sus manos para irse de allí junto a sus amigos que ya preguntaban qué decía.

—Señor Yamato, debemos leer lo que les envían antes de dárselo— dijo el de cabellera celeste, parándose a un lado de él, observando como los reclusos se dirigían a su celda  —. A parte, hay que escoltarlos.

—No te preocupes Seitarou, ya la he leído. Y sabes que si yo los escolto me perderé y tú tienes mucho por leer— señaló el montón de sobres que había en aquella sala, riendo escandalosamente, bajandole los ánimos al más bajo.

—¿Cuándo regresará el señor Hajime de su junta con la Alcaidesa?— interrogó a la nada, para ingresar y comenzar con ese agotador trabajo. Al menos quería saber qué le contestó, porque él le ayudó a responderle la primera y última vez.

Por otro lado, los prisoneros de la celda 13 caminaban por los pasillos como si nada, camino al lugar a donde pertenecían en la gran prisión.

—Jyugo, ya léela en voz alta— suplicó el de largos y salvajes cabellos verdes. 

El nombrado, por su parte, no hizo lo que le fue pedido.

"Querido futuro esposo:

¡Realmente me alegra que hayas respondido! Y no hacía falta mencionar tu entrepierna ni nada para que te creyera que eres hombre. En serio, estaba de más la información jajajaj.

Y es un gusto conocerte Jyugo. Me llamo _____ y tengo tu misma edad. Así que, ¿sueles estar aburrido? ¿No sueles tener muchas cosas por hacer? Yo no tengo tiempo de aburrirme por la escuela, mi casa y demás actividades que tengo. Quisiera tomarme un tiempo para descansar un poco jj.

¿Y tú? Cuéntame, ¿cómo es tu día a día? El mío es como lo mencioné. Espero ir conociéndote poco a poco, y también tu respuesta.

Fecha; 3/06"

Dibujó una pequeña sonrisa, observando aquel papel que le borró cada rastro de aburrimiento, ya que ahora debía pensar en una respuesta y disfrazar un poco su realidad.

Dibujó una pequeña sonrisa, observando aquel papel que le borró cada rastro de aburrimiento, ya que ahora debía pensar en una respuesta y disfrazar un poco su realidad

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QUERIDO FUTURO ESPOSO |Jyugo/Número 15 y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora