Sobre apuestas y sus efectos secundarios (gay/m-preg)

Epilogo

2 años después (dos años)

—cariño, llegué!

Después de que Erick volviera, decidió retomar sus estudios poco antes de que los gemelos cumpliera su primer año de edad, después de eso comenzó una carrera en criminología a la par que comenzaba su entrenamiento en la policía, eran días pesados, pero sabía que valdría la pena.

Por otro lado, Sky decidió terminar la preparatoria un año después de Erick, decidió también no hacer una carrera universitaria, quería centrarse más en sus hijos y en su ahora prometido.

El también ayudaba con el dinero de la casa, los fines de semana trabajaba en la pastelería de la tía de Julieta, Andy le ayudaba con los niños todo lo que podía, y el no tenía ningún problema, sus sobrinos eran la luz de sus ojos, los adoraba.

Por su parte el había conocido a una linda chica en una fiesta, con la que actualmente mantenía una estable relación de casi un año.

En cuanto a Julieta, ella había decidido comenzar una carrera en diseño de modas, eso definitivamente la apasionaba, actualmente se encontraba soltera y la verdad es que planeaba seguir así un buen tiempo.

Teddy y West seguían juntos, su relación se fortalecía cada vez mas con el tiempo, en realidad estaban felices y seguros de haber encontrado a la persona indicada.

Lamentablemente para Kevin y Luka no había sucedido igual, el padre del menor había puesto una demanda contra el rubio, demanda que quitó solamente cuando Kevin se fue de la ciudad para estudiar la universidad, esto, con la promesa de que un día volvería por el.

Y bueno, en cuanto a nuestra pequeña y adoraba familia, eran más que felices, eran jóvenes y las cosas se complicaban de vez en cuando, pero no había nada que una buena comunicación no pudiera solucionar.

—no! Sage! Ven aquí! No puedes andar sin pantalones por la vida!

Un pequeño castañito corriendo semidesnudo y con una paleta de caramelo en su mano captó la atención de Erick, y detrás de el, un precioso chico lo perseguía con unos pequeños pantalones azules.

El chiquitín corrió a los brazos de su padre, quien con gusto y a pesar de estar agotado lo cargó gustoso.

—pa! —exclamó el niño.

—si, campeón! Pa está aquí! Te estás portando mal?

—mal!? Ahora entiendo porque se llaman los terribles dos!

Erick rió acercándose a su prometido para besar sus labios.

—hola amor.

—hola. —dijo con un puchero en sus labios. —puedes ponerle su pantalón? Por favor. —dijo con voz de niño pequeño.

—claro que si, amor, dame eso. —tomó el pantalón con su mano libre. —y Lee?

—en la sala, se quedó dormido sobre el mecedor.

—el adora ese mecedor. —dijo dirigiéndose a la sala para cambiar al gemelo mayor.

—lo se, hace magia, lo deja botado en dos segundos.

—en cambio este diablillo.

—si, tiene mil veces más energía, no se si eso es bueno o malo.

Erick rió sentándose en el sillón poniendo a Sage recostado sobre este, sus ojos se dirigieron a la mecedora donde Lee dormía plácidamente.

—míralo, es un ángel.

—claro, salió de mi!

—tranquilo campeón, se que no te gustan los pantalones, pero debes usarlos.