Dice una antigua leyenda que el amor de tu vida está atado a ti por medio de un hilo rojo invisible amarrado de tu dedo meñique. Ese hilo se puede doblar, estirar y hasta torcerse, pero bajo ninguna circunstancia se romperá; todos tenemos a ese alguien esperando al otro extremo, pero ¿cuándo se juntarán ambos extremos? Eso lo determina el destino. Byron y Abril viven sus vidas paralelos el uno del otro, cada cual inconsciente del otro. Quizás en algún momento del pasado sus vidas se cruzaron por unos instantes, pero en el presente Abril vive su vida soñando en convertirse en maestra; es amable, bondadosa y alegre. Mientras que Byron vive solitario e introvertido; sumido en una depresión continua y un complejo terrible a raíz de una cicatriz que lleva en su rostro a causa de su antigua ocupación como bombero. Dos vidas tan opuestas y divergentes, pero ambos siendo lados opuestos de la misma moneda. La vida de Abril y Byron está a punto de cambiar, sin importar las diferencias físicas y personales entre ambos; descubrirán dos cosas muy importantes: el corazón no se fija en apariencias y lo que ata el destino nada ni nadie lo puede deshacer.