Capítulo once.

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(...)

Louis salió satisfecho de la sala del juicio, Harrison Barker había sido condenado a cuarenta y ocho años por un estimado de treinta muertes, aunque Louis pensaba que habían sido más, sólo pudieron probar esa cantidad.

Taylor llegó a su lado —bueno, no saldrá vivo de ahí— Louis se encogió de hombros —esperemos que no, al menos no nos debemos preocupar por él en varios años— seguían caminando hacia la salida —entonces, ¿ahora harás algo? ¿tienes planes?— cambió el tema, a pesar de que sabía que Louis pondría alguna excusa como siempre, el objetivo de Taylor era saber si aún se veía con Harry. —mh, sí, tengo asuntos personales que atender—. la rubia asintió moldeando una sonrisa en las comisuras de sus labios, intentando no ser obvia, estaba feliz por él —está bien, entonces te dejo porque también tengo asuntos pendientes— le sonrió y el investigador hizo lo mismo devuelta a modo de despedida —que te vaya bien con él—. Dijo yéndose sin darle la oportunidad de responder algo, él la miró confundido ¿lo sabía?.

2 meses después

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2 meses después.

El investigador llegó a casa de Harry como de costumbre para entrenar con él. Habían acordado tres días de la semana para ello ya que él debía trabajar. Al tocar la puerta Gemma fue quien lo recibió. —Hola Louis— saludó un poco distraída —hola— devolvió el agente —mh, ¿vienes por Harry, no? creo que es mejor que vengas el viernes— la cara del investigador se transformó a una preocupación total. Gemma lo notó. —¿Qué? ¿por qué? ¿le pasó algo? ¿dónde está?— la hermana mayor de los Styles parpadeó suavemente por el bombardeo de preguntas —no, tranquilo, está en su habitación pero no está muy bien de ánimo, sabes como es esto, estuvo muy bien el último mes pero está en una recaída, no quiere ni comer, supongo que es mejor dejarlo descansar hoy— Louis se relajó medianamente al saber que estaba en su habitación, pero no pudo evitar mirar por sobre el hombro de Gemma y querer entrar a verlo —entiendo, está bien, vendré el viernes, o cuando esté mejor— dio unos pasos hacia atrás con intención de irse a su auto —tú tienes mi número también, si hay algo que pueda hacer, dime— se giró para caminar finalmente a su auto, pero lo detuvieron —espera ¿no quieres pasar a saludarlo? quizás eso lo anime un poco— dijo con una suave sonrisa, viendo claramente su intención. Louis se quedó en su lugar evaluando qué tan buena idea era eso —realmente está decaído y no sé qué hacer con él— volvió a hablar Gemma, aquello fue demasiado para el corazón del agente, comenzó a caminar de nuevo hacia la casa.

Subió las escaleras detrás de Gemma, quien tocó la puerta y asomó su cabeza a la habitación de su hermano. —Hola otra vez, quería decirte que alguien vino a verte.— Louis se mantenía escuchando detrás de la puerta, tenía sus manos cruzadas delante de él, atento a la respuesta de Harry —Gems no quiero ver a nadie hoy, si es Zayn dile que estoy cansado, él sabe y— Gemma lo interrumpió —no es Zayn— Harry se quedó callado —¿quién...?— murmuró. No terminó su pregunta porque Gemma se quitó de la puerta y dejó ver la silueta del agente parado detrás de ella.

Bullets ; L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora