Capitulo 8

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Probó el sabor a sangre en su boca. El golpe de Livy le había abierto una pequeña herida en el labio, que le impactó tanto que no tuvo tiempo de reaccionar a la bofetada que la siguió, justo antes de que ZZ y Dany cogieran a la chica de los brazos y la retuvieran.

-¡Eres un capullo! -gritó esta, roja de rabia-. ¡Un maldito gilipollas! ¿Crees que puedes reírte de mí de esta manera?

Cage vio como la mejor amiga de su hermana forcejeaba para soltarse y asestarle otro golpe. 

-¿Se puede saber que le has hecho a la perra esta? -sucio, que había corrido para aguantarla desde la cintura, le miraba acusador.

Livy estaba tan alterada que no le importó que como la hubiera llamado. Pero a Cage sí. Salió de su estupor y se frotó la mejilla, soltando a Terry. Le sudaban las manos. Nunca había visto tan alterada a la chica, y sabía que llevársela a la habitación de Dany y discutir con ella antes de que estuviera satisfecha, él cediera y corrigiera algún al hàbito. 

Obviamente se estaba riendo de ella. Y lo había hecho expresamente. Le gustaba cuando gritaba, el rubor que le aparecía en las mejillas.  Pero esa vez no lo había hecho por verla peleona. Había querido devolverle el rechazo. Así se sentía, rechazado. No tenía motivos, lo sabía. Pero eso no le impidió estar resentido. Y quería devolvérsela.

-Cage ¿que has hecho? -preguntó Dany preocupada.

-Nada, no ha hecho nada -Livy les sorprendió-. Soltadme -dejó de forcejear, parecía calmada-, no voy a hacerle nada.

La soltarón. Se sacudió un poco y le dío un puñetazo en la nariz antes de salir corriendo por la puerta. Le habrían  seguido si nu hubiese sido porqué a Cage le empezó a sangrar la nariz y tuvieron que llevarlo  a la enfermería del club, donde os chicos curaban sus heridas de batalla. Una vez allí, ZZ se ofreció para correr e impedir que se fuera sola. Aunque fuera un bruto, no era mal chico. Cage tan sólo esperaba que no se le ocurriera ponerle la mano encima.

El chico que les hacía de enfermero le examinó la nariz y, después de asegurarle que no estaba rota, le puso un pañuelo justo debajo y le obligó a estirarse durante un rato, el tiempo suficiente para que se le para la hemorragia.

Dany lo observaba sentada a su lado. Fruncía el ceño y no dijo nada hasta que Sucio se hubo ido. Dany no era la primera de la clase, pero leía a las personas cómo nadie; sabía que ocultaban en segundos, peró también se daba cuenta de que necesitaban. Y Cage no iba a decir nada con público. 

-Ahora me vas a decir porqué Livy te ha estado a punto de dar una paliza.

Cage suspiró.

-Me he reído de ella -empezó-, se ha enfadado, fin de la história.

Cage sabía que con esto no haría nada, su hermana era demasiado lista, pero tenía que intentarlo.

-¿Y por eso se te ha lanzado al cuello como una energúmena? -no parecía muy convencida.

-Es complicado -esperaba que lo dejara en paz.

Dany frunció aún más el ceño, si eso era posible.

-Mi mejor amiga casi le rompe la nariz a mi hermano, así que ya puedes empezar a contármelo todo -acababa de perder la paciencia, ppodía verlo en su tono de voz-. Hace semanas que te evita cómo si le fuera la vida en ello y hoy, después de que estuvierais a solas por primera vez en mucho tiempo -se refería al viaje en coche que compartieron-, se ha enfadado cómo nunca lo había hacho antes. Así que, y no me hagas insistir más, cuéntame que mierda esta pasando entre vosotros.

Cage volvió a suspirar. Tendría que decírselo tarde o temprano, y sabía que su hermana no se daría por vencida hasta que tuviera una respuesta.

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