𝕊𝕖𝕣𝕡𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖•Naruto Bad• 🍂

Capitulo 18: Aparición del líder.

Naruto: Arena de los exámenes Chunnin. Minutos después.

Observé con calma fingida como Kabuto-san me sonreía desde el otro lado de las gradas, con aquella sonrisa perversa que solo dejaba ver cuando estaba ansioso por destruir algo.

El aroma a serpiente llegó a mi naríz y no pude evitar la leve sonrisa que decoró mis labios. Pronto las cosas serían interesantes, al fin.

Bastaron apenas unos quince minutos para que el predio se llenase de plumas blancas que caían sobre los espectadores, metiéndolos en un poderoso genjutsu, debilitando así a las fuerzas enemigas que no predijeron el sorpresivo ataque.

Con eso, el caos se desató y los ninjas de Oto que estaban camuflados entre el público dejaron al descubierto sus verdaderos hitai-ate, saliendo a combatir contra las fuerzas de Konoha. Poco despúes, una multitud de shinobis de Suna llegaron a las puertas principales de la aldea, dónde comenzaron a ocupar el territorio de Konoha desde los bordes, juntando a toda la población en el centro de a poco.

Los ninjas de la Hoja intentaban hacer frente a los grandes cuerpos enemigos, pero varios habían sido afectados por el genjutsu y otra porción de sus fuerzas se dedicaba al cuidado de los civiles, escoltándolos hasta los refugios de emergencia.

La arena de los exámenes se había convertido en el escenario de una lucha campal entre tres aldeas.

Me escabullí con gracia entre la multitud de personas y me coloqué una máscara totalmente blanca que cubría mi rostro, mientras mi cuerpo era tapado por un abrigo negro, ocultando mis rubios cabellos.

Aparecí a un lado de Kabuto-san, que acabó con un ninja de la Hoja pocos segundos después. Me sonrió con suficiencia y acomodó sus lentes mientras una gota de sangre ajena corría por su mejilla derecha.

- Kabuto-san ¿Cuáles son las órdenes de Líder-sama?- había dejado de ver a Orochimaru-sama hacía unos minutos, aunque podía adivinar fácilmente su ubicación actual.

- Él se enfrentará a Sarutobi para finalmente conseguir su venganza. Por otro lado, quiero que elimines a tantos de la Hoja como puedas y después ve por el Shukaku, se liberará en poco tiempo. Procura que los de Konoha te vean salvando el día, necesitarás testigos para que sepan de que bando estás.- asentí a las palabras de mi superior y deslicé mi katana fuera de su estuche, disfrutando del sonido que la cuchilla afilada producía.

- Supongo que nos veremos después, Kabuto-san.- con una reverencia, miré nuevamente a mi maestro, quitando mi máscara brevemente al encontrarnos solos.- Cuídese.- su mano, blanquecina y fuerte, acarició mis cabellos antes de sujetarlos y atraerme hacia él, uniendo nuestros labios en un beso bruto que me tomó desprevenido. Jadeé al sentir el contacto.

Se separó de mí despúes de saborear mis labios y me sonrió con burla al ver mi rostro sonrojado.

- No hagas tonterías, Naruto-kun.- y sin más que decir, se esfumó en una bola de humo, seguramente iría en la ayuda de Orochimaru-sama. Coloqué mi máscara nuevamente, verificando que nadie me hubiese visto, y corrí de nuevo hacia la arena de batalla. Comenzaría mi trabajo.

                            [...]

Con un corte limpio asesiné a otro Chunnin de Konoha, decepcionado del bajo nivel que las generaciones pasadas tenían, cuando debía ser todo lo contrario.

Los rumores no mentían, la que había sido la aldea más fuerte ahora se reducía en ninjas poco capacitados y torpes, con un estúpido código de honor pero sin las habilidades para respaldarlo.

Con ese cuerpo inerte que yacía en el polvoriento suelo ya eran más de treinta los Gennin y Chunnin que había asesinado, además de cinco Jounnin que había cruzado en las puertas de la zona sur.