Younger Dreams I Adaptación Juliantina I Terminada

Capítulo 10

En el momento en el que los labios de Valentina se unieron con los de la otra chica, Juliana se olvidó durante varios segundos de la opresión que había sentido en el pecho al pensar que Valentina había podido escucharla diciendo lo que acababa de decirle a Eva. Sentía las palabras como un eco en su cabeza, como si hubiese soñado que las decía y no las hubiese dicho realmente, porque lo cierto era que aunque intentara convencerse a sí misma de que para ella Valentina era como una hermana menor... no era cierto. Porque cuando ves a tu hermana menor besando a otra chica, no te entran esas ganas irrefrenables de estampar la cabeza de la chica en cuestión contra una de las mesas.

Agarró aire y apartó la vista de la escena mezclándose entre la gente. ¿Qué demonios estaba pasando? Extrañas emociones la estaban arrastrando hacia un lugar del que ella luchaba por escapar, pero casi sin éxito. Subió las escaleras escuchando como un grupo de chicas le preguntaban si era la pianista. Ella las ignoró y llegó hasta la barra.

-Dame un whisky en las rocas - Le pidió a Vico que estaba limpiando un vaso con ahínco.

- ¿Dónde está esa alta rubiecita deliciosa? - Ladeó la cabeza.

- Dame el maldito whisky, Vico - La miró seria y la chica no se impresionó por su mirada amenazante. Sirvió el vaso y vio como Juliana lo apuraba en su garganta.

- Espero que no hayas venido en esa bonita moto tuya. No quiero ser la culpable de que te estampes contra una pared - Juliana se giró mirándola, retorciendo un poco el cuerpo como una felina.

- ¿Qué tal si te estampo a ti contra la pared mientras te como la boca? - Le preguntó mostrándole el vaso para que se lo rellenara.

Vico soltó una risita.

- Me encanta cuando te pones en plan: "Soy Juliana y le gusto a todas".

- Le gusto a todas - Respondió la morena con media sonrisa y Vico se apoyó en la barra acercando su rostro al de Juliana.

- ¿Qué ha pasado? ¿La rubia no ha dejado que le metieras la manita debajo del vestido? - Le dio con el dedo en la nariz - No soy un premio de consolación, cariño.

- Oh, venga... cuando estés gritando mi nombre te darás cuenta de que el premio aquí soy yo - Vico empujó la cabeza de Juliana y esta solo sonrió, poniendo luego su mirada de caza antes de mirar alrededor.

- ¿Vas a decirme que ha pasado? Solo te pones así cuando alguien te rechaza, lo cual ocurre bastante poco...

- Nadie me ha rechazado - Contestó tragando hondo - Porque no había nada que rechazar - Siguió diciendo mientras la imagen de la lengua de esa chica en la boca de Valentina hacia que se retorciera contra la barra.

- Vi como la mirabas, a mí no me engañas - Siguió Vico sirviendo un par de cervezas.

- Deja de decir tonterías y supéralo. No quiero hablar más del tema - Dijo tajante y sonrió cuando una pelirroja con un vestido blanco y ajustado se acercó a ella sonriendo - ¿Puedo invitarte algo? - Preguntó mirándola con media sonrisa.

- Depende... - Respondió la rubia sentándose a su lado.

Juliana simplemente sonrió haciéndole señas a Vico. Esto era en lo que debía concentrarse, en ser quien era, en hacer lo que hacía siempre, lo que hacía para escapar de su vida, de su día a día. Tenía la mano en la cintura de la de la rubia mientras le hablaba al oído y esta reía, cuando sintió que tocaban su brazo. Eran Eva, Lucía y Valentina. Los ojos de Juliana miraron rápidamente el rostro de la hermana menor de Eva, pero esta parecía mareada y se apoyaba con fuerza sobre el cuerpo de Lucía.