Capítulo 29.

76 0 0
                                    

Pasaron los días.

Ibas a hacer tu serie normal y te estaba yendo muy bien.
Tus amigas estaban planeando lo de tu fiesta, pero tú no sabias nada.

Una noche antes de tu fiesta sorpresa, estabas en tu cuarto en la laptop chateando con tus padres, por debajo de la puerta metieron un sobre.

Tú te extrañaste, bajaste de tu cama y lo agarraste. 
Era un sobre blanco que decía: “Eres el alma de mi cuerpo”

Sonreíste pero estabas confundida. Lo abriste y sacaste una carta.

“Hola, Bueno,... no sé cómo empezar. 
Te escribo esta carta, porque hay algo que está sucediendo, no sé si tu lo notas, pero yo SI lo siento. Lo siento bastante cerca. Es como si estuviera en el ambiente. 
Desde el día en que te conocí, supe que ibas a ser una gran amiga. Desde hace un tiempo, tengo mi cabeza ocupada en algo. Capaz que tú me viste un poquito distraído, o tal vez MUY distraído. La cuestión es que me pasa algo muy serio: me gustas. Pero, este no es el típico amor adolescente que nace dentro de uno. Creo que esto es mucho más, ya que últimamente, no puedo pensar en otra cosa más que en decirte que te amo, que te quiero, y creo que tú eres mi alma gemela. Creo que lo que siento por ti es AMOR puro y verdadero. Un amor que tiene una pasión única, enorme, pura. Te juro que busque las mil y una formas de decirte esto. Lo reflexioné tantas veces, que no me vas a creer. Y la verdad creo que para expresar TODO, lo que siento por ti, era mejor hacerlo de esta manera. No sé si será la correcta o no, pero creo que si te iba de frente, tus ojos me iban a desviar, me iban a desenfocar, y no iba a poder decir más nada que un "Hola" pegar media vuelta, y salir corriendo. 
Quisiera que me entiendas cuando te digo que te amo, que tú eres el sol de mis días, que pierdo tardes y días enteros pensando en ti.
Si a lo mejor no estás segura de esto, no estás segura de darme un "Sí", no importa, voy a respetar tu decisión, pero quisiera que sepas, que muero por dentro, y disculpa si no fui capaz de decírtelo de frente.
Si quieres saber quién soy, sal al pasillo.”

Se te salieron varias lágrimas, pensaste que la carta te la había escrito Zayn, así que decidiste hacer lo que te decía la carta.

Te dirigiste a la puerta y la abriste. Viste que el pasillo estaba oscuro. Encendiste la luz y todo el suelo estaba cubierto de pétalos de rosas. Sonreíste, pero estabas buscando a ese chico.

Cuando ibas caminando alguien te tapo los ojos. 

Tu: ¿Quién eres? -Curiosa-
****: Alguien que te quiere mucho…

Te extrañaste porque esa no era la voz de Zayn… pero si reconocías esa voz.

El chico te llevo a un cuarto. Al entrar quito las manos de tus ojos.

Tú rápidamente volteaste y era…

Destino | z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora