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15.Hoy es el mañana de ayer

Me desperté con un fuerte dolor de cabeza y un tanto de presión en ¿mis piernas?. Poco a poco fui abriendo los ojos. La televisión me cegó, cogí el mando y apagué la televisión. Abrí los ojos y solté el mando y lo devolví al suelo. Abrí los ojos, aún no había luz. Serían las tres, cinco de la madrugada. Froto mis ojos y me fijo en mis piernas estiradas a lo largo del sofá con ¿una cabeza sobre esta?

Con cuidado voy retirando las piernas, haciendo que la cabeza se caiga para atrás. Cojo un cojín y me acerco a esta y le pongo el cojín, me fijo y logro ver la cara de Jose, (en la oscuridad se ve su rostro definido, es realmente atractivo, lástima que sea tan estúpido) me pongo de pie.  Y algo se mueve bajo mis pies, salto rápidamente al sofá. Joder, en el suelo está Alberto. Voy a gatas y despierto a Jose.

-¿Qué mierda?- pregunta rascándose el cuello.

-Te vas a romper el cuello.- le susurro.

-Ese del suelo ¿es Alberto?- asiento

-Ahora vuelvo.- digo saliendo del salón y entrando al baño.

Joder, que dolor de cabeza. Me hecho agua en la cara . ¿Será por el calor?.No lo creo. Y el periodo ya lo he pasado, joder, tendré que pedir cita con el médico.

Voy a la habitación de Jose, mierda, él está ahí. Me subo a la cama y me acurrudo a su lado, su brazo me rodea y me apega a su pecho. Le pegaría una hostia, pero estoy demasiado dolorida.

-¿Te encuentras bien?- pregunta en mi cuello

-No.- le respondo

-Ya me extrañaba a mi que no me hubieses pegado.- dice -¿Necesitas algo?- pregunta

-Sólo estoy mareada, muy mareada.-

-Bueno, me quedaré aquí por si te encuentras peor, si es que no te incómoda demasiado ¿vale?- pregunta. ¿Es este Jose? Me doy la vuelta y me quedo mirando lo único que se distingue en la luz sus ojos. Mierda, le estoy mirando a los ojos. Mierda, me está viendo los ojos.

-Me parece bien.- digo y me acurruco en su pecho. Su cuerpo se queda muy rigido, pero poco a poco se acomoda para caer en los brazos de Morfeo.

-Buenos días parejita.- me desvela una puta voz. Me restrigo en mi almohada calentita. Espera. Esto no es una almohada. Es el torso de alguien. Oh, no. Su mano me envuelve y su otra mano reposa sobre mi cintura. Su barbilla está en mi cabeza, como protegiéndome. Y él sigue increiblmente sexy sin camiseta. -Bárbara.- me susurra Alberto, le miro -¿Sabes qué hacía durmiendo en el suelo?- niego y sonrío.

-¿Qué hora es?- pregunto

-Las siete de la mañana.- dice -Soy el único que está despierto.

-Vete a la mierda.- digo elevando mi voz, pero sigo susurrando

-Es que tengo miedo.

-Pues coge el colchón inflable y duérmete aquí. Pero ahora déjame dormir.- digo voviendo al pecho de Jose

-Tú lo que quieres es robarme a mi amor.- dice sacando el colchón. Le fulmino con la mirada. Y el colchón se le cae encima. Una carcajada sale de interior, mientras Alberto se retuerce en el suelo.

-¿Pasa algo?- pregunta sonñoliento Jose

-Nada.- respondo

-Tío me había quedado atrapado entre el suelo y el colchón.- se queja Alberto yo le lanzo una almohada con los pies y él la abraza. Me doy la vuelta y me quedo mirando la cara de Jose.

Cuando por fin desperté la mano de Jose estaba en mi culo. Espero que siga durmiendo y eso lo haya hecho sin querer. Aparto su mano, y, sin pisar a Alberto camino fuera de la habitación, cuando llego al salón. Juan está jugando a la tablet y Javi, a su lado viendo la tablet.

-Buenos días chicos.- les saludo. Ellos siguen viendo la tablet -He dicho buenos días.- siguen ignorándome. -ENANOS LA WI-FI HA DESPARECIDO.- grito y su mirada cambia y me miran alarmados. -Era broma ¿qué quereis desayunar?- les pregunto.

-Leche con cacao y tostadas con aceite.- dice Javi

-Yo leche con cereales.- dice Juan

Asiento y me meto en la cocina. Coloco las cosas del lavavajillas en su sitio y empiezo a calentarme un café. Preparo el desayuno de los gemelos y los llamo. Yo tomo un sorbo de mi taza. Caigo en una cosa. 'Hoy es el mañana de ayer' Lo que quiere decir que mi primo viene a mi apartamento, un apartamento que está hecho una mierda. Empiezo a buscar mi móvil como una loca. Busco en el salón, nada. En la cocina, nada. En el baño, nada.  Entro en la habitación de Jose.

-¿Has visto mi móvil?- pregunto

Él se remueve un poco, en cambio Alberto sigue durmiendo.

-Creo que está en el escritorio, ¿por?-pregunta

Yo cojo el móvil, dos llamadas perdidas y catorce mensajes. Por no hablar de que son las 11:30.

-¡LEVANTAR EL CULO!- grito. Alberto se despierta, ahora que me fijo su cuerpo está marcado, no tiene tableta, pero no está nada mal. ¿Por qué mierda duermen sin camiseta? Yo no lo hago. Espera. No, no lo hago. 'Me pasa por ser mujer'. Los chicos se van levantando y yo desbloqueo el teléfono y llamo al propietario de mis llamadas perdidas.

-¿Barbie?- pregunta

-Hola Ale.- digo saliendo de la habitación. -¿Qué te ocurre?- pregunta

-Ocurre que estoy en la puerta de tu apartamento, ¿dónde estás?- pregunta

-Trabajando de canguro.- digo, 'la he cagado bien' -Si quieres, ven aquí, y te invito a comer en un restaurante que hay aquí cerca.- él suspira

-Mándame la dirección, prima, me pagarás la gasolina. Hasta luego.- y cuelga. Creo que está enfadado. Le mando la dirección. Y vuelvo a caer en algo. 'Jose y Alberto están aquí' y a Jose no le cae bien Alejandro, y a Alejandro no le caerá bien Jose porque es un gilipollas. Y Alberto defenderá o se reirá de Jose provocando que A. Jose se sienta apoyado y se ponga borde con mi primo B. Empiece una pelea  absurda.

Cojo de mi mochila unos shorts negros y mi camiseta de ACDC, cierro la puerta y me cambio. Me pongo unos calcetines nuevos. Y salgo de la habitación soltando mi pelo y moldeandolo con la mano.

Los gemelos están tirados en el suelo con Jose y Alberto. Están jugando al ¿GTA 5?. Joder, ¿eso es una tía en sujetador? Espera. ¡no lleva sujetador!

-EH.- digo apagando la tele. Un 'Ohhh' se escucha de parte de los cuatro. Juro que hoy voy a repartir hostias. -Vosotros dos.- apunto a los mayores -Poneros una puta camiseta, y ahora recogéis el salón y desayunáis.- señalo a los gemelos -Vosotros, os ducháis, os vestís y quiero la cocina limpia como una patena.- digo. Todos empiezan a moverse rápido. Y me preparo para ver a mi primo querido.

OTRA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora