GUERRAS MAGICAS

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En un baúl, ahí tenía todas esas cosas que le avergonzaban. Es decir, eran muy pocos y; desgraciadamente acosados por sus gustos. Así que Kouki debía ser disimulado en sus gustos.

Era la primera semana de la convención de "Magic Girls Momo" y por supuesto no podía faltar. Nada ni nadie lo iba a detener, después de que; sin querer, sus amigos le hicieran notar que tenía un parecido algo atroz con la protagonista.

—Estoy seguro que con un enorme moño y las orejas pasas por ella Furi— y varias carcajadas después Kouki no podía sacarse la imagen de la mente.

El ni siquiera tenía previsto ver esa tarde la serie, pero un comercial antes de la película de acción que planeaban ver por la televisión fue lo que provoco la comidilla a su persona por ese hecho.

Kouki ya tenía planeado ir encubierto, es decir; un par de lentes negros un suéter un par de tallas más grandes y hasta guantes de ser necesario. Pero por alguna razón no pudo dejar de imaginarse en ese hermoso vestido de volantes, cabello largo y el cetro mágico de destrucción de la protagonista.

No fue difícil invertir en el ouftit, un robo al armario de su abuela, un poco de su mesada para arreglarlo a su medida, tintorería, mas arreglos con una experta y daba gracias a la vecina que solo le sonrió y accedió a hacer que le quedara a la perfección, es más; podía decir que hasta estaba emocionada mas que el con la idea.

Hizo su entrada triunfal como un rey en su reino... o en ese caso una reina. Jamás creyó sentir su corazón latir más rápido que esa tarde, ver como los demás visitantes le veían con asombro, le tomaban fotos, le señalaban murmurando lo bien que se veía, lo acertada que era su ropa con la guerrera mágica Momo.

Y lo mejor de todo era que nadie sospechaba que era Kouki.

Kouki estaba encantado con su acierto, la chalina café oscuro con arreglos en los holanes blancos llenos de brillos, una playera manga larga pegada a su cuerpo casi en color piel, un short bombacho un poco más arriba de los muslos que; como un plus ocultaba eso que lo hacía chico, los listones rojos que usaba la guerrera mágica para atar a sus enemigos, las orejas que confecciono hábilmente escondidas entre su cabello con el enorme moño en su cabeza y su orgullo, el trinche que simulaba perfectamente al metal.

Usaba labial rojo, un poco de sombras y rubor en el rostro, botas del mismo color de las medias que llegaban ahí donde terminaba el short en el muslo. Kouki no iba a negar que se sentía poderoso, es más; hasta bonito, por lo que comenzó a desenvolverse más tranquilo, aceptando fotos con desconocidos, haciendo las poses de la guerrera mágica.

¡Estaba más que encantado!

Además de que por su puesto, compro un montón de mercancía de las Guerreras Mágicas. Un par de juegos de simulación y porque no; hasta un peluche del archienemigo de la protagonista, Wrath.

Kouki estaba más que feliz de ser el centro de atención hasta que escucho y vio el tumulto en la entrada del recinto. Camino con lentitud y un sentimiento de pánico en el cuerpo, más cuando vio de qué se trataba.

Era Wrath y su pandilla, es decir; los enemigos de las guerreras mágicas.

Eran tan parecidos a los de la serie animada que parecían profesionales, Kouki no se quedaba atrás porque varias personas le habían preguntado lo mismo, la diferencia era que él no tenía la compañía de resto de las guerreras consigo para sentirse seguro, y quien quiera que fuera el equipo de los villanos estaba completo.

Había un par de niñitas que se veían adorables en sus conjuntitos de las guerreras, pero ya una de ellas había llorado al ver al archienemigo acercársele.

31 DIAS DE AKAFURI DICIEMBREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora