𝕊𝕖𝕣𝕡𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖•Naruto Bad• 🍂

Capitulo 11: Filos y garras.

Naruto: Camino a la casa de Tazuna.

Intenté controlar el temblor ansioso de mi mano mientras miraba al renegado, que estaba en las mismas condiciones.
Ambos nos evaluamos mutuamente, intentando ver todo detalle que pudiese establecer una diferencia en la lucha que venía.

Cuando la hoja de un árbol de sakura tocó el suelo, comenzamos. El primer corte llegó con precisión dirigido a mi cuello y bloqueado a más de treinta centímetros de distancia del mismo por mi katana.

El arma de Zabuza era pesada y, por lo tanto, cada vez que la dejaba caer el poder de impacto era enorme. Si no tuviese los brazos tan entrenados, me hubiese cortado con facilidad. Además, el ninja renegado mecía la espada con gracia, demostrando los años que tuvo para conocerla, dejando relucir su control.

Agachándome para esquivar un corte en mi pecho, hice bailar mi katana cerca de su cuello y deslicé mi chakra de rayo por ella, dirigiéndolo hacia uno de los nervios del ninja que, con rapidez y precisión, se desvío al lado contrario lanzando un corte nuevo hacia mí, no me quedo de otra que bloquear. Frenando su enorme espada con la mía propia, formamos una equis y nos miramos a la cara con una enferma sonrisa divertida.

- Tu poder con la espada y tu control de chakra son buenos ¿Estás seguro de que eres un Gennin?- preguntó, aplicando más fuerza en su bloqueo para intentar doblegarme.

- Soy un recién graduado, eso debe ser un insulto para tí.- me burlé sin miedo. Desvíe mi vista un segundo hacia Kakashi, que luchaba con el aliado de Zabuza, un chico enmascarado uno o dos años más grande que nosotros.

- Tienes agallas, niño.- con esas simples palabras la guerra de cortes volvió a empezar. Los filos de las espadas iban y venían con una sola intención en común; asesinar al contrario.

Gracias a una abertura en su guardia del lado derecho, mi katana se movió con precisión entrenada por años y golpeó su brazo, generando un corte bastante profundo y regresando rápidamente frente a mí, retomando mi guardia alta a la espera del ataque contrario.

Con el ceño fruncido y con claro enojo, la enorme espada de Zabuza se movió en el aire, cortando el mismo a una velocidad impresionante y cargó hacia mí. Por simple instinto lleve la hoja de la katana hacia mi lado izquierdo, apoyándola en mi antebrazo para tener mayor soporte y poder afrontar el enorme impacto del Kubikiribōchō. Un hilo de sangre descendió por mi antebrazo, el impacto había hecho que el filo de mi propia espada atravesara la tela de mi chaqueta y lastime mi piel.

Soportando el dolor de la herida reciente, apliqué más fuerza para poder soportar el empujón que Zabuza me daba con su propia arma. Su poder era tanto que me hizo retroceder varios centímetros hacia atrás.

Como pude me separé, estableciendo apenas un metro y medio de distancia entre los dos. Miré con satisfacción como su brazo derecho sangraba, mostrando su profunda herida. Si bien no era un gran daño, a largo plazo le daría una desventaja significativa en la pelea, y él lo sabía muy bien.

Examiné los alrededores, verificando que mi equipo seguía en óptimas condiciones, así era. Sasuke y Sakura estaban en guardia, manteniendo a salvo a Tazuna de algún posible ataque sorpresa. Kakashi luchaba con el aliado de Zabuza, que parecía tener alguna línea de sangre, lo estaba llevando muy bien.
Con esa información, volví la vista a mi enemigo, que al igual que yo había estado observando todo.

Debía actuar rápido, no había manera de que pudiese ganarle si conservaba su poder al cien porciento. Debía debilitarlo y cansarlo para poder triunfar.

Si bien mi poder es mayor que el de otros niños de mi edad e incluso algunos adultos, no hablamos de alguien normal, si no de Zabuza Momochi, el mismo ninja de Kiri que asesinó a toda su clase para poder graduarse de la academia ninja.