Tanto - Jesse y Joy
Omnisciente Pov
El día del juicio final llegó. Lauren se había puesto aquel vestido azul que tanto le encantaba, lo usó por primera vez para el día en el que meterían preso a su ex marido por violencia de género. Camila amaba ese vestido, resaltaba sus curvas, la hacía ver más joven, más fresca, y sobre todo, más feliz. Esa era la mejor parte. Se lo sentenció a quince años de cárcel. Lauren estaba feliz por ello, había sanado la herida en su corazón, en parte, en su cuerpo, y el culpable tuvo su castigo.
—Somos libres, Cleo.—Tomó en brazos a la perra de ya un año. Ella lamió su rostro en señal de felicidad y Lauren rió. Aquella risa de bebé que Camila tanto amaba. Ya llevaban un año y medio viviendo juntas, y la morena no podría vivir sin aquella sonrisa que le alegraba hasta sus peores días.
—Eres libre completamente—Dijo ella.
—Camz, estoy tan feliz. Siento que me quité un peso de encima, no sé cómo explicarlo—Ambas seguían teniendo sentimientos por la otra, aunque no se atrevían aun a decirlo. Lauren seguía pensando de sí misma que era heterosexual. Ally quería reventarle la cabeza por ello.
—Estoy feliz por tí, Lern.—La menor la abrazó por los hombros, siendo correspondida de inmediato—Te amo.—Susurró.
—Yo a tí, princesa rosa.
La tarde pasó siendo festejada por ambas. Cleo estaba más exaltada que nunca, tal vez por ser un animal, no podía entender la totalidad de la situación, pero tenía presente que sus dueñas estaban felices. A eso del anochecer se recostaron enrroscadas entre ellas en el sillón. Ninguna prestaba mucha anteción a ciencia cierta. Camila estaba concentrada en acariciar el cabello de Lauren, y la ojiverde en sentir la yema de sus dedos masajear su cabeza.
Quería decirle, quería gritarle cuánto la amaba, sabía que lo más probable era que no la rechazara, pero ella aun no se sentía del todo segura para empezar una relación, y menos con una mujer. Era completamente salido de su zona de confort. No entendía absolutamente nada de ese mundo, y Camila claramente era experta en ello. Tal vez debía probar suerte con alguien que sí supiera guiarla, alguien con la que estuviera libre de vergüenzas.
Estiró su mano hacia el control remoto de la televisión y lo tomó. Lo apretó contra su pecho, arrepintiendose antes de poder hacer o decir algo. Camila lo notó, notaba cada acción de la ojiverde. Peinó algunos de los mechones rebeldes que caían sobre su rostro. Sin pensarlo un segundo más, pausó la película y miró a su amiga.
—¿Qué sucede?
—Voy al baño—Se levantó y entró al tocador. Se sentía mal, necesitaba una salida rápida para no cometer ninguno de sus imprudentes pensamientos. Se sentó en el escusado y cubrió su rostro con ambas manos. Hoy le diría todo, sin rodeos. Tiró la cadena, se lavó las manos por las dudas y salió. Camila estaba sentada en forma de indio mirando su celular con una sonrisa—¿Podemos hablar?—Camila bloqueó su celular, dejándo en visto a Normani, y la miró.
—Claro. Dime—Lauren se sentó a su lado y Camila se giró para estar frente a ella. La veía preocupada, y eso no le gustaba, un par de horas atrás estaba más que feliz.
—Yo... no sé cómo empezar—Suspiró.
—¿De qué quieres hablar?
—De nosotras—Su respiración se pausó. De inmediato los nervios la invadieron, se comenzó a cuestionar qué era lo que había hecho mal para hacer sentir triste a Lauren.
—¿Hice algo?
—Existir—Camila quería morirse en ese momento, en su memoria no encontraba el error que pudo haberla hecho sentir mal—No me mal interpretes, amo tu existencia.—Camila respiró algo más tranquila.
—Entonces, ¿Qué es?
—¿Alguna vez te has enamorado de alguien, y has sentido miedo de estar con esa persona?
—¿En qué sentido?—Camila estaba confundida.
—Sé que no me rechazará, pero yo soy la que no sabe y es nueva. No quiero cometer errores, o hacerla sentir mal porque yo soy inexperta.
—¿Es la chica de la cuál estuvimos hablando? No entiendo dónde entro yo en todo esto.—Asintió—Pues, no tienes que tener miedo, debes explicarle que tú estás enamorada de ella y que no te sientes del todo lista para una relación con una mujer, ¿Eso quieres con ella?
—Sí. Camz, te amo—La morena sonrió. La tomó de las mejillas y dejó un beso en su frente.
—Yo te amo más, Lern—Debido a la cercanía, la ojiverde apoyó su cabeza sobre su pecho.
—No me entiendes. Yo te amo, Camz—La mayor se quedó en silencio—Tú eres la mujer de la que estoy enamorada—Su corazón latía a mil por hora. De repente pensó que estaba soñando, pero ella sabía distinguir los sueños de la realidad. De la nada pensó que tal vez fuera algún tipo de broma, pero la ojiverde no era así. Se sentía confundida, algo asustada también, pero feliz por saber que era correspondida.
—¿Hablas en serio?
—Sí—Susurró contra su pecho. Besó su cabello y se separaron.
Se miraron unos segundos, en completo silencio. Ni siquiera los ronquidos de Cleo podían interrumpir aquel momento. Camila ni siquiera lo pensó, tomó a Lauren de la cintura y la atrajo hacia su cuerpo. La besó con todo el amor que tenía. Todo el amor que podía transmitirle, porque ninguna palabra o acción podrían demostrar el verdadero afecto que le tenía a la menor.
Al principio fue un beso calmado, solo un constante contacto entre ambas, hasta que sus labios comenzaron a danzar juntos. Encajaban a la perfección, como si estuvieran hechas la una para la otra. Lauren se sentó sobre su regazo. Acariciaba con cuidado el cuello de la morena. Mientras que Camila acariciaba su cintura con cariño. Dejaba leves apretones en ella de vez en cuando. Cuando el aire les hizo falta a ambas se separaron, mientras que la mayor dejaba alguno que otro pico en sus labios.
—¿Quieres ser mi novia, Lern?
—Sí, Camz.—Sonrió para luego volver a besarla, mientras la tomaba de las caderas con algo más de confianza.
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Secretos que no deben guardarse [CAMREN]
FanfictionLauren vivía una pesadilla con Darren, sólo que ella no lo sabía. Afortunadamente, conoce a Camila, quién le da el verdadero golpe que necesita: un golpe de realidad. •Historia finalizada •Esta historia es pura ficción y no pretende molestar a nadie...