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20. Pequeña niña estúpida

El móvil empezó a temblar, ¿o era mi mano? Estaba jodida. Eso es poco. Estoy muy jodida.

A pesar de los veintiocho grados o más en esta noche de verano. La sangre se me heló.

-¿Bárbara?- pregunta mi primo. -¿Te ocurre algo?- pregunta moviendo su mano para ver si reacciono.

-Será  cabrón.- murmuro. Mi primo me mira extrañado y cuelgo el teléfono. Miro a mi alrededor y veo a Jose, Alberto y una castaña bajita. Mi primo me mira extrañado aún. Y yo le señalo con la mirada a los intrusos. Él los ve. Y aprieta los dientes. Al menos estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo en que vengan estos tres.

Alberto me ve y sonríe yo saludo un poco. Y mi primo está centrado en matar a Jose con la mirada. Parece que le sale un láser mortal de las pupilas. Es escalofriante.

-¿Qué quieres hacer?- pregunto

-Que vengan, si encuentran sillas pueden usar nuestra mesa, la comida se la pagan ellos.- asiento. Y ellos se van acercando. Nos saludan. Y presentan a la chica, su nombre es Sofía y va a clases con Alberto. Pero en lo que más me fijo es en la súper rojísima oreja de Jose. -Jose, ¿qué te ha pasado en la oreja?- me adelanta mi primo

-Ah, Sofía me ha hecho un pendiente ¿mola, eh?- dice mostrando un pendiente de oro. Madre mía -He pensado en hacerme otro, y a lo mejor si mi madre no se escandaliza demasiado me hago un industrial como tú Barbie.- dice mirándome. Mis orejas parecen haber venido de un fusilamiento. En mi oreja derecha llevo tres pendientes y uno en el lóbulo de la oreja. En la oreja izquierda llevo un montón. Pero siempre llevo los mismos nunca los cambio.

-Jose y yo íremos a pedir, si nos dejaís sentarnos claro está.- dice Alberto. Yo asiento y mi primo los invita a sentarse, ambos buscan una silla y Alberto le trae otra a su acompañante. También le pregunta que quiere tomar y se pira junto con Jose.

-Hola.- le saludo bajito. Y ella me saluda igual.

-¿Tú- se para. Coge aire. -eres la canguro de los hermanos de Jose?- pregunta y yo le asiento con una sonrisa por supuesto una sonrisa falsa.-  Ah, que bien y ¿conoces a Alberto?- asiento. Se ríe un poquito. -Que bien ¿de qué exactamente?

-Me lo presentó Jose.- le respondo.

-¿Tú tienes algo con Jose?- pregunta. Yo abro los ojos horrorizada y niego mientras río, y esta vez de verdad. -Ah, lo siento.- me mira y luego mira a mi primo. -¿Es tu novio?- me mira. Y yo vuelvo a negar.

-Soy su primo, Alejandro, encantando.- se presenta mi primo. Ella le saluda educadamente. Después me mira unos instantes como identificándome. 'Mal rollo'

-¿Así que estás soltera o tu pareja no ha venido?- la corto

-Estoy soltera y la verdad así estoy muy bien, gracias por preguntar.- le respondo. 'Como me está jodiendo esta niña'. Piensa mi parte borde, porfavor cálmate Bárbara.

-Ya sé lo que quieres.- me mira. Iba a decir algo pero no me da tiempo a mencionar ni la primera letra. -Tú quieres quitarme a Alberto, y, justamente tenías que venir hoy con falda, y, que casualidad que hayas venido con un chico del que pretendes ponerle celoso y con Jose también. Y que curioso también que estés en el mismo restaurate en el que Alberto ha pensado ir. Es mío zorra.- suelta la niñata

Relajación Bárbara.

-No pretendo nada con tu acompañante, así que dejame en paz y guarda tus acusaciones sin sentido.- digo expulsando aire muy poco a poco, mientras me calmo e intento no pensar en estamparle la cara contra la fría mesa.

-Ah, ya sé lo que quieres. Pretendes dejarme en ridiculo delante de Alberto y que piense que soy una loca. Pues no será así. Tus planes no funcionaran así. Yo voy a la universidad. ¿Te crees mejor por saber conducir y tener un trabajo?

-Tengo dos trabajos.- le respondo

-Serás.- se calla

-Y un té helado para mi amor.- dice Alberto posando un vaso de té helado y sentándose al lado de la loca. 'Pobre chico'

-Y bueno, Juan ¿cómo vosotros por aquí?-pregunta mi primo. Para romper el hielo. Jose se sienta a su lado izquierdo, a la izquierda de Jose está la novia celosa, después Alberto y yo. Si, no ha sido muy buena idea, pero no voy a permitir que una loca con demasiada imaginación me joda la cena. Más de lo que ya está

-Es Jose.- le corrige- Pues, es una larga historia.- dice Jose. Murmuro un 'tenemos tiempo'. Porque, la verdad, tengo demasiado tiempo. -Bueno, Alberto me quería presentar a Sofía, porque mañana hacen dos semanas, pero, Sofía se va con unas amigas y lo han pensado celebrar.- se pausa y parece que piensa. -No querían ir solos  y Alberto ha dicho de venir al puerto, así que en el puerto estamos. Y como me aburría te he querido  llamar, y resulta que estás aquí. Y bueno, tu también Álvaro.

-Es Alejandro.- le corrige ahora él.

'Bueno, será una larga noche'

-¡Suéltame loca de mierda!- le grito a Sofía.

Estamos en el baño, que, por mi desgracia está vacío y la sádica ha aprovechado para atacarme. Lo único que ha conseguido es nada. Me toco mi labio adolorido. Joder, puta niña.

-Me has clavado la uña en el labio, sádica asquerosa.- le grito. Ella empieza a llorar y salgo del aseo.

Paso las manos por mi falda y respiro. Voy hacia la mesa y los chicos ya están listo para irse.

-Sofía sale ensegudia, ¿nos vamos?- pregunto. Ellos no responden  y no apartan la mirada de mi. 'Que miedo'

-¿Qué le ha pasado a tu labio?- pregunta Jose a la misma vez que Ale

-Se me habrá debido de cortar, llevo tiempo sin ponerme vaselina o cacao.- respondo, y me aplaudo mentalmente por mi rápida respuesta.

Sofía sale, con el maquillaje un tanto estropeado, pero únicamente en los ojos. Tampoco se nota mucho. Se enrosca en el brazo de Alberto y aprovechando que todos estamos de pie, nos vamos del restaurante. Claro está ya hemos pagado la cuenta. Se paga cuando coges la comida  y la bebida. La comida meos mal que no he tenido que tomar mucho. Ya que los zopencos de Jose y Alberto sólo han comprado bebida.

Aprovecho que estamos todos de pie, para irnos del restaurante. La mirada de Sofía me persigue y me intenta matar cada dos por tres. Pero... No mentira, de esta noche no paso.

-Bueno, ¿qué coño os pasa joder?- pregunta Jose. Separando a Sofía de mi.

-Es una puta.- me señala. -Alberto me ha engañado con ella.- 'Se acabó ser buena'. Suspiré, crují mi nudillo derecho, ladeé un poco la cabeza mientras sacudía un poco mis manos y le solté un puñetazo en la cara, en la mejilla, clavándole mis huesudos nudillos.

Miré a mi primo.

-Te espero en el coche.- le dije y salí de ahí tranquila y libre.

OTRA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora