Kara Danvers es una adolescente de 19 años de Midvale recién ingresada a la Universidad de National City, que se propone hacer las cosas diferentes esta vez.
Por supuesto que no será difícil adaptarse teniendo su ganga de amigos:
Winn, Maggie, Jame...
—ihjj...—desperté de golpe abriendo mis ojos con el corazón acelerado...acabo de tener un sueño mojado? Solo que no logro recordar bien que era, fuck! Odio cuando eso pasa.
Me siento y miro a mi alrededor, estoy en la casa de Andrea. Mi brasier y vestido están en el suelo como de costumbre cada vez que bebo demasiado, lo cual no es tan regular y ando puesto un camisón de Andrea.
Trate de recordar cómo llegué aquí pero nada me venía a la mente, incluso tenía un dolor de cabeza. ¿Que pasó para que yo perdiera el control? Suelo mantenerme normal con varios tragos. Es culpa de Andrea. Y un poco mía por querer consolarla ya que ella andaba triste.
Miro el reloj y son las 8:15am. —Diablos! Andreeeaaa! Llegaremos tarde! —entre al baño y me asea rápido, tomé unas prendas mías que tenía en su closet y fui a buscarla.
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—Andrea! Despierta!
—Ay no me grites! Ando sensible.—se tapo los oído.
—por andar de borracha desquiciada. —jajajaj.—Cada vez que digo esas palabras Andrea ríe sin falta.—siquiera sabes cómo llegamos aquí?
—no fuiste tú la que nos trajo?
—ohhh, ya se levantaron zorras durmientes.—entró Lucy y le hice mal gesto.—yo las traje porque ustedes me llamaron suuuper pedas....¿porque se quedaron tanto tiempo allí? Ese no era el plan y se que tú estabas aburridisima.—me señaló.
—no recuerdo nadita.—bostezo Andrea enrollándose en la cobija. —alguna razón en especial?.—preguntó en un tono insinuador Lucy y eso me me hizo respingar.
—¿Que? Yo me quede acompañando a Andrea, ésta barril sin fondo quería tragarse todo el licor por el bobo de su novio.—Le quite la cobija de un tirón.
—oye!...eh, tienes razón, estoy enamorada.—dijo moviendo sus hombros y no se porque en automático le pegue en la cara con la almohada, jmm ...enamorada.—auh!!
—mm...lo que tú digas.—dijo poco convencida y algo burlona Lucy, pero se giró viendo su celular. —las espero en el carro. Apúrense perras hoy comienza la cazeria de nuevas integrantes para nuestra sororidad.
"Rayos, es cierto... esa otra sororidad de chicas de segundo año podría convertirse en competencia si les permitimos agarrar las chicas más cool e inteligentes" —...Báñate que apuestas a cigarro y alcohol, entramos a clase en 30.—Le dije a Andrea.
—ashhh! ...Si mama.—rodo los ojos y yo le enseñe la lengua. ••••••••••••••
