CAPÍTULO SIETE "Incríble"

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I hold your letter in my frozen hand, the last line was long, as long as it burns my
My look carries on
With every word another feeling dies
I'm left here in the dark
No memories of you I close my eyes
It's keeling me...

Empezó a cantar Bill. Tenía una voz única, diferente, cargada de sentimiento, que quedaba increíble con cada acorde que los chicos hacían. Todo era perfecto. Bill había nacido para ser vocalista de una banda. Se le notaba.

Para la segunda vez que hicieron el coro, cantaba algunas frases sueltas. Era la primera vez que los escuchaba, pero me había convertido en su fan número uno.

Cuando terminaron, les aplaudí energicamente. Eran demasiado talentosos. Me preguntaba qué hacían todavía cantando en un sótano. Se les notaba que habían nacido para ser una banda, para ser famosos.

-¿Te gustó?-preguntó un sonriente Gustav desde la batería.

-¿Gustarme? ¡Me ha encantado! ¡Son la mejor banda que he escuchado!

-¡Gracias!-contestaron todos al mismo tiempo.

Dejaron los instrumento un segundo para beber agua. Los chicos conversaban, mientras que Bill se acercó a mi y se sentó en el reposabrazos del sofá. Tuve que alzar la cabeza-más de lo normal-para poder mirarle.

Tenía una enorme sonrisa en el rostro.

-Cantas increíble-dije sonriendo.

-Gracias-dijo un poco tímido.

-Te pierdes, cuando cantas. Es genial ver a alguien perderse de esa forma. Se nota que disfrutan tocando. Creo que serán famosos.

Bill soltó una carjada y negó con la cabeza, divertido.

-Tienes mucha fé en nosotros, Anna.

-Digo lo que creo-dije encogiendome de hombros.

-¿Tocas?-preguntó señalando hacia los instrumentos. Los miré con nostalgia.

-Sí. Pero no canto o toco desde...-me callé. Dios. ¿Cómo se me ocurre estar diciendo 'desde que me drogaba'. Me provacaba darme bofetadas.

-¿Desde qué?-preguntó Bill curioso.

-Mmmm... desde hace tiempo-murmuré, restando importancia con un movimiento de la mano.

-Así que también cantas...-dijo con una sonrisa maliciosa. Ohm... esto no me estaba gustando...

-Bu-bueno. Sí. Pero no lo hago desde hace mucho...

Bill se levantó de un salto, con la mirada brillante y una sonrisa como la del gato de Alicia en el País de las Maravillas.

-¡Hoy lo harás!

Abrí mis ojos como platos. ¿Estaba loco?

-¡¿Qué?! ¡No! Bill, yo...-ni siquiera me escuchó. Caminó hasta los muchachos.

-Anna quiere cantar una canción con nosotros.-dijo Bill con alegría. Lo miré con los ojos entrecerrados. Bueno, más bien hacia su nuca. Él no estaba pendiente de mi.

-Chicos, yo...-empecé a protestar, pero todos ya estaban en sus lugares y Bill estaba frente a mi, tendiendome un micrófono y una hoja con la letra de lo que quería cantar.

-Tranquila-dijo mientras yo tomaba el micrófono y la hoja y se acercaba un poco más a mi.-Yo cantaré contigo. Todo va bien.

Tragué saliva y asentí. Me guiñó el ojo y me ayudó a salir del sofá. Con su mano aún en la mía, me guió hasta donde estaban los demás.

No tenía ni idea de porqué había aceptado esto. No me gustaba cantar en público. Era muy tímida... Pero al ver la forma tan tranquila en que él lucía, no pude resistirme. Había algo en su forma de hablar y mirarme que me hacía sentir segura. Como si me dijera 'salta' y lo único que preguntaría sería '¿de qué altura?'. No tenía ni idea de qué, pero simplemente me sentía mejor con él. Su sonrisa me alegraba. Y su voz me daba seguridad.

-¿Lista?-me preguntó Bill. Sólo asentí.-Vale. Yo cantaré la primera estrofa. Tú el precoro y coro. Luego haces la segunda estrofa, y el resto juntos. ¿Entendido?

-Entendido-contesté medio nerviosa. Me daba indicaciones como todo un profesional.

-Bien.

Asintió a los demás y Gustav marcó la entrada. Los acordes en la guitarra de Tom comenzaron.

I'm Freak of Nature Stuck in reality I don't fit the picture I'm not what you want me to be Sorry...

Me tocó cantar en seguida con él. Prestaba atención a su voz. Tanto para seguir la melodía como para tratar de calmarme los nervios. Y ya para el coro, e incluso cuando lo hice sola, todos los miedos se fueron, y canté con entusiasmo.

De pronto me sentí en otra época. Unos años atrás. Cuando la música era mejor que una droga, y era feliz con ella.

Perdida en la canción y los ojos marrones de ese pelinegro que comenzaba a volverme loca, me quise dar de bofetadas por haber cambiado mi vida por las drogas.

El último acorde de Tom y Georg, el último toque de la melodía de Gustav, y la ultima palabra de la canción por parte de Bill y de mi, dió por terminada la canción.

Bill y yo nos miramos con una sonrisa. La mía era tan enorme que sentía que las mejillas se me romperían. Se acercó más a mi y me miró como nadie lo había hecho nunca.

-Eres increíble-susurró.

-Me siento increíble.

HIFL MIR FLIEGEN#Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora