∙𝗦𝗲𝗻̃𝗼𝗿𝗶𝘁𝗮 𝗦𝘁𝗮𝗿𝗸∙ (Peter Parker y tú)

🎁𝐄𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟐🎁

24 de Diciembre, 11:01 a.m

Por fin es 24, esperado por los niños y los adictos a la fiesta.

Desde las 9 de la mañana no se encontraba nadie en la torre Stark, todos habían salido en diferentes direcciones para comprar los regalos.

Tony por su parte salió por la ventana de su taller (con el traje) por el regalo de sus hijas y esposa, Steve y Natasha fueron juntos a buscarlos en una plaza, Bruce por su parte ya los había comprado con anticipación, Clint no busco nada ya que su esposa lo hizo, Thor dijo "Los veré en la celebración amigos" y se fue.

Peter al ser su primera navidad con el equipo se estaba esmerando en sus obsequios aunque su tía le dijo que con su postre bastaría, nuestra Stark salió junto a su madre y hermana a una plaza en busca de los regalos.

EN EL CENTRO COMERCIAL:

Pepper caminaba de la mano de Morgan mientras ____ buscaba algo para Peter, tenía que ser algo bueno.

— Bueno, ya son todos los regalos o eso parece —suspiro Pepper.

— ¡Si! Ya me había cansado —suspiro Morgan— El más difícil fue el de papá —dijo la pequeña volviendo a comer su helado.

—....—la joven se veían pensativa y eso lo notó su mamá.

— ¿Que sucede, Cariño? —pregunto Pepper con un tono preocupado.

— Nada, es solo que no se que darle a Peter, quiero que sea algo especial pero no se me ocurre nada —Pepper y Morgan se miraron cómplices.

— ¿Especial?/Especial~ —dijeron ambas de distintas maneras.

— ¡Oigan! No es lo que creen, solo es mi amigo y quiero agradecerle por todo lo que ha hecho por mi —miro hacia otro lado evitando que vean su sonrojo.

— Ay aja, buena suerte —rió levemente la mujer pelirroja.

— ¡Mira mamá! ¡Que bonito vestido del tío Steve! —la peque señaló un vestido con el estilo del Capitán America.

— Si, ven vamos —tomo las bolsas— Hija, te vemos en el auto —dicho esto se fue con Morgan.

— Eh okey, adiós —empezó a caminar pasando por una juguetería que le dio una idea.

— ¡Eso es! lo siento papá, pero tomaré tu tarjeta de crédito un segundo —sonrió y corrió hacia el lugar.

En otra parte de la ciudad, estaba un chico y su tía horneando galletas de vainilla para la cena navideña. Pero si comparamos la técnica y el aspecto, el joven se quedaba muy atrás.

— Esto es imposible —mencionó el con harina en su castaña cabellera.

— Es tu culpa por abrir mal la harina —soltó una carcajada.

— Aja si —contestó el probando el glaseado untando un poco en su dedo.

— Por cierto, ¿Ya encontraste que regalarle a ____? —el sonrió incondicionalmente.