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Golpeó la puerta un par de veces y cruzó sus brazos.

Tenía una mueca de inseguridad, incluso abrazándose apretaba un poco sus brazos, tratando de comfortarse y de confrontar como dijo Sur Corea, de manera franca.

No tardó en escuchar pasos que de inmediato supo eran de Canadá ya que la desconocida y extraña actitud de USA parecía haberlo dejado en el limbo.

-- Oh, hola, Japón --Canadá le sonrió dulcemente.

Japón sonrió un poco, por educación;-- Hola, Canadá, ¿cómo has estado?

-- Eh, bien haha --rascó su mejilla-- ¿Gustas pasar?

-- Sí, por favor --entró al tiempo que el canadiense se hacia a un lado.

-- ¿Y tú? ¿Cómo has estado? --cerró la puerta tras sí mientras caminaba a la cocina-- ¿Quieres alguna bebida?

-- Mmm, no, muchas gracias, y sí, he estado bien, creo.

-- ¿A qué se debe tu visita? --se sentó a un lado de la japonesa, mirándola con una leve sonrisa.

-- Pues... --apretó un poco sus labios mientras miraba a otro lado, intentando ocultar su incomodidad-- Vine a hablar con USA.

-- Oh, una disculpa por quitarte tiempo --se disculpó-- Si quieres puedes subir a su cuarto, no es capaz de hacer algo por su comportamiento si no es necesario.

-- Gracias --aunque se puso de pie y caminó, se detuvo-- Por cierto, ¿no sabes qué le pasó?

Negó con la cabeza;-- No sé, pero eso parece perturbarlo mucho y me preocupa.

Japón recien notó las leves ojeras que Canadá llevaba bajo sus ojos, sintió algo de pena, pero solo asintió mientras seguía subiendo las escaleras.

Soltó un poco de aire que salió como brisa entrecortada, llegó hasta el cuarto que sabía era de Estados Unidos y la tocó suavemente.

-- E-emmm, USA, soy yo, Japón --esperó unos momentos para ver si el estadounidense le abría.

Le pareció escuchar quedito un "pasa", uno muy bajo y tal vez forzado.
De igual forma, giró el picaporte y entró, viendo a Estados Unidos recostado en su cama, dándole ka espalda.

-- Ho-ola --cerró la puerta tras sí y caminó hasta quedar cerca de la cama, aun sin verlo cara a cara.

-- Oye, USA... ¿estás bien? --finalmente expresó su preocupación, algo nerviosa-- No... No me has hablado, ni a tus padres y... con tu hermabo estás algo distante, ¿pasa algo grave?

USA guardó silencio, sabía que durante tanto tiempo se había encerrado en solo un problema y dejo de lado a todos, la dejo de lado a ella.

-- Yo... No lo sé... Siento haberte prestado poca atención...

Por sus palabras sabía que estaba vulnerable, algo le estaba calando bastante como para mostrarse quebrado.

-- USA, ¿podemos ser honestos? --se sentó en la orilla de la cama, dándole igual la espalda al norteamericano-- Tú... ¿Te sigue importando esta relación?

Ambos callaron, Japón apretaba los ojos, queriendo no escuchar una respuesta en específico, mientras que USA mordía su labio.

-- No digo que sea malo que no te importe... Solo que debes tener en claro qué es lo que tu vida necesita en estos instantes --sonrió un poco, aunque desanimada, sabía que debían hacer lo que a ambos les beneficiara.

Aún así, ambos estaban nerviosos porque sabían perfectamente lo que estana por venir en esa conversación.

-- Me gustaría saber qué pasó para poder ayudarte, o, si más bien, puedo ayudarte en algo o simplemente estoy estorbando en el camino.

-- No es eso, es que... Pasó algo que no creo que sea bueno mencionarlo.

-- Dime, ¿y yo te soy útil en eso?

No necesitó responder, ni ella quería la respuesta ni el responderla, pero no hacía falta replicar para entender.

-- ¿Esto afecta tu manera de ver nuestra relación?

Volvió a haber silencio, aunque esta vez USA se atrevió a hablar.

-- Creo... creo que sí.

-- ¿Necesitas un tiempo?

USA cerró los ojos;-- Mejor dime tú, ¿qué crees mejor?

-- Mientras te ayude en tu problema emocional, no me importa hacer cualquier cosa --se armó de valor y con su mano izquierda acarició un poco los cabellos del chico.

No fue algo especial o raro, en realidad fue uno de los momentos más tranquilos que ambos pudieron tener después de tanto tiempo.

-- Pues... creo que darnos un tiempo estaría mejor --murmuró, parando de acariciarlo y abrazándose a ella misma.

-- Sé que es mejor para tí, no creo que te parezca bien lidiar con alguien quien no es capaz de manejar sus emociones...

-- Y sé que es mejor para tí, podrás aclarar tu mente y...eso.

Suspiró, no dijeron nada más.
Ella se levantó y miró por última vez a su ex pareja, le interesa saber que estaba pensando, pero ahora era algo que no debía importarle.
También le preocupaba su estabilidad emocional, y sabe gracias a Sur Corea que ella solo estaba estorbando para superar el proceso.

Salió, agradeciendo que Canadá no estuviera en la sala y no le preguntara nada.
Y subió a su carro para volver a casa.

811 palabras.

RIP Japón×USA.

La Carta Que Lo Destrozó TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora