𝕊𝕖𝕣𝕡𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖•Naruto Bad• 🍂

Capitulo 12: Salvadores de la Hoja.

Naruto: Casa de Tazuna, país de las Olas. 04:16 a.m

Habíamos llegado a la casa de Tazuna-san hacia algunas horas y había podido tomar una merecida siesta, pero, como siempre, mi sueño no duraba demasiado, así que me desperté en plena madrugada.

Un poco transpirado por el calor sofocante que hacía en la casa, decidí esforzarme un poco y subir al tejado para tomar un poco de aire, o moriría encerrado en la casa del cliente.

Con esfuerzo subí al techo y disfruté del viento frío que corría, preguntándome cómo es que en la casa había un clima totalmente diferente.

Un movimiento a mi lado me indico que alguien se había sentado minutos después y no necesitaba voltear el rostro para saber que se trataba de Kakashi.

- Hace una linda noche.- comentó como quien no sabe la vida y finalmente lo miré, reprimiendo mis ganas de reír por su estúpida forma de iniciar una conversación.

- No creo que haya rastreado mi chakra y venido hasta aquí para hablar del clima.- respondí, dejando ver que ya sabía sus intenciones y que podía dejar de fingir.

- ¿Te quedarás la espada?- lo miré extrañado por la pregunta. Supuse que sospechaba algo debido a mi habilidad o que tenía preguntas sobre porqué me desenvolvía tan bien en el mundo ninja siendo solo un Gennin, pero no esperaba que se preocupara por una simple espada.

- Luché por ella, claramente voy a quedarmela.- dejé que un tono de obviedad pintara mis palabras levemente y volví mi vista al cielo.- ¿La querías?- él negó.

- Quería entrenarte en el arte del Kenjutsu en cuanto te vi. Tu postura, tu cuerpo... Sabía que serías bueno, pero cuando te vi peleando con Zabuza me pregunté que tan bueno eras.- me sorprendió levemente porque no pensé que quisiera darme un entrenamiento especializado en un área en particular.

- Yo tampoco lo sé. Estos meses e entrenado día a día por horas para descubrirlo, pero siempre hay más...- contesté. Deje que un brillo de melancolía se tiñera en mi rostro.- Kakashi-sensei ¿Usted...?- deje un leve suspenso y mordí mi labio, como si me estuviese debatiendo si preguntar o no.

- Solo dilo, Naruto.- me regaló una sonrisa de ojo para tranquilizarme y respiré profundo, fingiendo calmarme.

- ¿Usted cree que...- miré el cielo, con aires pensativos y esperanzados.-... fué mi padre quien me entrenó?- note como su cuerpo se tensaba al verlo de reojo y abría su ojo descubierto levemente, no se esperaba esa pregunta. Cuando el silencio reinó por un tiempo, lo miré.- ¿Kakashi-sensei?

- Lo siento, solo... No esperaba la pregunta.- respondió, cerrando su ojo en una sonrisa totalmente falsa que cualquier persona no notaría, pero yo si.- Realmente no sé quién te entrenó o porqué, pero... Hicieron un gran trabajo, tienes más capacidad que todos los Gennin e incluso muchos Chunnin.- alagó y yo le sonreí leve por los cumplidos.

- Quiero volverme más fuerte para proteger a los que quiero.- comenté, observando como su mirada se teñía de orgullo al verme.- Ya sabe, cuidar la aldea y a su gente como todos los demás, servir a Hokage-sama y cuidar de mi pueblo.

- Ese es un gran plan de vida, Naruto.- revolvió mis cabellos con cariño y le sonreí, cerrando los ojos.- Me alegra mucho que ustedes hayan sido el equipo que me tocó ¿Sabes? Son buenos compañeros, su trabajo en equipo es excelente, tienen muy en claro sus habilidades y crecen a pasos agigantados...

- No se ponga sentimental, Kakashi-sensei.- bromeé, codeando su brazo y sacándole una risa.

- Deberíamos dormir, aún faltan unas horas para que salga el sol.- comentó mientras se ponía de pie. Negué.