Sex Teacher /Jikook

Capítulo 23

—Hey te estoy hablando!

Salí de mis pensamientos y gire mi vista a la chica que me había hablado. Alce una ceja.

—¿Si?

—Vaya hasta que reaccionas— Soltó una risita —¿Que hace Park Jimin en un lugar como este?

—Shh no lo digas tan fuerte, no quiero gente aquí pegada, solo soy alguien normal por esta noche ¿bien?

—De acuerdo pero no te molestes— Rió y se sentó a lado mio invitandome de la botella de la que ella estaba bebiendo. Negué —Vamos no te la voy a cobrar, no seas amargado.

—No soy amargado, solo que ya me se esta historia.

—¿Cuál? ¿Emborracha al niño bonito y cogetelo?— Soltó una carcajada y negó —No me mal entiendas cariño, no me van los hombres y tu te me haces una persona común, no porque seas famoso te voy a tratar como a uno. Estas en mi territorio y no lo merces.

Se levantó lista para irse. Creo que ahora si se había ofendido. Jimin eres un idiota. Tome su mano deteniendola y ella volteo a verme.

—Lo lamento mucho, tuve un pesimo día.

—Bueno niño lindo solo porque me caíste un poco bien te daré una segunda oportunidad.

—Vaya estoy agradecido— Sarcástico.

—Vuelve a hacerlo y me largo en serio.

—Ya ya— Reí —Eres de mecha corta por lo que veo.

—Exacto y tu muy irritante en comentarios. Me agrada —Se sentó de nuevo —¿Y bien que haces aquí? Creí que los ricos tenían su propia casa de bebidas.

—¿En serio? ¿Es así como nos vez?

—No, es así como lo hacen ver

—Bueno pues casi tienes razón— Sonreí negando y suspire— Pero solo por hoy quiero sentirme como alguien normal

—Haces ver como si fueras miserable

—Lo soy...— Dije dando un trago a aquella botella. Suspire.

—¿Por qué? Lo tienes todo. Eres guapo, tienes dinero.

—Pero no tengo a la persona a la que amo, me voy a casar, pero no con la persona que yo quisiera.

—Vaya... Pero ¿Por qué?

—Por el "¿Que dirán...?"

Y sin darme cuenta ya le estaba contando absolutamente todo mi problema, esto era loco, no, lo más loco es contarle mi historia a una completa extraña y luego sentirme bien por eso. Como sea, ya lo necesitaba.

Después de un rato de silencio y un par de tragos. Ella al fin hablo.

—¿Y por eso estas aquí como un cobarde?— Frunci el ceño y voltee a verla —No me mires así, sabes que es verdad.

—Si, lo peor es que tienes razón— Suspiré —Mañana en la mañana irá a mi casa y te juro se me acaban las ideas para poder evitarla. No quiero conocerla

—¿Aun no se conocen?— Negué lentamente —Bueno tienes una oportunidad.

—¿De que hablas?— La mire confundido.

—Bueno, no se conocen... ¿Que tal si se lleva una primera mala impresión tuya? Tal vez ella se aleje y ya no quiera casarse contigo.

Esto sonaba loco pero podría funcionar. Entonces se me ocurrió la gran idea de que ella durmiera conmigo, desnudos, pero obvio una cobija separaria nuestros cuerpos. Estba borracho si? No sabía ni que estaba pensando solo se que acepto y nos fuimos a mi casa a llevar acabo esto.