Younger Dreams I Adaptación Juliantina I Terminada

Capítulo 13

Juliana Valdez la estaba besando.

Juliana... la ... estaba... besan...

Valentina dejó de pensar cuando todo su interior de encogió, regocijándose en el roce de esos suculentos y suaves labios. Y cuando Juliana se apartó para mirarla directo a los ojos y esas dos esferas de color marrón la miraron de esa forma, mientras podía sentir la respiración jadeante de la morena cerca de su boca, Valentina se dijo que debía tener más. Ese pequeño roce no había sido suficiente. Así que cogió con fuerza la cintura de la morena para hacerle saber su necesidad. Todo lo demás le daba igual. Le daba igual por qué habían estado gritándose, le daba igual que Juliana se hubiese enterado de todo lo que le hacía sentir y le daba igual que supiera lo necesitada que estaba por sus labios.

Acercó el rostro jadeando, aspirando su aliento con olor a cigarrillo y sintió una explosión bajo su vientre y su estómago cuando Juliana mordió su labio inferior de una forma completamente inesperada y sensual. Joder... tomó aire aferrándose con más fuerza a su cintura y cuando la morena comenzó a succionar su labio, abriendo luego la boca, Valentina se embriagó de su sabor buscando enseguida su lengua. Se sentía deseosa y desinhibida y enseguida se dio cuenta de que ese beso no era como ningún otro que hubiese dado.

Juliana besaba con unas ganas que hacían que sus rodillas temblasen, pero al mismo tiempo era cuidadosa y jodidamente sensual. Podía sentir como sus labios besaban los suyos con suavidad, como su lengua se unía en un mismo compás con las suya entre besos y como suspiraba suavemente, mientras sus dedos acariciaban la parte de atrás de su nuca.

Valentina abrió la boca jadeante por la falta de aire producto del beso, pero además porque el cuerpo de Juliana tan cerca del suyo, su olor, sus dedos acariciando su nuca y sus labios llevándola a sitios que nunca había tocado ni experimentado, la habían dejado sin aliento. No pudo evitar sonreír un poco porque lo que estaba sintiendo era asombroso y ese beso estaba despertando zonas en su cuerpo que nunca había pensado que pudieran sentirse así.

Y justo cuando todas esas sensaciones se acumularon y se agolparon con demasiada fuerza, un gemido escapó de su garganta de forma involuntaria. Pero es que los labios, la lengua y los dedos de Juliana en su nuca eran algo demasiado embriagador y excitante, y la humedad que había comenzado a hacer acto de presencia en su entrepierna podía dar constancia al respecto.

Notó como Juliana se tensaba luego de su gemido y como su beso se volvía más exigente... hasta que, la morena simplemente se detuvo apartándose lo suficiente para que ambas se miraran jadeantes. Valentina podía sentir como su corazón vibraba dentro de su pecho y se preguntó si Juliana también podría escucharlo, porque lo cierto era que podía oírlo retumbando en su oídos. Pestañeó varias veces y casi soltó un quejido de protesta cuando Juliana dio un paso hacia atrás, sin dejar de mirarla de esa forma intensa que hacía que Valentina quisiera volver a besarla.

Quería besarla para siempre porque nunca nadie la había besado de una forma tan exquisita.

Juliana parecía paralizada y simplemente la miraba mientras su pecho subía y bajaba. ¿Qué debía hacer? Maldita sea, no tenía ni idea porque ella también estaba paralizada. Estaba paralizada por las sensaciones que la chica de sus sueños había despertado en su piel y su alma con un beso. Intentó dar un paso hacia adelante pero sentía que su cuerpo flotaba y no estaba segura si podía recordar cómo se caminaba.

Se humedeció los labios y tragó hondo sin dejar de mirar a la chica más preciosa de todo el mundo... ¡y la había besado!

- ¿Juliana...? - Preguntó algo insegura, necesitaba que fuese Juliana la que dijera algo porque a fin de cuentas había sido ella quien la había besado.