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-- Canni~

Parecía un simple infante yendo por su dulce a la tienda, pero en realidad estaba un poco emocionado por invitar a su pareja a salir.

No habían tenido tiempo casi de platicar y convivir como antes lo hacían, no entiende muy bien porqué, pero tampoco va a cuestionarlo.

Fue cuando finalmente lo encontró caminando por un pasillo que sonrió.

-- ¡Canadá!

-- Oh, hello, honey --se agachó un poco para darle un beso en la mejilla a México.

-- Canadaaaaaaá, ¿qué te parece si salemos a comer y a pasear?

Sonrió emocionado, esperando la respuesta del canadiense.

-- Hummmm, no lo sé, no creo poder...

Borró su expresión, confundido.

-- Uh, es por...

-- USA, sí --interrumpió soltando un suspiro.

-- Oh, ya veo.

-- Pero igual yo te aviso cuando podamos salir, ¿okey? --México asintió algo decaído-- Te quiero, cuídate.

-- Sí haha, adiós... --mumuró mientras veía como se alejaba hasta irse de ahí.

Pasó ambas manos por su cabello y suspiró, tratando de al menos no soltar una lagrimita.
Caminó a la dirección contraria que su pareja, se arrepiente de ver que todo lo que hizo ahora hace que se desmorone lo que ama, pero ni él sabe qué hacer.

Aún así, aunque sabe que es su culpa, no puede dejar de sentir un pequeño odio hacia USA.
¿Tiene que ser tan dramáticos cada vez que algo le pasa?

O tal vez en el fondo USA es el culpable, no sabe, y de tan solo ver que tiene eso en mente lo hace asustarse, ¿llegó ya a tan extremos de odiar a alguien?

¿USA es el dramático o México el idiota?

267 palabras.

La Carta Que Lo Destrozó TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora