Bullets ; L.S

Capítulo dos.

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Louis y Thomas entraron por la puerta principal de la clínica, ambos erguidos y rígidos, con sus chaquetas de la institución y placas en mano, una típica apariencia intimidante de investigadores.

Se dirigieron al mesón, preguntando por la habitación de Harry Styles.

—Tercer piso, habitación trescientos dos.

Ambos asintieron y comenzaron a caminar en completo silencio, sintiendo la mirada de los pacientes del lugar e incluso de algunos doctores. Al llegar tocaron la puerta esperando a ser autorizados para ingresar y al oír una voz femenina entraron, siendo examinados visualmente por las dos mujeres en la habitación.

—Buenos días señora Styles ¿Anne es su nombre?— saludó Thomas, la mujer asintió con una mirada con atisbos de tristeza —buenos días ¿sucedió algo?— Louis le sonrió cortésmente —no se preocupe, sólo veníamos a ver cómo se encontraba su hijo y por la declaración de los tres, es esencial para cerrar este caso— dijo Louis dirigiendo su mirada al hombre que se encontraba dormido en la camilla, ajeno a todo lo que pasaba a su alrededor. Anne asintió.

—Está dormido ahora, pero mientras podemos declarar nosotras.

Louis aceptó y caminó junto a Thomas y Anne fuera de la habitación -Gemma, cuida a tu hermano mientras salgo.

Ya fuera de la habitación, Louis sacó unos documentos y un lápiz, mientras anotaba todo lo que la mujer relataba, luego hizo lo mismo con Gemma.

—¿Podrían dejarnos solos un momento, serán sólo unos minutos.

Ambas mujeres asintieron y salieron de la habitación.

Los investigadores se posicionaron a cada lado de la camilla mientras Harry aún dormía.

Louis se agachó a su altura, poniendo una mano en su brazo, apretando suavemente para despertarlo. Harry se removió un poco, abriendo los ojos lentamente y sobresaltándose ante la presencia de ambos hombres.

—Tranquilo, no pasa nada, somos investigadores de la National Crime Agency— habló suavemente Louis al mismo tiempo que le mostraba su placa para tranquilizarlo. Harry miró a ambos y finalmente posó su mirada en Louis —creo que te recuerdo, eras tú el que estaba cuando perdí la consciencia— Louis asintió —sí, ¿lo recuerdas?— preguntó Louis extrañado —sí, eso creo.

—Eso es bueno, en parte, porque venimos por tu declaración Harry— comentó Thomas. Harry asintió con un poco de resignación en la mirada —¿te sientes cómodo con eso? ¿o prefieres no recordar estas cosas aún?— Harry suspiró —no lo sé, es todo confuso, tengo miedo de recordar más cosas.

Louis estaba acostumbrado a tratar con víctimas traumatizadas y los ojos del chico con un verde que parecía apagado y temeroso, le parecían aún más necesarios de cuidado —está bien, tienes un par de días hasta que llegue el fin del plazo para archivar tu declaración, podemos venir otro día si necesitas descansar, no te preocupes.

Thomas observó a Louis y luego a Harry, sonriendo. Para él, Louis era alguien digno de admiración, hacía su trabajo de forma impecable, tenía un tacto único con las personas que ayudaban, siempre sabía qué decir, aún cuando todos sabían el dolor que guardaba en su corazón.

—Gracias por entender... hm—

—Louis.

—Gracias por entender Louis.

—No te preocupes, vendremos en unos días antes de que te den el alta.

Harry asintió y con una sonrisa, ambos investigadores se retiraron del lugar, avisando a la madre de Harry que volverían.