Younger Dreams I Adaptación Juliantina I Terminada

Capítulo 6

Juliana observó cómo Miguel descorchaba la botella de vino y servía un par de copas, llenando la suya mucho más. Se lo agradeció con la mirada porque en ese momento necesitaba alcohol con urgencia. Hacía mucho tiempo que no se refugiaba en la sensación de bienestar momentánea que el líquido te brindaba, pero desde que había salido del hospital y había pasado por casa para darse una ducha, sentía el cuerpo entumecido, como si estuviese en un sueño.

Podía escuchar a Renata canturreando en la cocina, terminando de preparar la cena. Aunque había llegado indudablemente tarde a la invitación, había descubierto que la novia de su amigo también había llegado tarde de su trabajo como productora de música. Juliana pensaba que era un trabajo estupendo, aunque no entendía que hacia allí en la capital y no en Los Ángeles o Nashville, o alguna ciudad mucho más musical.

Una de las cosas que Juliana adoraba de la casa que Miguel compartía con Renata era que estaba llena de instrumentos musicales.

Miguel la miró fijamente, brindando luego de forma silenciosa y se sentó frente a ella, inclinándose un poco hacia delante.

- Valentina ha estado en el hospital - Comentó dándole otro sorbo a su vino. Miguel pareció de pronto nervioso y Juliana frunció el ceño, abriendo luego la boca indignada mientras lo señalaba con el dedo- Lo sabias, maldito traidor- El hombre levantó una mano.

- Oye, espera. No pensé que te fueras a topar con ella...

- No solo me topé con ella. Ahora también soy su médico... o algo así - Esta vez apuró su copa de vino y sintió como le quemaba la garganta, se puso de pie de un salto y cogió la botella sirviéndose otra copa.

- Eh, calmada, recuerda que vienes en coche - Juliana lo ignoró y le dio un sorbo a su nueva y llena copa - Vi a Guille y nos saludamos, luego vi que estaba acompañando a Valentina pero no pensé que tú...

- Se suponía que era un paciente del idiota de Montilla. Pero ya sabes que a ese imbécil no le gusta trabajar - Se desplomó sobre el sofá con cansancio, subiendo las botas sobre la mesita. Miguel le dio un manotazo haciendo que las bajara. La morena lo fulminó con la mirada, ¿es que esa noche no iba a salir nada como ella quería? Quizás ese era el problema. Demasiados años haciendo de las suyas... pero la vida le había demostrado que así era como debería ser, que debía permanecer sola.

- ¿Y qué pasó?- Preguntó entonces mirándola con preocupación. Juliana levantó la vista observando como Renata se acercaba salvándola de tener que contestar. Era una chica bajita, con un cabello negro azabache que llegaba hasta su cintura, unos ojos y unas curvas para morirse. Si no fuera la novia de su mejor amigo... observó cómo Miguel la miraba con los ojos entrecerrados por el repaso que le estaba dando a su novia y le sonrió a medias.

- ¿Qué tanto chismorrean? - Se sentó al lado de su chico y le dio un beso cariñoso en la mejilla - Diez minutos más y la cena estará lista - Comentó y su mirada se fue desde Miguel hasta Juliana un par de veces - ¿He interrumpido algo super secreto? - Preguntó entonces y Juliana negó lentamente.

- Cosas del pasado- Respondió simplemente.

- Déjame adivinar ... tiene que ver con una mujer - Juliana no pudo evitar reír entre dientes y Miguel hizo lo mismo.

- Creo que ya te conocen, Juli - Sonrió el chico.

- Podría conocerme aún mejor - Miró de forma seductora a Renata y esquivó el cojín que le lanzó Miguel a la cara mientras la otra chica solo sonreía. Estaba acostumbrada a los intentos de Juliana de poner celoso a Miguel, los cuales funcionaban siempre.

- Entonces... ¿Cuál es el gran problema con esta chica?- Preguntó Renata mirándolos a ambos.

- Básicamente, Juliana se enamoró perdidamente de ella y...- Esta vez fue Juliana la que le lanzó el cojín a Miguel, con la mala suerte de que cayó sobre la copa que tenía en la mano haciendo que el contenido vino tinto terminara sobre los pantalones de su amigo- ¡Maldita sea, Juli! ¡Eran mis pantalones favoritos!- Exclamó frustrado al ver la mancha.