Ｅｌ ｄｅｓｐｅｒｔａｒ

Feliz Navidad: Un Nuevo Comienzo

- ¿Como vas con eso?, ¿ya está listo? - Preguntaba la gata gris mientras decoraba el último espacio de la mesa de alimentos, no era como que le gustara, esta sería su primer navidad, pero Amy Rose hacía eso, era su dever mantener "la tradición", además de que quería devolver un poco la alegría al taller de Tails.

Desde la repentina desaparición de Amy y Shadow los chicos no volvieron a ser los mismos, estaban tristes y enojados la mitad de su tiempo, y la otra mitad lo gastaban en intentar averiguar el paradero de la pareja.

Habían pasado ya 2 meses desde eso, era tiempo de volver a sonreír, y que mejor que en Navidad, una época que no conocía, pero que según el álbum de recuerdos de Amy, era completamente mágica.

- En... Eso estoy - respondió nervioso el azulado mientras veía aún más impaciente el pavo en el horno de la estufa, esperar no era lo suyo, pero su deber era vigilar que no se quemara, o sino Anelisse lo golpearía por arruinar el alimento principal.

- Con ella sería más fácil - susurraba Cream mientras llevaba las galletas hasta la mesa, siendo seguida por Tails y Rouge, quienes llevaban un par de tortas de fresa.

- Ella algún día volverá, lo saben - repetía la albina, quien al parecer era la única que aún lo creía, todos voltearon a verla, era cierto, ella fue la última que vio a ambos chicos antes de fugarse de su boda. - pero como les dije, yo no se nada, juju - rió bromista mientras salía lo más rápido de ahí, ella no había dicho nada, y en parte no había mentido, ella no sabía dónde estaban.

- Cómo sea, ¿Cuánto va a tardar el pollote ese?

- Pavo Knuckles, Pavo - corrigió con algo de risa, estar con el Team Sonic era genial, más de lo que imaginaba. - Solo un rato más, Sonic se está encargando de eso, ¿Cierto, Blue?

- Si... Por supuesto, este pollo estará a salvo en mis manos - contestaba desde la cocina mientras ellos esperaban en el patio del taller.

- Como sea, hora de irnos - añadía Rouge, todas estaban conscientes de que la noche estaba por caer, y a no ser que desearan estar en la fiesta llenas de harina, comida y frutas batidas, debían irse a arreglar ahora, dejando todo en manos del cuarteto de héroes.

- ¿Cuánto más hay que esperar? - preguntó de nuevo, ninguno de ellos era fan de cocinar, lo único que les agradaba de eso era que todo estuviera listo y lo pudieran devorar.

- Ni idea - respondió Sonic - Hey chicos... ¡¿UNA CARRERA?!

Nadie se negó, además de que tenían tiempo de sobra, sería fácil, solo faltaba el pavo, después las chicas volverían, ellos se cambiarían y listo, estarían juntos para navidad.

- ¿Qué es ese olor? - cuestionó Silver en el patio del taller de Tails, había un aroma a carne quemada, nadie sabía que estaba sucediendo, hasta que recordaron la sencilla tarea que les habían encargado.

- ¡¡El pavo!! - gritaron los 4 mientras corrían dentro de la casa, había mucho humo dentro, además de que la alarma contra incendios estaba parpadeando y chillaba, Silver sacó el humo con sus poderes y Tails abrió el horno cuidando no quemarse y ahí estaba, el último detalle para la cena estaba quemado.

- No esta tan mal - decía Sonic observando.

- Es negro, el pollo es negro - repetía Knuckles con terror en sus ojos de solo imaginar el enojo de las chicas cuando vieran ese desastre.

- Espero les guste el pavo rostizado - reía con miedo Silver al observar todo ahí.

- Hay que deshacernos del pavo, Sonic, busca otro, los demás arreglemos esto, las chicas no se enteraran - susurró el zorrito, todos lo voltearon a ver, cuando se ponía así de serio daba miedo, pero era Navidad, no se permitirían arruinar una fiesta tan grande como esa.