Capítulo 16

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Los jadeos de ambas rompieron el silencio de la habitación cuando Juliana levantó lo suficiente la cabeza como para tentar la boca de Valentina, la rubia sentía que iba a volverse loca porque el saber que Juliana se sentía atraída hacia ella y recordar lo que le había dicho sobre que podría besarla por horas... era demasiado para su cuerpo revolucionado.

Y ciertamente podía culpar a sus hormonas adolescentes, porque aunque insistiera en que no era una niña, no podía negar que estaba en la edad en la que todo se siente el doble y en donde su cuerpo se estremecía el doble. Y estaba sintiendo, oh sí. Podía sentir los dedos de Juliana acariciando su cuello, y luego coger con fuerza su nuca, como si le fuese irrefrenable y como si estuviese teniendo una lucha interna.

Valentina podía entender de cierto modo que tuviera sus dudas. Ella era una inexperta en el ámbito amoroso y sexual y Juliana... bueno, era Juliana, y estaba segura de que tenía la experiencia necesaria. Y estaba todo el tema de que fuese amiga de sus hermanos... ¿Pero eso acaso importaba en ese momento en el que la atracción era tan fuerte que simplemente ninguna podía respirar? ¿Importaba ahora que podía sentir el aliento caliente de Juliana tan cerca que era casi erótico, y hacia que miles de cosquillas viajaran desde su vientre hasta su entrepierna y otras partes de su cuerpo?

No, no importaba.

Fue ella la que terminó de dar el paso y dejó un suave beso sobre los labios de Juliana. Las cosquillas se incrementaron al sentir los labios de la morena contra los suyos y suspiró porque, por Dios, no es como si hubiese besado un montón de labios, pero sin duda no podía haber ningunos como esos.

Su mano se aferró a la camiseta de Juliana, justo en la zona de su cintura, acercándola a su cuerpo casi por inercia y porque se moría por sentirla más cerca. Sintió como Juliana succionaba su labio inferior y como su lengua lo delineaba, haciendo que Valentina contuviera la respiración, dándose cuenta que de pronto en esa habitación hacia demasiado calor.

Abrió la boca recibiendo con un gemido suave y ronco la invasión de Juliana, porque era la invasión más dulce y sensual que había recibido nunca y porque simplemente se moría por besarla de esa forma, y por sentir como las ganas y el deseo de la morena incrementaban con cada roce de sus labios.

Sin embargo, necesitaba más, sus malditas hormonas adolescentes no parecían satisfechas con la forma en la que Juliana hacia maravillas en su boca. La agarró con más fuerza de la camiseta y acercó aún más su cuerpo al de la chica mayor, sintiendo la forma de su anatomía, sintiendo que necesitaba más de ese calor corporal.

Juliana pareció entenderlo porque unos segundos después estaba sobre ella, y sus cuerpos friccionaban de una forma tan deliciosa y caliente que Valentina tuvo que tomar una bocanada de aire cuando Juliana se apartó durante dos segundos, supuso que para poder respirar también. Porque entre aquel intercambio de oxígeno y que sus cuerpos estaban hirviendo, aquella habitación probablemente parecería un ambiente poco habitable para cualquier organismo vivo.

Pero Valentina se sentía más viva que nunca. Y cuando los labios de Juliana se unieron de nuevo a los suyos de forma exigente, ella metió los dedos en sus mechones sueltos, adorando la forma en la que su sedoso cabello se sentía entre sus dedos.

Juliana colocó ambas manos a cada lado de su cuerpo, comenzando a moverse para crear fricción y las manos de Valentina se deslizaron por la parte posterior de su cuello, hasta su espalda, metiéndolas sin miedo debajo de la camiseta de la morena para poder acariciar su piel. Y se sentía tan bien y tan correcto, que sus manos siguieron bajando hasta el inicio de sus shorts de pijama, aferrándose a estos a cada costado de las caderas de Juliana que se movían de una forma que la estaba haciendo jadear una y otra vez porque podía sentir su pelvis rozando la suya, justo en el lugar exacto en el que lo necesitaba.

Younger Dreams I Adaptación Juliantina I TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora