Sabía que me evitaba porque quizás nunca le había agradado. Sabía que no le molestaba ser indiferente con la vida. Sabía que al graduarnos cada quien tomaría su camino y él nunca se enteraría de lo mucho que me gustaba. Pero poco de lo que sabía resultó ser verdad. Y un día, sin siquiera buscarlo, volví a verlo. *** BORRADOR TERMINADO.