Escoltado por la más baja, Sunner había dejado de ver la arena, podía escuchar como retumbaba la tierra, lo que quería decir, que de mientras no estaba viendo, le habían quitado las esposas a Cole.
Estaba demasiado nervioso con la idea de que su hijo aún no estaba fuera del área de pelea. Tragó saliva, y veía a todos lados esperando que en cualquier momento pudiera salir corriendo a tratar de meter a Yuma para evitar su peligro. Aún estaba aturdido con la simple idea de saber que estaba realmente vivo.
Por una parte, tenía ganas de golpearlo y regañarlo por haberle hecho eso, que claramente no era una broma y ahora sabía, era una forma desesperada de querer escapar de la vida que él mismo había obligado a sus hijos a vivir. Otra parte de él tenía ganas de, en cuanto lo vea, se heche a llorar dosconzolado agradeciendo que esté sano y salvo. Más cosas pasaban por su cabeza, entre ellas Lilly.
Lilly no tuvo ni si quiera la oportunidad de saber de sus sentimientos, por qué él mismo se había encomendado la tarea de dejarlos ocultos, en cuanto Lou llegó el pensó que le estaban quitando lo suyo, cuando en realidad no tenía nada que reclamar. No podía decir que la apreció y amó tanto como Lou lo hizo aún cuando ella vivía, no importaba cuanto rencor le tuviera a ese hombre, tal vez él nunca le hubiera dado lo mismo.
Se vio a si mismo diciendo el 'acepto' frente a una mujer espectacular, pero que tampoco podría merecer. Tener dos hijos que amaba con todo el alma, pero no podía ver por ser tan ciego, por querer siempre una venganza inecesaria. Cuando creía haber perdido a Yuma, supuso que todo había caído, pues tenía miedo de que la única familia que le quedaba también muriera por su culpa, quizo haber estado en los cumpleaños de sus hijos, quiso haber traído más rosas a su esposa y decirle lo preciosa que era, quiso estar en cuanto Yuma llegó golpeado la primera vez de la escuela, estar cuando Azusa ganó el campeonato de artes marciales, ver cuando se graduaron, quiso tantas cosas en ese instante. Pero era tan tarde, que lo único que le quedaba es matarse lenta e internamente a sí mismo con las cosas que no hizo bien.
El hubiera no existe. Y duele tanto como mil dagas.
(...)
Anzu había comenzado a desesperarse en cuanto escuchó que otra vez se habían separado. No le gustaba por dos razones, la primera y más obvia, es que Azusa tiende a la ira, fuese ella o Cho, o quién estuviera a solas con ella, dudaba de poder hacerla entrar en razón, la última vez que le dio uno de sus ataques casi les deja un pedazo de plomo en el cráneo.
La segunda, es que, aún con las esposas adheridas, los ninjas eran más que Cole y ella, para poner aún peor las cosas, evitaban a toda costa hacerle algún rasguño al ninja negro.Dio un golpe en el suelo con el enorme martillo dejando una onda sísmica a su alrededor. Pequeña pero lo suficiente fuerte para poder alejar a tres de los ninjas que iban por ella, salió corriendo hasta estar detrás de Cole, quien ya tenía casi deformado totalmente el suelo que estaba completamente liso antes de empezar la pelea, ahora era grietas, se removian pedazos de tierra por aquí y por allá, casi llegando a donde los espectadores, se espantaron ligeramente, pero después dieron un eufórico grito que alentó a los demás a hacer lo mismo. La azabache estaba incomoda de pelear entre tantas personas viéndolos como si fueran alguien tipo de teatro grotesco. Pero todo era para completar el plan de Azusa.
Los ninjas ibas de aquí para allá tratando de no caer de los pedazos que se elevaban y luego eran regresados violentamente hasta abajo, no sabía cuando ni dónde, pero Cole había aprendido una técnica de matar personas con su poder elemental que daba miedo. Zane llegó desde enfrente, el ninja negro estaba entretenido esperando a que Kai cayera del risco que había formado, pero Nya no parecía querer dejarlo. Entre los retorcidos pensamientos de Cole, estaba la idea de hacer rebotar la tierra y matar a los dos desde la altura en la que estaban, pero el nindroide logró aturdirlo con un golpe, fue ahí donde comenzaron a pelear entre ellos dos siempre tratando de hacer el menor daño a Cole. Jay estaba atrapado entre un pedazo que había quedado hundido entre todo eso, y no aprecia poder salir de ahí, exclusivamente en ese pedazo de la tierra, parecía elevarse más y más en cuanto quería escalar. No tenía sentido, los demás estaban peleando y tenía que ayudar de alguna u otra forma.
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𝑀𝑢𝑟𝑑𝑒𝑟 𝑀𝑒𝑙𝑜𝑑𝑦
FanfictionExisten, entre las cosas más peligrosas, armas que no tienen filo, que no explotan, armas que pueden ser tan inocentes que, algunos dirían que eso no podría matarte. Pero el mundo está equivocado, no saben qué a veces en las cosas más sencillas pued...