Moría porque al menos me mirara de la misma forma que yo lo hacía. El empezó como mi jefe, su nombre era Leonard Smith, era un hombre elegante, divertido, pero me contrató para que yo lo ayudara hacer su trabajo y asistirlo. Desde el momento que lo conocí, me enamoré como una loca por él, pero desgraciadamente el ya tenía hecha su vida, a parte que era un hombre mayor que yo, diez años para ser exactos, eran números mayores para mi, pero a mi no me importaba. Un hombre maduro como el jamás se fijaría en una chica como yo, ante sus ojos yo solo era una niña, una niña que apenas estaba empezando. 100% original Sacada de esta mente loca y muy activa, con un poco de realidad y amores no correspondidos. Prohibido copiar.
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