Ámame una vez más

Prólogo

Como todo comenzó...

-¡¿Cómo pudiste hacernos esto?!-gritó Samamtha desesperada. Lo que James le había dicho era muy arriesgado. No temía por su seguridad. Más bien por la de Abby.

- Samantha, ellos me obligaron a hacerlo. Si no lo hacía Abby o tú iban a estar muertas. Créeme, tuve que hacerlo. Ustedes son lo más importante y valioso que tengo en esta vida. Yo no quise hacerlo, pero en ese mundo oscuro si no lo haces, ambos sabemos que nadie sale bien-dijo James tratando de calmar a su esposa.

-James, perdóname. Toda esta situación me pone nerviosa. Abby es lo más importante en nuestras vidas. Abby es un milagro. Tenemos que hacer todo lo que ellos pidan-dijo Samantha mirando a su esposo.

-Quien está en esto soy yo. Trataré de que ustedes estén fuera de esto. Esto no es culpa de nadie. Estoy trabajando bajo amenazas. Siempre he sido una persona correcta y fiel a la ley. Pero, esto está fuera de mis manos. Daré mi vida si es necesario, pero las protegeré a ambas-dijo James acariciando la mejilla de Samantha.

-¿Pasó algo?. Me levanté porque escuche sus voces. ¿Todo está bien?-dijo una Abby recién levantada. Ambos se miran y luego a Abby. James se armó de valor y decidió ser el primero en hablar.

-Nada, hablábamos sobre ti amor. De que eres lo más hermoso y valioso que tenemos en nuestras vidas. Eres la princesa con la que siempre soñé. Pero, la más hermosa de todas y única. Mi pelirroja-dijo James y los ojos de Abby se llenan de lágrimas. No de tristeza, más bien de emoción.

-Soy muy afortunada de tenerlos en mi vida. Son los mejores padres-dijo Abby acercándose y agarrando la mano de ambos.

-Te amamos princesa-dijo Samantha y los tres se abrazan en la sala.

-Yo también los amo con toda mi vida-dijo Abby con una sonrisa en sus labios. Sintiéndose amada por sus padres.

*****

      Los rumores no tardaron en hacerse presente. Abby no quería creer en esos rumores. Esos que eran horribles sobre su padre. Ella sabía que su papá no era capaz de hacer ese tipo de cosas el era un hombre ejemplar y fiel creyente de la ley. Pero, ella estaba notando un comportamiento extraño de sus padres. ¿Debía creer en esos rumores?. Ella iba a hablar con sus padres. Ellos deberían aclarar si esos rumores eran ciertos o no. El timbre suena, anunciando que ya era la hora de salir. Como siempre, ella espera el bus para irse a su casa. El viaje se tardó más de lo que ella pensó. Al llegar a la casa se encontró con su madre.

-Mamá, ¿son ciertos los rumores?-dijo Abby dejando la mochila sobre el sofá.

-¿Que rumores cariño?-preguntó su madre.

- No te hagas mamá, todos hablan sobre eso. Hasta en el instituto hablan sobre eso mamá. ¿Es cierto?. Dime la verdad mamá, ustedes han estado actuando muy extraño-dijo Abby algo triste y molesta a la vez. Ella quería que todo fuera falso, pero estaba segura de que era cierto lo que decían. La puerta se abre y era su padre. Abby lo mira con temor, y con decepción. Su madre había guardando silencio, lo que significaba que era cierto.

-Que decepción. No puedo creer y mucho menos de ti papá. ¿Cómo te metiste en esto?. ¿Cómo papá?-dijo Abby con decepción y aquella pelirroja comenzó a llorar. Se desmonoró en esa sala.

-Princesa, todo tiene una explicación-dijo James mirando a su hija y luego a su esposa.

-¡¿Qué explicación tiene papá?!. ¡Todo este tiempo ustedes me han engañado!. ¡Todos estos 16 años!-gritó Abby con decepción y dolor en su pecho. El dolor era la decepción de saber que su papá trabajaba para el mundo oscuro.