El niño follable (Vharem)

11

YoonGi

TaeHyung había salido con Taeyang al pasillo a hablar y yo me quedé acostado en el colchón, hecho bolita. Sabía que debía olvidar todo lo malo que me había pasado en el pasado, pero no podía, los recuerdos me torturaban cada día.

Flashback

—Yoonnie ¿dónde estás?—escuchaba a mi padre llamarme. Habíamos salido a jugar al jardín de afuera y yo me había escondido en una vieja caseta.

—Mark ¿dónde está YoonGi?—escuché a Brielle, mi madre.

—No lo sé, lo estoy buscando.

Me reí levemente, me gustaba esconderme en lugares donde sabía que mis padres no buscarían y ponerme a dibujar todo lo que pasaba por mi mente. A veces veía pájaros apoyarse en los marcos de las ventanas y picotear las ventanas hasta que veían algo acercarse y salían volando.

—Eres un inútil, como se haya perdido el niño te mato.—mamá sonaba muy seria, a nadie le gustaba cuando mamá estaba seria, a veces daba miedo.

Mi sonrisa se desvaneció y me levanté del suelo de la caseta. Me dirigí a una estantería llena de cosas viejas cubiertas de polvo y telarañas. Agarré una caja musical con dibujos de lazos que estaba pintada de color crema y me volví a sentar en el suelo.

—¿Funciona?—me pregunté a mí mismo y giré la palanca hasta dar unas cuantas vueltad y luego la solté.

Una melodía comenzó a sonar, era algo distorsionada, supuse que era por la antigüedad de la caja.

—¡Te encontré!—mi padre entró de golpé, haciendo que soltase un grito del susto.—Venga, mamá nos llama, debes cenar e irte a dormir.—extendió sus brazos y yo corrí hacia él y con impulso me cargó en brazos.

La melodía aún se escuchaba, y por alguna razón me calmaba y me daba sueño.

—Appa.—lo llamé.—¿Cuándo volveremos a casa? Vivir en la casa de la abuela da miedo.

—Cariño, no podemos volver a casa.—comenzó a caminar y cada vez más nos alejábamos de la caseta.

Fin del FlashBack

Suspiré, ese año me había dado cuenta de las cosas que me calmaban y las cosas que me alteraban, con 7 años te podía decir que me gustaba escuchar melodías suaves para dormir y que la oscuridad me alteraba.
De pequeño siempre dormía en mi habitación, pero me daba miedo dormir solo, así que mi padre venía y me hacía mimichitos.
Mimichitos era básicamente acostarse a mi lado y abrazarme hasta que me dormía, aunque a veces también me daba masajes o me acariciaba el pelo y me acababa durmiendo.

Era inevitable querer más a Mark, ya que él jugaba conmigo y pasaba más tiempo conmigo. Mi madre, Brielle, sólo hablaba de vez en cuando conmigo, cuando comíamos todo era silencio, a menos de que estuviese mi padre.

—Debo dejar de pensar...—me acosté en el colchón y cerré los ojos para dormir.

NamJoon

Era la tercera grieta que le hacía al suelo, no le hice casi nada a TaeHyung y yo lo quería destruir. Mis ganas de golpearlo eran inmensas, pero debía contenerme, al menos para poder torturarlo lo máximo posible y que se dé cuenta de que Taeyang es sólo mío.

Sí, mi odio por TaeHyung era debido a que Taeyang lo amaba a él y no a mí. No era la primera persona a la que odiaba, la primera sin lugar a dudas era mi madre, esa hija de puta arruinó mi vida y la de mi padre.

Flashback

—¿Cuándo podré ver a mamá?—pregunté jugando con los bloques de construir que me había comprado mi padre, Leo.

—Cariño, ella...—suspiró, hasta yo, teniendo 6 años, sabía que estaba nervioso.—Ella nos abandonó hace 4 años, te dejó a mi cargo y no sé dónde está.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al pensar que no le importaba a mi padre y corrí a abrazar a mi padre.

—¿Soy malo? ¿Por eso nos ha dejado?—pregunté entre sollozos.

—No, Nammie, tú eres el niño más bueno del mundo. Mamá sólo dejó de querernos, pero no es tu culpa ¿vale?—limpió mis lágrimas con sus pulgares y dejó un pequeño beso en mi frente.—Pero ella no sabe cuanto se pierde, porque tú eres el tesoro más bonito del universo y nadie debe hacerte sentir menos de lo que eres.

Fin del Flashback

Taeyang me enseñó que aún había la esperanza de amor en el mundo, siempre me decía cosas bonitas y me daba pequeños regalos que endulzaban mi amarga vida entre esas cuatro paredes.

—¿Por qué mierda no me amas?—pregunté como si mi amor estuviese ahí.—Papá nunca tuvo razón, no soy el tesoro más bonito.

Metí mi cabeza entre mis brazos y suspiré con tristeza.

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Sigo sin tener mucha inspiración, pero tuve la idea de explicar el porqué de la forma de ser de cada uno y su pasado.

Debo admitir que en uno de los pasados de NamJoon y YoonGi me inspiré un poco en mi propia infancia. Pero no diré en cual, si queréis jugar a adivinar podéis hacerlo. Supongo que es un poco obvio, pero bueno xd.

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