Capitulo 3: Agonía y habilidad.

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Orochimaru: Escondite norte. 09:31 a.m

Después del éxito al ingresar la primera muestra de chakra externo en el cuerpo de Naruto, decidimos dejar una semana de diferencia entre cada procedimiento. Porque, si bien el Bijuu que estaba en su interior ayudó mucho con el proceso de aceptación, el gaste corporal que dejaba el procedimiento era a gran escala.

Naruto había tardado dos días en poder ponerse de pie y tres más para poder andar con normalidad, aunque aún sufriendo algunos dolores secundarios de escala media o menor.

Por ello, después de una semana, volveríamos a realizar otra intervención. Esta vez con el chakra de una ninja de Kumo que tenía una fuerte afinidad con la naturaleza de rayo.

Sorpresivamente, Naruto no se opuso a una nueva intervención, si no que se mostró ansioso en ese sentido. Kabuto asegura que tiene ansias de poder y fuerza, para servirme de respaldo como una muestra de gratitud por haberlo salvado de esa aldea de mala muerte.
Claramente le habíamos contado toda la verdad, no lo endulzaría con palabras bonitas.
Le había dicho que era un renegado, que había traicionado mi aldea y que lo había robado a él de la misma. Le había contado quienes eran sus padres y el porqué del secuestro, al fin y al cabo terminaría dándose cuenta. Era muy astuto.

El niño lo acepto sin dar problemas y dió las gracias por salvarlo de aquella aldea, donde él aseguraba que hubiese sido maltratado por los civiles después de que Danzo divulgara su condición. Y no podía estar más de acuerdo con eso.

Aseguré la última cuerda de cuero en el pecho de Naruto y asentí a Kabuto para que procediera a dar un último reviso médico general para asegurarnos de que todo estaba en orden antes de comenzar.
Él asintió después de unos minutos, indicando que todo estaba bien y que podíamos inicial con el nuevo proceso.

- Bien ¿Estás listo?- le habló a Naruto, quien asintió con rostro serio. Coloqué la intravenosa y el chakra, que poco a poco se deslizaba por la vía hasta llegar al cuerpo del niño, finalmente hizo contacto.

Los gritos y los movimientos desenfrenados no cambiaron, pero fueron por menos tiempo esta vez. Al parecer el Bijuu había descubierto la forma de asimilarlo más rápido o simplemente había estado atento desde la última vez, quizás la primera ocasión lo habíamos tomado desprevenido.

Solté los cintos y recosté a Naruto en su cama después de caminar por algunos pasillos.

- Te daré una semana más y luego comenzarás con tu entrenamiento de ninjutsu. Kabuto lo supervisará.- a duras penas asintió antes de dormirse. El gasto físico y mental de la intervención lo azotaron.

Salí de la habitación y me dirigí directamente al laboratorio, dónde Kabuto escribía todo lo ocurrido recientemente con lujo de detalles para el informe del procedimiento.

- Quiero que lo comiences a entrenar en ninjutsu.- ordené y él asintió, dándome toda su atención.

- ¿Cuando quiere que comience?

- Le daré una semana para que se recupere, comienza de inmediato despúes de eso. Sé riguroso. Puedes castigarlo si crees que no está a la altura. O llámame a mí, si es que te cuesta hacerlo tú.- bromeé, burlándome levemente de la estrecha relación que tenía con el niño.

- No sé preocupe, Orochimaru-sama. No será necesario.- asentí.

- Eso espero.

                      
                            [...]

Observé atento al niño que estaba sentado en posición de loto, intentando hacer su chakra visible a su alrededor.
Kabuto quería especializarlo en control de chakra antes de enseñarle los jutsus y si él creía que eso era lo más eficiente, así se haría.

𝕊𝕖𝕣𝕡𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖•Naruto Bad• 🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora